Capítulo 30🃏

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⚠️Alerta⚠️
contenido sexual explícito +21🔥.
(De todas formas lo van a leer pero me gusta exagerar😼🤣)

ADELINE IVANOVA


Sus miradas fulminantes caen sobre mí pero trato de concentrarme en las palabras de Max desde la otra línea, se lo escucha muy ebrio y no soy capaz de comprender.

—¿Max? ¿Estás bien?—hablo.

El rostro de Keegan se torna serio mientras que a Khlaus se le aparece una sonrisa maliciosa.

Mi corazón late sin parar y no sé si es por el hecho de que ambos me observan de forma intimidadora o porque estoy preocupada por Max.

—Ade, necesito verte, quiero que nos veamos.

Suelto un suspiro al escucharlo, no sé que es lo que le sucede pero necesito estar ahí para él.

—Yo... ahora no puedo, ¿qué te sucede Max? ¿Por qué me llamas borracho a esta hora?

Él no es una persona que emborracharse porque sí, tengo la impresión de que algo ha sucedido y me siento pésimo por no estar allí. Sé que tal vez Khlaus tiene razón y debería dejarlos a todos ellos atrás pero no puedo, es como una maldita droga, sabes que esas personas te harán mucho daño pero de todas maneras sientes unas ganas inmensas de permanecer ahí.

Trago saliva y pongo una mano en mi frente intentando controlarme. Max es mucho más que una persona con la que solía tener sexo, yo debería ayudarlo por más que sea una estupidez.

—No lo aguanto, Ade. No puedo sacarte de mi cabeza, necesito que nos vayamos juntos, lejos de toda esta puta mierda.

Max grita y los hermanos escuchan perfectamente sus palabras.

Siento la incomodidad por las miradas de Keegan pero al mismo tiempo me siento presionada por la sola presencia de Khlaus, él está esperando que yo fallé, el maldito me observa como a su maldito experimento.

Un nudo se instala en mi garganta y mis ojos se llenan de lágrimas, no por tristeza, más bien por impotencia.

—Vas a tener un hijo, Max—pronuncio con la voz frágil.

Lo siguiente que escucho es que Max maldice casi a gritos, se escucha mucho ruido hasta que logro escucharlo con claridad.

—¿en dónde estás? Iré a buscarte Adeline, ya estoy aquí arriba del auto.

—¡No! Max, bájate de ese auto. Estás muy borracho para conducir—exclamo.

No me escucha y se limita a decir alguna respuestas un poco suicida, está convencido con venir a buscarme y puedo escuchar como los demás autos le tocan bocina. Se va a matar y será por mi culpa.
Me siento atada de pies y manos, mi cuerpo se altera por completo y decido mandar todo a la mierda.

—¡Max, escúchame!—grito—. Dime en dónde estás, iré por tí.

Aquellas son las palabras que desenfocaron a ambos hermanos, me miran como si fuera la peor persona en este mundo. En cuanto escucho la dirección, corto la llamada y subo las escaleras desesperada. Sé perfectamente que no llegaré y eso me desespera, son siete horas en auto desde aquí, estamos muy lejos y creo que lo olvidé por un segundo. Sólo espero que al saber que voy para allí, lo detenga a hacer una locura.

La abogada del diablo© ||#1 Trilogía Purgatorio||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora