Capítulo 4🃏

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ADELINE IVANOVA

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ADELINE IVANOVA

Antes de bajar del auto tomo una toallita húmeda y limpio el maquillaje corrido que hay en mi rostro, dejo mi cara completamente limpia al natural y aunque intento limpiar mis nudillos el ardor no me deja continuar. Estaciono el coche y decido bajar, la casa de Keegan es completamente diferente a lo que me imaginaba.
Tiene un portón negro de frente y a lo que se ve de afuera, la propiedad es bastante grande. Se escucha música de fondo y siento que no es solo un festejo con sus amigos cercanos.

Cruzo la calle y toco el timbre que se encuentra en el portón, la cámara de seguridad se mueve para enfocarme y en segundos el porton se desliza abriéndome el paso hacia la casa.
Acomodo mi escote y entro, el jardín delantero está lleno de personas, hay luces de colores por todas partes y la música está muy fuerte. La luz de la luna alumbra la gran fiesta que se ha montado Petrov, intento buscarlo con la mirada pero entre tantas personas no logro encontrarlo. Camino y decido entrar a la especie de mansión, no hay muchas personas allí y eso hace que las miradas caigan en mí.

Camino lentamente evitando las miradas que se posan en mí y en mis manos lastimadas. Veo una puerta trasera abierta y decido pasar por alli, me quedo asombrada cuando noto que el verdadero descontrol estaba aquí detrás.
hay chicas completamente desnudas en la piscina, personas fumando y bailando descontroladamente.
Me quedo en un rincón hasta que veo a Vincent, él se acerca hacia mi con una sonrisa en el rostro y un vaso rojo en su mano derecha. Ya no está vestido de traje, está bastante informal y eso lo hacer ver mas tierno.

—Viniste—habla con un tono alto debido a la música.

—Así parece...

él ríe por lo bajo y bebe un trago de su vaso antes de dejarlo en un rincón del piso.

El silencio se hace incómodo entre nosotros pero antes de que pueda decir algo para salvar la situación aparece Keegan, lleva una camisa azul marino que está desabotonada por la mitad y un jean negro. Su cabello negro está completamente desordenado, tiene una botella de vodka en su mano mientras que la otra la posiciona en el hombro de su amigo.
Me observa con una sonrisa provocadora y decide hablar medio arrastrando las palabras.

—Adeeeeee—hace una pausa—. line—termina con una pequeña risa.

Pongo los ojos en blanco.

—¿Cuánto has bebido?—pregunto.

Hace puchero como si fuera un bebé y siento ganas de comerle esa boca tan irresistible que tiene.

—Tranquila, señora agria.—ríe—. Mis amigos policias no se enterarán.

Observo a Vincent y lo mira con diversión, como si estuviese disfrutando verlo de esa manera.
Miro a mi al rededor y noto que todo el mundo está disfrutando, cada uno está en su propia burbuja sin hacerle daño a nadie.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora