ADELINE IVANOVA
—Podemos ir de compras si quieres—ofrece Kaia.
Estamos acostadas sobre mi cama una al lado de la otra, estos días no me he estado sintiendo muy bien y ella lo ha notado.
—Es buena idea—respondo casi sin ganas.
La espalda me duele demasiado y estoy harta de no estar activa como siempre. Me levanto de la cama y un fuerte mareo vuelve a desestabilizarme.
Coloco una mano en mi frente y cierro los ojos ante el dolor que se instala en mí.
—Ade, ¿No crees que te está pasando muy seguido esto?
La voz de Kaia solo hace que me irrite más, llevo días de esta manera y tal vez lo estoy negando para convencerme de que no es nada. Sólo hay dos opciones y ninguna es de mi agrado.
Tengo que recuperarme.
Voy a estar bien...
Respiro hondo y me compongo de nuevo, volteo y veo a Kaia con una expresión extraña, como si quisiera decirme algo.
—Dilo—pronuncio.
Ella traga saliva y se ve un poco penosa.
Se muerde el labio inferior y decide ponerse de pie, frunzo el ceno ante su actitud mientras la veo pararse frente a mí con preocupación.
—¿No crees que deberías hacerte un test de embarazo Ade?—expresa con un tono inseguro.
Mi rostro se transforma por completo y no soy capaz de reaccionar de otra manera. Me quedo en silencio por unos segundos y ambas compartimos miradas.
—No—niego.
No.
Ella suspira y me da una mirada intimidante.
—Sólo para descartar—insiste.
Mierda.
Nonono.
Ni siquiera soy capaz de imaginarlo.
Suspiro agotada y estoy segura que mi cara de terror es totalmente notable ya que Kaia está más preocupada que yo.
No puedo estar embarazada.
No lo estoy.
Carajo.
—No puedo estar embarazada Kaia—le digo llena de preocupación.
Se muerde el labio nerviosa y coloca una mano en mi hombro para mostrarme su afecto y compañía.
—Tranquila, no es nada seguro—intenta apoyarme.
Siento como si un maldito balde de agua helada me hubiera caído encima.
Hasta de solo pensarlo es algo que me aterra por completo, siento como todos los nervios se apoderan de mi cuerpo y no creo volver a estar tranquila hasta que me haga ese maldito test de embarazo.
Kaia y yo salimos de la finca en su auto, vamos a ir a la ciudad a hacer algunas comprar con la intención de relajarme pero una de esas compras es la farmacia y eso me desespera.
Estacionamos el auto mientras bajo con mi cartera de mano, en centro comercial está lleno pero eso me ayuda a distraer mejor mi mente. Comenzamos a pasearnos de tienda en tienda, nos atienden perfectamente y las bolsas comienzan a llenarse en nuestros brazos. Sinceramente nos hemos comprado tanto como quisimos, aunque el estilo de Kaia y el mío son un poco diferentes ambas nos acompañamos.Con las bolsas en mano y un poco más relajada camino junto a la menor de los Petrov por el centro comercial. Mi sonrisa se borra y no puedo evitar reaccionar cuando veo a Lara junto a Max en una de las tiendas. Ella carga con su panza que está mucho más grande que la última vez que la vi, su esposo tiene las manos llenas con sus bolsas y su cara expresa todo menos emoción por acompañarla.
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La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||
AcciónUna abogada corrompida por sus propios demonios. Una mafia sangrienta y peligrosa. Dos hermanos capaces de hacer arder el mundo por conseguir lo que quieren. Una pasión implacable que causará una desastrosa guerra de poder en Rusia. > #1 borderl...