Tienes una cita (fanfic n.h)

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Antes. 

Cuando llego a casa después de pasar toda la tarde en el café, mi teléfono comienza a sonar como un millón de veces por minuto; estoy recibiendo muchas notificaciones y no me explico por qué. 

Entre todas las notificaciones recibo un mensaje de Niall. 

«¿Ya viste? La gente nos adora»

Ivana entra a mi habitación, no sin hacer un escándalo al abrir la puerta y lanzarse sobre mi cama como si fuese suya. 

—¿Me permites? —le pregunto con sarcasmo. 

—Qué linda te ves en estas fotos. —Definitivamente acaba de ignorarme—. ¿Niall siempre va a visitarte cuando trabajas en el café?

Miro la pantalla de su teléfono: Dos de las fotografías que Niall me tomó esta tarde en el café están colgadas en su perfil de Facebook junta a una pequeña descripción.

«Viendo trabajar a mi chica»

En la primera imagen luzco distraída, caminando desde lejos y arreglando mi cabello. En la segunda estoy riéndome  y poniendo una taza sobre la mesa de Niall, mirando hacia abajo. 

—No sabía que tenías a Niall en redes sociales —le digo a mi hermana con una sonrisa. 

—Oye, será tu novio, pero es mi amigo. Además tengo que vigilarlo, es mi rol de hermana. 

—Creí que con Tom era suficiente. 

—Te equivocas. Ambos nos encargaríamos de él si te hiciera daño. 

—Suenas como una mafiosa —me río. 

—Como sea, ¿ya viste los comentarios? —Me mira con una sonrisa grande y ojos muy abiertos. 

—No los he visto, pero mi celular no ha dejado de sonar desde que entré a la casa. 

—Son muchos. —Sonríe—. Ya me voy, mamá necesita ayuda con... lo que sea. 

Sale pitando de mi habitación y cierra la puerta con gran estruendo. 

Suspiro, ruedo los ojos y me siento a revisar los comentarios de las fotos en mi teléfono. Algunos de nuestros amigos han comentado. 

          1. Louis mencionó a Scott y escribió: «Creo que lo perdimos». 

          2. Sam escribió: «¡También es mi chica! <3 Pero podemos compartirla, Niall.»

          3. Luego Scott mencionó a Louis y dijo: «Creo que aún no es oficial, amigo.»

          4. Y Tom acaba de escribir: «¡Cuidado con mi hermanita!»

Saco de mi bolsillo la boleta que Niall dejó sobre su mesa y le tomo una fotografía, la pongo en un comentario de su publicación para que nuestros amigos también puedan ver el mensaje que él dejó para mí hoy, y junto con la imagen, escribo un corazón. 

No puedo dejar de sonreír. 

Ahora.

—Niall estuvo aquí esta madrugada.

—¿C-Cómo aquí? —titubeo.

— ¿Aquí, en esta casa? ¿Aquí? —Sam insiste.

—Sí, cariño. Si lo hubieras visto... —Maura vuelve a tomar mis manos.— Está muy delgado. Su rostro lucía pálido, agotado, agobiado... —se interrumpe para tomar aire—. Pero mi hijo está vivo —me dice con una sonrisa y los ojos aguados.