Shetland (Min Yoongi)

T R E I N T A Y U N O

¿Sabéis esa estúpida manía que aquellos chicos tenían de hacer de cualquier evento tranquilo la mayor de las fiestas? Bien, pues aquel día no iba a ser para menos.

Acabamos de meter todos los platos y vasos sucios en el lavavajillas, despejamos la mesa, guardamos las sobras, y entonces retiraron el sofá para hacer de nuestro salón su pista de baile personal. La música que Jimin había elegido empezó a sonar a través de los altavoces, Hobi preparaba las mezclas de alcohol y refresco preferidas de cada uno, Taehyung y Jungkook repartían los vasos y el resto simplemente nos quedamos quietos observando el caos que se estaba desatando.

Decidimos empezar a beber para dejarnos llevar. Kai y Mark tiraron de mí para arrastrarme hasta el centro de la habitación donde empezamos a bailar y a saltar sin control, a lo que más tarde se unirían varios miembros del grupo. Jimin aprovechaba cada vez que se acercaba a mí para pedirme que arreglase las cosas con su amigo, ya que según él cuando estábamos juntos era más divertido.

– ¿Por qué no vienes con nosotros? – Yoongi me miró confundido al escuchar mi pregunta y decidió ignorarme. – ¡Oh, venga! Jimin no me dejará en paz a menos que vengas.

Yoongi simplemente encogió los hombros y se acabó de un trago su copa. Pensé que caminaría hacia su grupo de amigos después de eso. Sin embargo, se dirigió hacia la cocina donde estaban las botellas de alcohol y se sirvió otro vaso. Comprendí que no quería hacer nada más aparte de emborracharse y fue por eso mismo que decidí dejar que lo hiciese.

– ¿No ha funcionado? – una Vittoria animada me preguntó aquello mientras agarraba a su novio del brazo.

– Creo que prefiere quedarse ahí sentado. – intenté sonar lo más neutra posible para no darle demasiada importancia a su actitud.

– Me gustaba más el Yoongi de estos últimos meses. – replicó la italiana en voz baja.

– Venga Vittoria, déjalo. Está claro que a Lilly no le apetece hablar de eso. – dijo Namjoon siempre siendo la voz de la razón.

– Creo que va siendo hora de disfrutar de la noche y dejar a un lado los dramas. – Kai apoyó su mano en mi hombro y se posicionó a mi lado. – Con vuestro permiso, os robo a la anfitriona.

No me dejó responder siquiera, simplemente se dio media vuelta a sabiendas de que le seguiría y comenzó a andar hacia la otra punta del pequeño salón donde Hobi ya empezaba a hacer alarde de su talento innato para el baile. Jimin animaba a su amigo y junto a Kai se preguntaban una y otra vez por qué Hobi no estaba en el conservatorio con ellos sin llegar a encontrar una respuesta clara.

El alcohol corría por las venas de todas las personas que nos encontrábamos allí y cada vez aumentaba más y más la cantidad. Perdí la cuenta de las veces que Taehyung se había golpeado la cadera con la misma esquina de la mesa en menos de cinco minutos mientras aseguraba que para nada estaba mareado. Jimin se reía de la escena desde la silla en la que estaba sentado mientras le gritaba a su amigo – un amigo bastante especial – que se sentara encima de sus piernas.

Maddie y Jungkook discutían con Vittoria y Namjoon sobre la pronunciación real de sus nombres y apellidos, ya que Jungkook no paraba de trabarse con el apellido de su novia. Vittoria llegó a gritar algo en italiano frustrada tras el décimo intento fallido de su amigo y todos la miramos curiosos antes de que se echase a reír.

Por otro lado, Jin y Alex sentados en el sofá, mantenían una conversación de la cual desconocíamos el tema principal, ya que estaban tan cerca y hablaban tan bajo que parecía que se susurraban al oído. Esos dos negaban cualquier tipo de rumor que surgía acerca de su relación tan próxima y aseguraban ser simplemente dos personas que tenían muchas cosas en común y se llevaban increíblemente bien como amigos.