Capítulo 3🃏

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ADELINE IVANOVA

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ADELINE IVANOVA

Me sonríe de una forma perversa mientras que frota sus ojos reiteradas veces. Se hace un paso hacia atrás y aprovecho para entrar a mi habitación, el olor a alcohol inunda mis fosas nasales y arrugo mi nariz.

Max recorre mi cuerpo con su mirada y recuerdo que aún sigo en ropa interior.

—Te estaba—hace un pausa y aclara su garganta—. Esperando...—termina, arrastrando las palabras.

Suspiro y comienzo a caminar en la habitación buscando las cosas necesarias para ducharme. Él me sigue y me toma de la mano, está demasiado ebrio.

Volteo y lo miro a los ojos, su cabello está despeinado y sus ojos de color ámbar están rojos.

—¿Qué quieres Max?—pregunto en un tono alto—. Mi hermana de seguro debe estar esperándote.

Sus ojos se abren con más intensidad y se queda paralizado mirándome a los ojos.

Mi cuñado, mi colega, Max Thomson...

Acá viene la parte en que lo presento a él, el hombre con el que me acuesto hace más de cinco meses. Todo comenzó cuando quise vengarme de mi tan querida hermana Lara. Sí, soy una maldita perra, no diré lo contrario. Suelo llegar a mi límite demasiado rápido, mucho antes que las personas normales.
Quise demostrarle que su vida no era tan perfecta como lo aparenta, que no debería confiar ciegamente en las personas porque en cualquier momento la pueden abandonar...

No fue fácil seducir a Max, es un hombre bastante fiel, bueno, lo era.
Por más esfuerzos que hizo, terminó cayendo a mis pies, como cada uno de los hombres que me he cruzado en toda mi vida. Hombres que cometen pecados irremediables por el simple hecho de caer en la tentación.

No pretendo ser la buena de esta historia, me conformo con ser la puta ama.
Mi plan no era acostarme con el prometido de mi hermana durante cinco meses, mi plan nunca fue que él se enamorara de mí pero de todas formas, sucedió.

Me convertí en su debilidad, en una necesidad para vivir y no pude hacer nada para impedirlo. Está a punto de casarse con mi hermana pero me ama a mí, pero yo no lo hago. No siento absolutamente nada por Max y sé que el estar jugando con sus sentimientos y su deseo me traerá problemas en algún momento.

Problemas que estallarán.

—Sabes que te quiero a ti—susurra.

<<ese es tu mayor error, Max>>

Nunca, jamás, seré la opción correcta.

Me quedo en silencio y él coloca una mano en mi cintura desnuda, al mismo tiempo que comienza a besar mi cuello. Accedo pero no siento ganas, estoy demasiado estresada. Antes de que siga avanzando intento quitarlo de encima pero me ignora y sigue besándome.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora