Tienes una cita (fanfic n.h)

43

Ahora.

—¿Y has hablado con Harry? —Sam me pregunta.

—Le envíe un mensaje esta mañana, pero no hemos hablado en días. La última vez que lo vi estaba muy enojado conmigo. Estaba harto de Niall y de mí.

—Sigo sin entender esta historia.

Dan está sentado en la sala cuando entramos a mi casa. Se pone de pie para saludarnos en cuanto nos ve.

Es una lástima que Dan haya llegado a nuestra familia en nuestro peor momento, porque es un muy buen chico y hace feliz a Ivana. Y con todos nuestros problemas, él sigue aquí para ella cada vez que necesita su apoyo. Creo que la entiende mejor que nadie.

—Hey Dan, ¿conoces a Sam? Es mi mejor amiga.

—Hola Sam, es un gusto.

—Al fin conozco al novio de Ivana, me han hablado muy bien de ti, chico.

Dan sonríe con ternura.

—¿Dónde está Iv? —le pregunto yo.

—Se está bañando. No quería salir de la cama cuando llegué y la presioné un poco. —Se acerca a mi y habla más despacio—: Creo que es mejor para ella hacer cosas, cuando está acostada piensa demasiado y lo pasa muy mal.

Asiento conforme.

—Yo también lo creo. Dan, le haces muy bien a esta familia. Gracias por estar aquí con mi hermana.

Me pongo de puntillas y hago un ademán de abrazarlo. Él se agacha para responder. No es difícil abrazar a este chico, su cuerpo es delgado y muy alto.

—Yo los quiero —dice—, es muy injusto lo que les está pasando. Sobre todo para ti e Ivana.

Me gustaría saber qué es lo que Iv le ha contado y qué perspectiva tiene Dan de todo esto. No he podido hablar con ella a solas desde mi crisis de ayer por la mañana. Siento que han pasado días desde eso.

Tom sale de la cocina de pronto y repara en mí y Sam.

—¿Ya fuiste a terapia? —me pregunta.

—Sí, odio a mi psiquiatra.

Sé que Sam está haciendo muecas detrás de mi por la forma en que Tom mira más allá de mi hombro con un poco de gracia.

—Preparé comida —cambia de tema y pone una gran sonrisa.

—¿Para todos nosotros? —pregunta Dan con incredulidad.

—Claro que sí.

—Genial, muero de hambre —murmura Sam.

De pronto caigo en la cuenta de que no habíamos tenido a tantas personas en casa desde hace muchísimo tiempo. Es una sensación agradable.

—Voy a buscar a Ivana —digo yo y camino a su habitación.

Me quedo atisbando por la rendija de su puerta para ver si está en su habitación. Entro cuando la veo sentada sobre el borde de su cama.

No se da cuenta de mi presencia hasta que toco su rodilla. Tiene el cabello castaño recogido en una cola alta y las pestañas encrespadas.

«Estás muy linda», señalo.

Sonríe con pocas ganas y cae su mirada.

«¿Tienes hambre? Tom cocinó para todos nosotros»

Asiente y se pone de pie, pero la tomo de una mano antes de que pueda salir del cuarto. Cuando voltea la abrazo muy fuerte. Me encantaría poder explicarle tantas de las cosas que he hecho últimamente, pero no sabría por dónde empezar.