Desperté sola en aquella habitación. Min Yoongi había desaparecido por completo, no solo del cuarto, también del apartamento. Sabía exactamente el motivo de su repentina huida y por ello no me molesté en averiguar su paradero.
Hobi dormía plácidamente en el sofá a pesar de estar en una postura que parecía de todo menos cómoda. Gracias a la ropa del día anterior que no se había molestado en quitarse y a su olor a alcohol, supuse que había caído rendido en el sofá nada más llegar.
Tras cambiarme, cogí mis cosas y me fui de esa casa sin avisar a nadie. Mientras caminaba de vuelta a mi hogar pensé en todas las cosas que habían pasado esa misma noche. Habíamos estado a punto de besarnos de nuevo, pero él se echó atrás en el último momento y no podía evitar sentirme terriblemente mal por ello. Deseé tener la capacidad de retroceder el tiempo, de cambiar al menos lo que había sucedido horas atrás.
– ¿Hay alguien? – pregunté al entrar por la puerta de mi apartamento.
Nadie contestó, por lo que pasé al comedor donde la ropa que la noche anterior estaba desparramada por el suelo ya no estaba, señal de que me encontraba sola, sin amantes secretos de por medio.
Decidí ocupar mi tiempo a solas en ponerme al día con los trabajos que me habían mandado en la universidad y que tenía que acabar antes de regresar de las cortas vacaciones de Navidad. Maddie llegó unas horas después de su viaje con Jungkook y por su cara deduje que algo no había ido del todo bien.
Quise hacerle justicia a mi papel de mejor amiga, y tras escuchar atentamente el motivo por el que Maddie no quería ver a Jungkook, intenté distraerla con el cotilleo más esperado por ambas.
– No te creo. – dijo llevándose la mano a la boca sorprendida. – ¿Estás segura?
– Bueno, dudo mucho que otra pareja se hubiese colado en nuestro apartamento.
– Es que... ¡Lo sabía! – dijo con una mezcla de alegría y molestia.
– ¿Qué sabías? – dijo Alex entrando al apartamento. – Se te ha escuchado gritar desde el rellano.
– ¡Tú! Maldita traidora... – el rostro de Alex dejaba claro que no sabía exactamente qué estaba pasando. – ¿Cuándo pensabas contármelo?
– ¿Qué se supone que tengo que contar exactamente?
– Deja de hacerte la tonta, sé perfectamente que tienes algo con Jin.
– ¿Quién te ha dicho eso? – Alex dejó salir una risa fingida con la intención de borrar la tensión del ambiente.
– La misma persona que os escuchó anoche. – Maddie me señaló y yo puse mi mejor cara de inocente.
– ¿Estuviste aquí? – preguntó Alex ignorando a su hermana y yo asentí con cautela. – ¿Y dónde has pasado la noche?
– En casa de Yoongi. – las hermanas alzaron sus cejas sorprendidas y yo simplemente rodé los ojos. – No me miréis así, en algún sitio tenía que dormir.
– Claro, y la cama de Yoongi era el mejor sitio. – dijo Maddie divertida.
– Pues mejor que dormir en la calle desde luego. Volvamos a lo verdaderamente importante, ¿Alex?
– ¿Sabéis? No tengo que daros detalles de mi vida. – Maddie y yo miramos a la mayor ofendidas. – Ya sabéis más de lo que me gustaría, solo os pido que no os vayáis de la lengua.
– Nunca tengas hermanas Lilly, solo sirven para tratarte mal. – y tras decir aquello, Maddie se marchó a su habitación ofendida.
A raíz de aquello, Alex fue sincera a la hora de hablar sobre sus escapadas nocturnas, las cuales como ya sabíamos, no eran simples paseos solitarios a orillas del río Han. Las dos noches siguientes Jin apareció en nuestro apartamento únicamente para recoger a la invitada.
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Shetland (Min Yoongi)
Romance¿Serías capaz de aguantar a una persona tan borde? Lilly Williams pensaba qué lo tenia claro, a Yoongi no.