Capítulo 27🃏

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KEEGAN PETROV

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KEEGAN PETROV

Veo sonreír a Adeline por la estupidéz que acaba de decir Kaia, sé que en verdad le ha dado gracia porque ella es demasiado sincera como para reírse de cualquier cosa.
No puedo evitar observarla desde en frente, la forma en que es capaz de brillar sin siquiera esforzarse es increíble, todo en ella lo es.

Siento una mirada punzante sobre mí y noto que se trata de Khlaus, no deja de mirarme de esa manera tan oscura que tiene. Lo ignoro y comienzo a comer lo que hay en mi plato, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que está sucediendo.
Sé que todo fue un maestro plan de mi hermano para tenernos a ambos aquí dentro, aunque cada segundo que pasa creo que fue más por ella que por mí. A pesar de eso, debo admitir que me gusta tenerla cerca.

No pienso ocultarlo, Adeline logró endulzarme desde el primer momento que la vi llegar con toda esa belleza y autenticidad del mundo. Su mirada desafiante y el carácter intenso que tiene son capaces de atraerme por completo.

Al principio creí que con sexo me olvidaría de ella, pero definitivamente el sexo fue lo que logró que todo se salga de control. Ella me vuelve loco y hoy lo he confirmado, cuando la vi disparar con ese brillo en los ojos y sin rastro de miedo.

La sensual abogada va a ser mía, y no de una forma sexual, va mucho más allá de eso. Lo aseguro.

—Tenían que ver a Ade conduciendo a mi consentido—es Kaia la que rompe el silencio.

Levanto la vista y veo a mi hermana sonreír mientras la mira a Adeline, la cual no expresa ninguna emoción en su rostro.

Otro de sus talentos...

Jamás sabes que es lo que siente o piensa la señorita Ivanova, ella simplemente es impredecible. Tiene el talento de hacerte sentir en el paraíso pero en cuestión de segundos puede transferirte al mismísimo infierno y destruirte allí, frente a sus ojos.

Su carácter explosivo es mi debilidad, además de sus sexys tetas, obvio.

—De seguro se veía terriblemente sensual—pronuncio con la voz ronca.

ella clava sus ojos azules sobre mí pero se limita a llevar un trozo de tomate a su boca, sin importancia.

Mi hermano observa cada uno de mis movimientos y sé que algo lo está perturbando. Kaia nos mira a ambos y pone los ojos en blanco.

—Te lo aseguro—confirma mi hermana.

Sonrío y sigo comiendo mi comida. El silencio es sepulcral pero de alguna manera todos estamos fundidos en nuestros pensamientos.
Luego de unos minutos escucho a Adeline pedirle whisky a la señora del servicio, está tensa y aunque intento entender su actitud no puedo. Su humor cambió en segundos.

La veo tomarse el whisky como si fuera agua, sin pudor de estar frente a nosotros.

Suena el celular de Khlaus y rápidamente mi mirada cae sobre él, deja el celular sobre la mesa y puedo observar cada movimiento. Le ha llegado un mensaje de un número desconocido, él lo abre y de pronto aparece una foto de una rubia muy atractiva, está completamente desnuda y tiene unas esposas en sus manos.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora