La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||

Capítulo 50🃏

ADELINE IVANOVA

¿Cómo debería sentirme? Es irónico que esté pensando en esto Pero es lo único que pasa por mi mente. Estoy tan jodida como para sentirme en paz absoluta en este lugar, en esta vida, en esta oscuridad rodeada de asesinos y monstruos.

¿Por qué se siente tan bien?

Aquí me siento querida, cómoda, aceptada...

No tengo miedo, de hecho, esta clase de monstruos jamás me han dado miedo. Cuando tocas fondo desde muy pequeña, aprendes a ver la oscuridad como la más bella salvación. Las personas no se joden así porque sí, a las personas las joden.
Sentirme juzgada y tratada de loca toda mi vida ha logrado que el lugar en donde más cómoda me siento es en la perversidad de la mismísima mafia.

Pero, ¿quienes somos la personas para juzgar? Estar en la luz no significa no estar jodido. Hay monstruos mucho peores fingiendo ser buenas personas y no hay algo más cínico que eso.

Nos implantan en la mente que lo legal es lo correcto, que lo impuesto es lo moralmente correcto... Las peor maldad está escondida detrás de toda esa falsa moralidad.

Debo dejar de juzgarme cada vez que me siento parte de este mundo, debo dejar de preguntarme si estoy haciendo bien o no. Estoy jodida y eso ya no lo podrá cambiar nada ni nadie....

No nací para fingir ser la blanca paloma de la paz, nací para el ser cuervo al que todos le temen.

Salimos afuera y aprecio el lugar, está todo perfectamente decorado y lleno de personas. La música está en un volumen medio, hay barras con tragos para todos y la libertad que impone esta clase de gente, algunos están fumando marihuana y otros hasta tomando cocaína. Este lugar está completamente lleno de mafiosos, no se avergüenzan en lo absoluto y llevan con orgullo las armas en sus cinturas.

Las miradas caen sobre nosotros, está vez no solo miran a Khlaus y Keegan como si fueran Dioses, ahora también me miran a mí.

Mi mirada de superioridad y el mentón en alto me ponen en una gran posición, caminamos entre las personas y toda una sensación me recorre el cuerpo.

Quiero esto.

Quiero el poder.

Quiero ser superior.

Ser respetada y admirada.

Los hermanos Petrov han vivido esto desde que son niños, han crecido en esta vida llena de poder y sangre. Khlaus actúa como todo un Pakhan, las personas lo idolatran y al mismo tiempo le temen, Keegan sigue sus pasos y su ego sale a flote.

Muchos de los mafiosos presentes me miran con deseo, otros con intriga y algunos simplemente lo hacen de una mirada de superioridad. Estoy siendo presentada ante la organización, ante cientos de hombres poderosos, asesinos y sangrientos. Hay algunas mujeres pero no son más que las elegidas para acompañar a un hombre, son aquellas que deciden humillarse para que un masculino ejersa el poder en ellas.

Estoy consciente de que es la primera vez que una mujer está asumiendo el poder en la mafia rusa. Se supone que esto no está permitido y es una de las reglas principales pero está a punto de cambiar. Habrá muchos que se opondrán pero en este momento lo que menos me importa es un hombre con el ego herido.

Estoy aquí y a partir de esta noche todo va a cambiar, nadie me va a parar.

Sentir está sensación de poder en mis manos solo me ha dado ganas de más. Lo voy a conseguir todo y cada vez estoy más cerca de eso.

Soy una reina y voy a reinar el infierno lleno de demonios.

Camino en medio de ambos y mi energía superior es muy notable, las miradas empiezan a ser de temor e incertidumbre. Mi personalidad explosiva y llena de fuerza está preparada para todo lo que se viene.