Capitulo 36🃏

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ADELINE IVANOVA

Fueron las palabras mas sinceras que salieron de mi boca en mucho tiempo, no lo pensé, simplemente exprese lo que siento en este momento. Nuestras miradas son intensas y cargadas de demonios internos que ninguno de los dos comparte, siento como el silencio en la habitación se hace pesado y comienzo a arrepentirme.

Sus pasos son lentos y precisos, se acerca hacia mi y trago grueso. Sin quitarme la mirada, su mano derecha se encarga que acariciar mi rostro de una manera detallista y un poco rara, es como si con su mano trazara la admiración que tiene por mi rostro.

No hacen falta las palabras para sentir de alguna manera la conexión entre ambos, no es carnal, no es superficial, es un sentimiento raro y difícil de expresar con palabras. Se siente como si nuestras energías se complementaran de inmediato con tan solo estar cerca uno del otro. 

Es el deseo el sentimiento mas fuerte del ser humano, es el sentirse deseada lo mas atractivo para una mujer, quizás tardamos mucho en comprender esto y en darnos cuenta de que la química va mas allá de follar y sentir placer con el contacto físico. 

Hoy lo comprendo.

—¿Lo quieres?—pregunta mirando a los ojos, en un tono serio y ronco.

Lamo mis labios y no despego mi mirada de la suya.

—Mucho—respondo de inmediato.

Khlaus ha sido un torbellino que entro a mi vida de un día para el otro, fue la causa de un giro rotundo en mi rutina de vida. El creo el caos en mi o quizás simplemente lo liberó. 

Somos tan diferentes pero iguales a la misma vez, lo odio pero al mismo tiempo lo admiro, lo detesto por incitarme a ser otra persona pero le agradezco por darme la libertad de ser. El ha visto algo en mi que nunca nadie fue capaz de ver, Khlaus no me juzga, no me reprime, el simplemente me ayuda a mostrar lo que verdaderamente soy.

Soy mucho más que Adeline Ivanova, soy mucho más que la abogada del Diablo. Quizás me he puesto en el segundo papel toda mi vida, tal vez ni siquiera sea la abogada del Diablo sino que soy el mismísimo Diablo.

El tacto de su mano se desliza hasta llegar a mi cintura, aprieta con fuerza logrando pegar nuestros cuerpos calientes. Su mano se mete por debajo de el remeron que llevo puesto, haciendo contacto con mi trasero desnudo y sujetándolo como si le perteneciera. Mis manos comienzan a moverse hacia su torso completamente desnudo, mis dedos trazan un camino en el como si fuera una obra de arte. Muerdo mi labio inferior al sentir su toque cada vez más apasionado.

Cierro los ojos dejándome llevar por el placer, Khlaus se deshace de la única prenda de ropa que llevo puesta. Estoy completamente desnuda ante sus ojos, su mirada implacable me recorre por completo, haciéndome sentir deseada y admirada.

Siento su boca en mi cuello, sus labios suaves y húmedos me recorren en mi punto más débil. Mi respiración comienza a alterarse y logro sentir su boca en mi oído.

—Tu eres mi reina—afirma.

Trago saliva y de un segundo a otro nuestras bocas se fusionaron en un beso fogoso y apasionado. Envuelvo su cuello con mis brazos mientras sus manos toman con fuerza mi cintura, el calor comienza a aumentar y disfruto cada segundo que ocurre.

Nuestro beso es delicado pero al mismo tiempo desenfrenado, compartimos miles de sensaciones a través de él. Puedo emanar la energía sexual que nuestro cuerpos imploran, me toma con sus fuertes manos y me tira a la cama sin siquiera cortar el beso. Mis piernas se abren de inmediato para dejarlo colocarse entre ellas. Acaricio su espalda desnuda, tallando parte de su tatuaje con mis dedos. 

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora