La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||

Capítulo 56🃏

ADELINE IVANOVA

—¿De qué mierda están hablando?—grito mientras seco mis lágrimas.

Siento un nudo en la garganta y todo el cuerpo me tiembla.

Papá me mira con lástima y eso es lo peor que puede hacer en este maldito momento.

Vincent se acerca con preocupación, tiene los ojos rojos pero se mantiene estable. Me mira a los ojos e intenta tomar mi mano pero me alejo de inmediato sin poder creer que todo esto es real.

—No te me acerques—espeto entre lágrimas.

Papá tiene los ojos llenos de lágrimas y lo veo como se intenta acercar hacia mí pero me alejo.

Los observo con una mirada acusadora y un sentimiento horrible que se me instala en el pecho.

¿Mi hermano?

!¿Qué mierda es esto?!

Intento hablar pero la garganta se me cierra y el puso me tiembla.

—Hija, tranquilízate, tenemos que hablar—pronuncia papá, intentando mantener la calma.

—¡No me pidas que me tranquilicé!—grito en respuesta.

Tengo que estar drogada.

Tuve algún tipo de accidente o algo así, está maldita mierda no puede ser real. No.

Vincent...

No.

Él solo es el abogado de los Petrov.

¿Por qué carajos sería mi hermano?

Todo mi sistema está alterado, no puedo lograr tranquilizarme.

Mi mente solo hace un resumen panorámico desde que lo conocí a Vincent hasta ahora y las lágrimas aumentan, me siento idiota. Una vez más me vieron la maldita cara de idiota.

Estoy harta.

Harta. Harta. Harta.

—¿Todo este maldito tiempo supiste?—inquiero furiosa mirando a Vincent a los ojos.

Traga saliva.

—Sí—confiesa.

Y suelto un grito lleno de furia mientras le doy un golpe al escritorio frente a mí.

—Tú...—intentro pronunciar llena de odio—. ¡Tú me engañaste todo este tiempo!—exclamo.

Él hace otro intento de acercarse pero lo alejo.

—Adeline, no podía decirte, créeme. No sabes lo mucho que quería que lo supieras pero...

—¡Callate!—bramo.

Estoy tan enojada, tan jodidamente enojada que siento que podría estallar en cualquier momento. Estoy perdiendo el control y eso nunca es bueno.

Ellos me están haciendo perder el control.

Todos se han estado riendo de mí todo este tiempo, he sido el puto bufón.

—Adeline escúchame—habla papá en un tono más alto.

Mi mirada se cruza con la de él y sólo siento decepción.

Estoy tan decepcionada.

Él era la única persona en este puto mundo que aún no me había roto el corazón pero la ha cagado.

Ya no tengo a nadie.

Ya no confío en nadie.

Me mantengo en silencio pero me arde el pecho, el sentimiento que estoy teniendo en este momento es un dolor tan horrible que no se lo deseo a nadie.