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Ahora.
Caí en la trampa de Phill. Por más que intenté evitarlo, terminé hablándole sobre mis sentimientos y percepciones sobre mi vida actual durante una hora completa. En algún punto de la sesión me di cuenta de todo lo que le estaba dejando saber de mi, pero ya no podía detenerme. Estuve tanto tiempo contenida, guardando para mí todo lo que me estaba sucediendo, que una vez que abrí la puerta, todo el peso que dejé salir simplemente no me permitió volver a cerrarla.

Sin embargo, no dije nada sobre haber encubierto a Niall, ni siquiera mencioné que lo he estado viendo todo este tiempo. Sentí confianza, pero no soy idiota. Sé que podría denunciarme por eso.

No lloré. Ni siquiera sentí picor en los ojos mientras le hablaba sobre todo lo que pasó después del accidente.

Pero, aún así, con todo lo que ahora sabe Phill sobre mí, la única prescripción médica que he conseguido es la del medicamento para la concentración. Phillip Rey me hizo prometer que volvería a tomarlo. Y para la depresión, nada. Tal vez si lloro la próxima vez, podría conseguir algo. Realmente necesito algo que me haga dormir al menos el 75% de mi tiempo para apagar mi mente. Me gustaría solo estar despierta para ir al baño y comer.

Cuando llego a casa lo primero que hago es quitarme las zapatillas y meterme debajo del cubrecamas, pero nada más cerrar mis ojos, recibo un mensaje de Greg, pidiéndome que pase por la casa de Maura en cuanto pueda. A pesar de ser solo un mensaje escrito, siento que está molesto conmigo. Desde que Niall se entregó, creo que la probabilidad real de que mi padre ponga una demanda en su contra hace que Greg sienta cierto rechazo hacia mí.

Antes.

Theo está sentado en una mesa de pícnic cuando yo paso por el patio del colegio para irme a casa después de clases. Solo lo veo de reojo y comienzo a presionar la pantalla de mi celular, como si estuviera escribiendo un mensaje, para así no verlo.

—V.

Ignóralo, Vinka, solo hazte la sorda.

Finalmente se pone de pie y me alcanza. Maldita sea.

—¿Tienes un momento?

—En realidad tengo mucha prisa, tengo que ir a trabajar —miento.

—Lo prometiste —insiste con una falsa expresión de esperanza. Ladea un poco la cabeza y levanta sus cejas, con un amago de sonrisa—. Solo serán cinco minutos, te lo juro.

Me quedo pensando en alguna forma de excusarme.

—Mientras más lo piensas, más tiempo estás perdiendo —se encoge de hombros.

—Vale, dime qué es lo que necesitas.

Sonríe muy grande, como un chico orgulloso de sus dientes, y camina de vuelta hasta la mesa de pícnic. Se sienta sobre ella y yo me quedo de pie y brazos cruzados, esperando.

—¿No vas a sentarte?

—Theo...

—Vale, vale, tienes mucha prisa, ya lo sé... —me interrumpe con una reacción exagerada—. ¿Aún quieres estudiar medicina?

—¿Esto es sobre mí o sobre ti? —Pregunto.

—No es fácil hablarte cuando estás así... Pasa que estoy teniendo muchas dudas con respecto a la universidad. Por eso te lo pregunto: ¿Tú quieres estudiar medicina aún?

—¿Tú no?

—Vinka...

—No lo sé, estoy entre la tipografía y la medicina.

Tienes una cita (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora