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Antes.

Durante la tarde, Scott y sus padres llegan a la casa de los abuelos. La lluvia los retrasó un poco y ahora sus padres lucen demasiado estresados para ser vísperas de Navidad. Scott, por su parte, saluda a todos con un gran «Hola a todos» y se une a nosotros en la sala.

—Te perdiste la cara de la abuela cuando le dije que Vinka y Niall están juntos —es lo primero que Tom le dice, con la cara llena de risa.

—¿En serio hiciste eso?

—¿Lo hice, Vinka? —me pregunta.

Aunque por dentro sí me causa gracia, hago un esfuerzo por mantenerme seria y solo enarcar una ceja.

—No estoy preparada psicológicamente para sentarme a cenar con ustedes dos juntos esta noche —confieso.

Ambos de miran con rostros indignados, luego me ven a mí.

—Eso no es muy amable de tu parte —dice Scott, pero solo está siendo irónico.

Subo a ver a Ivana, que ya lleva un rato arreglándose para la cena, a pesar de faltar aún casi dos horas. Necesito tenerla de mi lado durante la cena, de otra forma ninguna de nosotras sobrevivirá.

Aprovecho del tiempo de sobra para tomar una ducha y, cuando salgo envuelta en una toalla, Ivana me mira por largos segundos con los ojos entrecerrados, a través del espejo.

—¿Pasa algo?

—¿Quieres que te maquille?

—Sería genial. —Sonrío. —Tú ya estás hermosa.

—No es cierto —dice avergonzada y desviando la mirada. Pero aún así, sonríe.

—¡Sí es cierto! –exclamo, sorprendida por su reacción.

—¿Recuerdas cuando te maquillé para salir a bailar en vacaciones de verano?

—Cuando fui al club con los chicos y Niall.

—Exacto.

—Esa noche comenzó muy bien y terminó muy mal. —Puedo recordar perfectamente el sabor a bilis subiéndome por la garganta aquella noche y, luego de devolver hasta mi desayuno, simplemente no recordé nada más hasta la mañana siguiente. Definitivamente fue una de las cosas más vergonzosas que me han pasado en la vida.

—Sí lo recuerdo —dice Ivana risueña.

—Igual, creo que no me arrepiento de nada.

—¿Por qué? —quiere saber.

—Porque antes de que todo terminara mal... —Me aseguro de que no haya nadie cerca que pueda escuchar esta conversación y bajo mucho el volumen de mi voz—: Niall y yo nos besamos.

Ivana abre tanto sus ojos, que creo que se van a salir de sus órbitas.

—¡¿Rompiste la regla de la abuela?! —susurra impresionada.

—Rompí esa regla más de una vez el verano pasado.

—¡Noooo! —añade, incrédula—. ¿Has hecho algo más, como, tú sabes, como, más que besarlo?

—No.

—Pero tú ya has... Con Theo, quiero decir...

—Sí, pero no debí haber hecho ninguna de las cosas que hice con Theo.

Cada vez que pienso en la idea de alguien más tocando mi cuerpo, me siento sucia y recuerdo sus manos.

—No es necesario apresurar las cosas, Iv. Todo ocurre a su tiempo.

Tienes una cita (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora