T R E I N T A Y D O S

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– Estás de broma, ¿verdad, Hobi?

– No, Lilly. Me encantaría poder decirte lo contrario, pero te estaría mintiendo. Jin quiere usar el coche hoy y es suyo.

– ¿Y no podemos ir en bus?

– A Yoongi no le pilla cerca la parada.

– ¿Qué tiene que ver Yoongi en esto? – Hobi optó por la vía más segura: el silencio. – ¿Hobi?

– Tal vez, y solo tal vez – alargó cada vocal de la frase. – invité a Yoongi a venir con nosotros.

– ¿Qué has hecho qué? – cogí aire antes de seguir hablando sin esperar siquiera su respuesta. – Conozco a Yoongi y sé que no hubiese aceptado a no ser que alguien importante para él no dejase de insistir.

– Nos estamos desviando del tema principal, Lilly. ¿Qué más da si estuve insistiendo toda la mañana para que nos acompañase? El caso es que hay que ir a por él al estudio y tú eres la única que tiene coche.

– Está bien Hoseok, vas a pagarlo, que lo sepas. – escuché por su parte un pequeño grito de victoria. – ¿Se puede saber qué hace en el estudio?

– ¿Tú qué crees? Trabajar.

– Vaya, gracias genio. – puse los ojos en blanco y respiré profundamente. – Dile a tu amigo que en un par de horas pasamos a recogerlo, que no tarde.

– Bueno, esa es otra de las cosas que te quería comentar... Yo os veré allí, tengo unas cosas que hacer antes por la zona.

– No me puedo creer la encerrona que me estás organizando.

– Te prometo que no es ninguna encerrona, es solo que se me ha pasado avisarte antes. – Hobi, a sabiendas de lo mucho que estaba tentando a la suerte, intentó salvarse a tiempo. – Bueno, le diré que le recoges a las seis, ahora te paso la dirección. Te quiero.

Y acto seguido colgó, dejándome con la palabra en la boca. Tiré el móvil a los pies de la cama y tapé mi cara con mis manos como si aquello fuese a sacar la frustración de mi cuerpo. Inconscientemente, agarré la postal que me había regalado Yoongi el día anterior y volví a revisar por milésima vez aquella dedicatoria como si eso fuera a revelar el significado oculto de aquel mensaje. ¿A qué se refería exactamente con eso? Cansada de escuchar la misma pregunta una y otra vez en mi mente, volví a dejar la postal en su sitio. Quise convencerme de que ese regalo llevaba mínimo un mes en sus manos y no debía malinterpretarlo, pues en el momento actual ya no significaba nada.

Caminé hasta la habitación de Maddie, en la cual Alex se encontraba trabajando, o eso creía. Llamé a la puerta y esperé hasta que nuestra invitada me dio permiso para abrir.

– ¿Vas a algún lado? – pregunté al ver cómo se maquillaba frente al espejo.

– Saldré con unos amigos, sí. ¿Tú vas a salir?

– ¿Amigos o amigo? – dije cómo si fuese una pregunta sin importancia a pesar de que todos sabíamos que con amigo me refería a Jin.

– ¿Tú también estás con eso? – alcé las manos en señal de paz como si fuese inocente. – Saldré con unos amigos. – alargó la última letra para que me quedara claro.

– Perfecto, yo saldré con Hobi. Venia a preguntarte si querías unirte pero veo que no vas a poder.

– Lo siento, quizá otro día. – miró el móvil y se puso de pie en el acto. – Tengo que irme, ya están abajo. Nos vemos luego, Lilly.

– Sí, claro Alex. Pásalo bien y ten cuidado. – respondí mirando como salía por la puerta no sin antes sacudir la mano en el aire a modo de despedida.

Shetland (Min Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora