– Hobi, ¿puedes concentrarte? – le pedí a mi amigo mientras estudiábamos en la biblioteca.
– Es que esto es muy aburrido, no puedes negarlo. – contestó él mientras se llevaba las manos a la cabeza y se revolvía el pelo.
– Tenemos que presentar el trabajo en dos semanas y no tenemos nada aún.
Entre nosotros las cosas no habían cambiado nada. Tampoco nos habíamos molestado en hablar, quizá porque era un tema un poco difícil de tocar, o igual porque ninguno de los dos sabía qué pensar. ¿Me gustaba Hobi? Sin duda. Pero, ¿me gustaba tanto como para tener algo más? Esa era la gran incógnita.
Estábamos a miércoles, y aparte de estar trabajando con Hobi en nuestro proyecto de clase tenía que centrarme en organizar el cumpleaños de Maddie. Cualquier otro año hubiese sido sencillo: saldríamos todos a tomar algo, iríamos a un karaoke donde daríamos la nota y acabaríamos durmiendo todos en nuestro apartamento de cualquier forma. Pero esta vez era todo distinto. Lucas y Mad no se hablaban desde la fiesta del sábado y sabía que si faltaba uno de nosotros nada sería lo mismo.
Volví a casa a última hora de la tarde, agotada después de intentar que mi compañero hiciese algo más aparte de levantarse para comprar café en la máquina de la primera planta. Dejé el bolso con las cosas de clase a los pies de mi cama antes de ir a la cocina para empezar a preparar la cena. Decidí llamar a Lucas mientras me ponía a cocinar. Al parecer aquella tarde Maddie y él habían discutido, y se negaba en rotundo a venir al cumpleaños de nuestra amiga. Cuando terminé de hablar con él me dí cuenta de que Mad había vuelto de trabajar, justo a tiempo para escuchar la conversación.
Mi amiga me contó lo que había pasado y acabamos hablando un buen rato sobre ello. Me daba mucha rabia pensar en las cosas que se habían dicho el uno al otro. Después de cenar y ver un rato la televisión juntas, decidimos que era hora de dormir.
Al cerrar la puerta de mi habitación saqué mi móvil y llamé a Kai con la esperanza de que me ayudara a reconciliar a mis amigos.
– ¿Qué quieres ahora? – fue lo primero que escuché por su parte al responder la llamada.
– Necesito que hablemos. Es urgente.
– ¿Ahora? Justo me iba a dormir. – escuché a Kai resoplar tras decir eso.
– No idiota, mañana. ¿Te voy a buscar después de clase?
– ¿Qué es tan urgente?
– Mañana te cuento todo, no seas impaciente.
– Lilly, sabes que si no me lo cuentas no podré pegar ojo en toda la noche. Y mañana es un día importante, me gustaría descansar.
– Es sobre Lucas y Mad, ¿sabes algo del tema?
– Solo sé que Lucas no contesta sus mensajes. ¿Ha pasado algo más?
– Mañana te cuento. Descansa y sueña conmigo, que eso siempre ayuda. – dije mientras intentaba no reírme muy alto.
– No entiendo cómo tener pesadillas va a ayudarme. Por cierto, ¿qué tal con Hobi? – dijo en un intento de sacar información.
– Ese es otro tema del que tenemos que hablar mañana. Buenas noches Kai.
– Vale, buenas noches. No te soporto. – dijo antes de colgar.
Esa noche me fui a dormir sintiéndome agradecida por tener amigos como Kai en mi vida.
La mañana siguiente pasó lentamente mientras intentaba concentrarme en las explicaciones de los profesores. Entre clase y clase aproveché para ver a Mark. Le comenté la situación y me prometió que hablaría con Lucas para intentar convencerlo. Ellos eran lo más parecido a una familia unida que había tenido en mucho tiempo, y ver cómo estaban las cosas me entristecía.
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Shetland (Min Yoongi)
Romance¿Serías capaz de aguantar a una persona tan borde? Lilly Williams pensaba qué lo tenia claro, a Yoongi no.