Tienes una cita (fanfic n.h)

47

Ahora.
Hay dos cosas que no he podido sacarme de la cabeza durante días:
1. Por qué Ivana cree que Niall podría ser inocente.
2. Cuando tuve cita con el abogado de Niall, mencionó algo sobre el secreto profesional y la confidencialidad ética entre abogado y cliente, me pregunto cuál es el límite de esa confidencialidad.

Si le dijera a Blar Dune que Harry y yo encubrimos a Niall durante meses, ¿él estaría obligado a guardar nuestro secreto? Si yo le revelara esa misma información a Phil, ¿él también guardaría el secreto? ¿Un psiquiatra también tiene esa obligación? He buscado mucho sobre esto en internet, pero cada país tiene sus normas y no he encontrado una explicación para esto bajo las leyes de mi país.

Tampoco le he preguntado a Ivana sobre lo que piensa de Niall. Porque no me atrevo, así de simple. Esta semana no he hablado sobre Niall con ninguno de mis hermanos ni mi padre. Es un poco absurdo, pero a veces siento ganas de llamar a a Niall para hablar sobre Niall. Ya van dos semanas desde que se entregó y no he tenido contacto con él.

Me pregunto cómo es estar en la cárcel, ¿será como lo muestran en las películas, donde hay pandillas territoriales que golpean a los nuevos por no conocer sus normas? ¿Le habrán dado una paliza a Niall solo por ser nuevo y no parecer uno de ellos? ¿Tendrá amigos ahí o gente que lo proteja?

—Vinka...

Reacciono al sentir algo que me sacude el hombro.

—Te estabas durmiendo, no es tan temprano —se burla Phil.

Me pongo de pie y camino hacia el interior de su despacho.

—No dormí en toda la noche, tengo insomnio. No me pasaría esto si me recetaras las pastillas para dormir.

—Buen intento. Pero no las necesitas.

—¿En serio, Phil? —me quejo, apuntando a mi propia cara, solo para que note las ojeras que llevo.

Me siento de piernas cruzadas sobre el diván. Rasco las costuras del tapizado con mis uñas ya carentes de vitamina. Ahora que las veo con más detención, están bastante largas y sucias.

—Cuéntame, ¿hay algo sobre lo que quieras hablar hoy?

—Si. Escuche hablar sobre el secreto profesional.

—Interesante. —levanta sus cejas con entusiasmo. —¿Dónde lo escuchaste?

—Me reuní con el abogado de Niall para darle algunos antecedentes y él lo mencionó en un momento. ¿Los psiquiatras también deben cumplir el secreto profesional?

—Por supuesto.

Pienso un poco.

—Si, por ejemplo, te dijera que mate a una persona. ¿Tendrías que guardar el secreto? —insisto—. No lo he hecho. Solo quiero aclararlo.

Phil se aclara la garganta, sus ojos sonríen un poco.

—Veamos; el secreto profesional me obliga a guardar en secreto absolutamente toda la información que tú me reveles en esta sala. Yo, como tu psiquiatra, no puedo entregarle esa información a absolutamente nadie. Sin embargo —agrega con énfasis—, todo tiene matices. Y si tu vida o la de otras personas corriera riesgo, mi obligación sería advertir sobre esto a quien corresponda. Esto quiere decir, que si tú me confesaras que vas a asesinar a alguien o acabar con tu propia vida, yo no podría guardar ese secreto.