Q U I N C E

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Era imposible no pensar en lo lentas que pasaban las horas cuando el profesor de Márketing no paraba de hablar, hasta el reloj parecía aburrido de todo aquello. Era martes, rozábamos el final de las clases por aquel día y yo solo podía pensar en llegar a mi casa, darme una ducha caliente y meterme en la cama a ver series el resto de la tarde

No había vuelto a saber nada de Hobi. Tampoco voy a decir que me molesté mucho en cambiar la situación, porque estaría mintiendo. Sabía que sentía algo por mí y que no podía pasar por alto el pequeño detalle de que a mí en realidad quien me gustaba era su mejor amigo. Le echaba de menos y toda esa situación no hacía más que entristecerme cada vez que lo pensaba, pero era consciente de que ambos necesitábamos un tiempo para pensar.

– Lilly, ¿nos vamos? – preguntó Mark asomándose por la puerta de mi clase al llegar el final de la última hora.

Recogí todas mis cosas lo más rápido que pude y me reuní con mi amigo, quien me esperaba en el pasillo. Íbamos charlando tranquilamente mientras caminábamos entre el resto de alumnos hacia la salida. Hobi salió de una de las aulas, me miró fijamente, se dirigió a toda prisa hacia la salida del edificio y desapareció.

– ¿Seguís sin hablaros? – preguntó Mark antes de verme asentir. – Vaya, pensé que lo habíais solucionado en la fiesta de Jimin.

– No es tan sencillo como parece. – dije intentando sacarme de la cabeza el último fin de semana.

Mark abrió la puerta que daba a la calle y me cedió el paso para que saliese yo primero.

– ¿Ese no es Yoongi? – dijo Mark parándose en medio de las escaleras llamando mi atención.

Le pedí a mi amigo que me esperase mientras me acercaba a hablar con el chico que estaba sentado en un banco mirando fijamente la pantalla de su móvil. Me quedé callada a su lado, esperando a que empezase a hablar, cosa que ambos sabíamos que no iba a pasar.

– Hobi ya se ha ido. – fue lo único que se me ocurrió decir para romper el hielo.

– Lo sé. – dijo sin apartar la mirada del teléfono.

– ¿Tienes algún motivo para estar aquí? – pregunté sorprendida ante la actitud tan extraña de Yoongi. – ¿Alguna especie de misión secreta?

– ¿Vas a volver con Mark a casa? – preguntó como respuesta a mi pregunta.

– Él solo me acompaña hasta la parada del metro. – contesté intentando no sonreír como una estúpida al ver a Yoongi dudar tanto. – Te toca responder a mis preguntas.

– Hoy no he venido a buscar a Hobi. – contestó encogiéndose de hombros.

– Gracias por la aclaración. – dije soltando una risa ahogada. – Venga, ahora en serio.

– ¿Quieres ir a comer conmigo o no? – dijo frustrado dejando caer su cabeza hacia atrás y mirando al cielo.

– Tienes una forma muy extraña de pedirme una cita, Yoongi. – contesté con una gran sonrisa antes de agarrar la manga de su sudadera para tirar de él y obligarlo a levantarse.

Nos despedimos de Mark en la parada de metro que solíamos coger para volver cada uno a su casa. Mientras andábamos no pude evitar fijarme en lo distinto que parecía Yoongi. Toda la seguridad que solía desprender se había esfumado sin dejar rastro. Llevaba las manos metidas en los bolsillos de su cazadora de cuero negra como si aquello fuese su lugar seguro y me miraba de reojo cuando fingía no prestarle atención.

– Estás más callado de lo normal. – dije sin poder evitarlo. – ¿Ha pasado algo?

– No, todo está bien. – contestó dejándome callada. – ¿Ha mejorado el tema de Hobi? – preguntó mirándome fijamente.

Shetland (Min Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora