Capítulo 40🃏

9.9K 704 162
                                    

⚠️🔞Contenido +18

ADELINE IVANOVA

Con los tacones en mano y sobreviviendo al alcohol en mi sistema, saco la tarjeta que abre la puerta de la suite y cuando escucho el pitido tomo el picaporte.

Al entrar, lo hago cuidadosamente y en completo silencio. Tiro mis cosas al piso para comenzar a caminar hacia el living. Lo hago con tranquilidad pero me quedo a mitad de camino cuando veo una imagen que se queda impregnada en mi mente.

Khlaus con un trago de whisky en su mano, está parado en una esquina, tiene la camisa abierta y su cabello está un poco despeinada. Mi mirada prosigue a observar a Keegan el cual está acostado en uno de los sofás, a diferencia de su hermano, éste está prolijo y arreglado. Los rostros de ambos están serios, al oirme llegar, de inmediato sus miradas pesadas caen sobre mí.

Qué carajos.

Está a punto de amanecer y no creí que me esperarían despiertos hasta tan tarde.

Trago grueso y camino hacia ellos lentamente, esta situación me sorprende tanto que ni se como debo actuar.
Descalza y con un sueño de puta madres, me paro frente a ellos y los miro con una expresión extraña.

—¿Qué hacen aquí despiertos?—pronuncio.

Ni siquiera yo sé el porqué pero una extraña sensación recorre mi cuerpo.

—Por supuesto que esperándote no—dice Keegan en un tono sarcástico.

Le doy una mirada asesina y me acerco hasta donde está Khlaus para darle un trago al whisky, debería estar tomando agua pero creo que de un momento a otro es lo que necesito.

Khlaus no dice nada, su silencio es aterrador.

—No deberían haberme esperado—suelto de repente.

Suspiro e ignoro las miradas de ambos perseguir cada uno de mis movimientos.

—¿Cómo te fue?—habla el rubio en un tono ronco.

Levanto nuevamente mi mirada para verlo.

—Bien, ¿qué esperabas?—respondo a la defensiva.

Él clima se torna tenso y veo a Keegan ponerse de pie.

Ambos están parados frente a mí y lo único que hago es tragar saliva y no quitarles la mirada de encima.

Sus presencias son demandantes.

—¿Qué fue lo que ocurrió?—inquiere Keegan, en un tono serio.

Pongo los ojos en blanco y me hago un paso hacia atrás mientras intento evadir todo lo que se viene.

El silencio es absoluto y comienzo a sacarme el vestido tranquilamente frente a ellos, estoy agotada y ya me siento sofocada por la ropa. No sé porqué carajos hago esto, no tendrían porqué intimidarme.

No sé si es el sueño, el alcohol o los nervios pero muchas cosas empiezan a pasar por mi mente.

—¿Hace calor verdad?—hablo como si nada.

Me paseo en ropa interior por la sala, llega un momento en que me detengo frente al apoyamanos del sillón y doy un suspiro.

—Habla—demanda Khlaus.

Los miro a ambos.

—Mañana tendrán la reunión con él y seguramente ya tengan un sí por respuesta—informo sería.

Se podría decir que ninguno de los dos estaba esperando esa respuesta, hace tan sólo unas horas estaban super preocupados en cerrar el trato y ahora me miran como si eso fuese lo que menos les interesara.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora