KEEGAN PETROV.
La observo dormir desde la otra punta de la sala, su cuerpo está desparramado en el sillón del centro mientras que su largo cabello negro cuelga en el piso. Nunca creí que observar dormir a alguien se volvería mi pasatiempo favorito.
Se ve como un maldito Ángel cuando duerme, sin embargo, se convierte en un malicioso demonio cuando despierta.
Eso. Exactamente eso es lo que me atrae de ella.
¿Cómo alguien puede llegar a ser tan perfecto e incorrecto a la misma vez?
Me quedo por unos minutos más y luego me levanto y salgo de allí, al abrir la puerta me topo con Vincent. Tiene unas ojeras terribles, está sin camisa y en ropa interior. Me observa confundido, se me queda viendo por unos segundos hasta que algo pasa por su mente y su rostro se torna serio.
—¿Adeline está ahí?—inquiere con una ceja enarcada.
Pongo los ojos en blanco y termino de cerrar la puerta detrás de mí, paso por adelante de Vinc y siento sus pasos seguirme hacia la cocina que está hecha un desastre al igual que toda la casa.
—¿Qué quieres Vincent?—pregunto mientras tomo un vaso de agua.
—¿Te acostaste con ella?—indaga.
Sonrío ante mis vagos recuerdos de lo que sucedió anoche. La forma en que me deseaba pero forzaba todo su autocontrol para jugar conmigo y que sea ella la que tenía el completo control de la situación.
Mierda, hasta drogada es hermosa.
—Me duele confesar esto querido amigo, pero no.
Mi respuesta lo sorprende y veo como su rostro se libera de tensión, como si se hubiese sacado un peso de encima.
No recuerdo todo lo que sucedió pero según mi mente, ella comenzó a acariciar mi cuerpo, estuve a punto de comerle la boca pero como todas las veces ella tomó el control y me dejó con las ganas. Después de unas horas de nuestro coqueteo alucinante, se durmió.Me desperté hace una hora y me duche para luego ir a ver si había despertado pero como una puta adicción, ni pude resistirme y me quedé a verla dormir.
Me enferma pero me encanta lo que ella me provoca.
—No jodas con ella Keegan, no es igual que todas—dice el castaño mientras se toma una aspirina.
Frunzo el ceño y lo miro a los ojos.
—Claro que no es igual que todas—hablo serio—. Anoche he podido darme cuenta.
Él bebe su vaso con agua y yo pierdo mi mirada en un punto fijo pero por mi mente solo pasa su rostro.
>>Es muy difícil de explicar, es como si mi mente colapsara cuando se trata de decir con palabras lo que ella causa—mi voz es baja—. Esa mujer es una perfección pura, y no hablo solo de lo físico, Adeline es capaz de tener el mundo a sus pies si así lo quiere y lo que más me encanta es que ella está consciente de ello.
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La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||
AcciónUna abogada corrompida por sus propios demonios. Una mafia sangrienta y peligrosa. Dos hermanos capaces de hacer arder el mundo por conseguir lo que quieren. Una pasión implacable que causará una desastrosa guerra de poder en Rusia. > #1 borderl...