Tienes una cita (fanfic n.h)

20

Antes.

Niall me sigue con la mirada hasta que vuelvo a sentarme junto a Ivana. Al parecer ya han dejado de jugar a las cartas.

El viaje se vuelve silencioso rápidamente; Tom escucha música, Scott se acomoda para dormir, Ivana lee una revista y yo voy saltando la mirada entre Niall y el paisaje de afuera. Él hace lo mismo, pero además hace caras graciosas para hacerme reír. 

Al cabo de un rato recibo un mensaje en mi teléfono, y antes de verlo ya estoy maldiciendo en mi mente por no tener dinero para responderlo. Hasta que veo el nombre de Niall en mi teléfono. Lo miro enarcando una ceja, él sólo sonríe. 

«¡Por favor deja de hablarme!»

Comienzo a reírme lo suficientemente fuerte para que Ivana quite la atención de su revista y quiera ver mi teléfono. 

—¿Qué es? —pregunta sonriendo.

—Nada —exclamo yo divertida y lo alejo de ella. Miro a Niall, que sigue mirándome y riéndose despacio.

—¡Déjame verlo, Vinka! —exclama ella e intenta inclinarse sobre mí para alcanzar el celular. 

—¡No, es mío!

—Eres tan odiosa —se queja al fin y vuelve a recoger la revista, mosqueada. 

—Lo sé —replico riéndome y me muerdo el labio inferior. El mensaje es mío.

El viaje sigue silencioso, pero ahora miro más a Niall que por la ventana. No puedo dejar de pensar en la cita de mañana, ni en sus ojos celestes, ni en cómo siento que lo quiero cada vez más. 

Ahora.

A papá jamás le agradó Theo. Él nunca lo ha dicho, pero se notaba en su mirada incómoda cada vez que estaba en casa, o cuando mamá lo mencionaba —todo el tiempo—. Mi padre es una persona demasiado cordial y educada como para tratar a alguien de un modo distinto que al resto. No me extraña que haya compartido ese cigarrillo con mi ex novio hace un rato. 

He tenido que aguantarme como media hora desde que Theo se fue a su casa para que papá se marche a trabajar y yo pueda al fin llamar a Harry. Necesito hablarle y los nervios me están comiendo el cerebro. Aún no encuentro una una manera racional de explicarme a mí misma por qué Sam llamaría a Theo y le diría tal barbaridad. 

Después de que papá por fin toca mi puerta para despedirse, espero en silencio a oírle encender su auto, entonces comienzo a buscar mi teléfono a toda prisa. Un par de golpecitos en la muralla me detienen justo cuando lo encuentro. Ivana me mira con una sonrisa medio dormida desde el umbral de mi puerta, no puedo evitar preguntarme en qué momento ha crecido tanto, es como si hoy luciera mayor que ayer. 

—Hey —sonrío. Presiono mi teléfono en la mano, pero termino por dejarlo sobre la cama para acercarme a ella. 

«Buen día» gesticula. 

«¿Has dormido bien?»

«Si, muy.»

Paso por su lado para ir a la cocina. La llamada a Harry y todos mis pensamientos enredados tendrán que esperar, porque ahora mismo quiero prepararle un desayuno a mi hermana y hablar un poco con ella, aunque eso pueda significar darle algunas explicaciones de todo lo que ha pasado conmigo en el último tiempo. Siento que estoy en duda con ella por no haberla visitado o haberle enviado ni tan siquiera un mensaje en casi todo el período en que viví con Tom. 

Ella me mira y se rasca los ojos de vez en cuando mientras yo me muevo por aquí y por allá en busca de un bol y algunos huevos. De pronto me toca el hombro para decirme algo.