Capítulo 45🃏

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ADELINE IVANOVA

-¿Qué hacen aquí?-bramo, furiosa.

Ambos me siguen la mirada hasta llegar a la misma visión que yo, Keegan suspira y Khlaus simplemente observa.

¿No van a hacer nada?

-Cálmate-ordena el Pakhan.

Lo miro de la peor manera posible, volviéndolo a su lugar en cuestión de segundos.

No puedo quedarme así como si nada, están aquí y con mi puta familia. Estos juegos de mierda no me gustan nada.

Keegan se acerca y coloca una mano en mi hombro.

-No te alteres, sólo les darás lo que desean-murmura.

No importa lo que me digan, mi pulso está acelerado y la furia crece dentro de mí.

¿Max? ¿Lara? ¿Mi mamá?

¿Qué hacen hablando con ellos?

Mi mente no deja de maquinar a cada segundo, estoy enojada pero no sé siquiera porqué lo estoy en realidad. Tal vez me enoja que en el fondo me estoy preparando para una decepción más.

Mamá no es una tonta, sabe perfectamente con qué clase de gente está tratando. Lara la sigue a ella y Max... Él sabe mejor que nadie.

No lo soporto.

Quizás no había admitido internamente que ahora estoy ligada para todo con los Petrov, incluso las guerras.

-Tengo que ir-suelto, sin pensarlo.

Un agarre leve se posiciona en mi muñeca.

-No-habla firme.

Lo miro a Khlaus a los ojos y todo mi odio pasa hacia él.

Los hermanos crean una especie de ronda al rededor mío para disimular, los miro a los ojos y no puedo concentrarme. Quiero golpear a alguien, quiero ir a averiguar lo que pasa, necesito solucionar todo esto.

-No me dirás qué hacer-respondo-. Son mi...

-Debilidad-completa la frase.

Me suelto de un tirón.

-Te lo advertí desde el primer momento, Adeline. Tú mejor que nadie sabes que las debilidades son joyas para los enemigos-sigue hablando en un tono serio-. Ya no eres simplemente Adeline Ivanova, te conviene que te controles.

Sus duras palabras solo hacen que mi furia aumente, siento un ardor que se instala en mi pecho el cual no puedo parar. Me quedo en silencio pero mi mente no deja de analizar todas las posibilidades que tengo que actuar. Mi corazón late frenéticamente y mis manos sudan tanto que me quito los estúpidos guantes.
Me conozco y sé lo que se viene, por eso mismo, me adelanto y comienzo a respirar profundamente para intentar alcanzar un poco de calma en mi sistema.

Estoy inquieta, mi pie no deja de dar toquesitos y mis manos no dejan de moverse.

No puedo pensar en otra cosa que no sea eso.

Papá no está con ellos...

¿En dónde está?

Tengo que ir a buscarlo.

Tiro los guantes al piso y comienzo a caminar, siento todo mi cuerpo adrenalinico, casi imposible de controlarlo. Uno de los Petrov intenta detenerme una vez más pero me volteo.

-¡No me toques!-le advierto.

Continúo caminando, trotando diría.

Miro hacia todas partes intentando buscar a papá pero no lo veo por ningún lado. Decido entrar al salón que se encuentra vacío ya que la fiesta es al aire libre, estoy caminando pero no siento mis pies, tan solo sigo un objetivo.
El lugar es grande y hay algunas personas pero él no está entre ellos, me desespero y continuo buscándolo. Encuentro una puerta en uno de los pasillos, estoy a punto de abrirla pero a causa del silencio absoluto en el lugar, logro oír las voces que provienen de allí dentro.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora