No sé cuánto tiempo pasó exactamente hasta que decidí dejar de dar vueltas en la cama, levantarme, buscar mi ropa interior a ciegas y robarle la camiseta a Yoongi antes de salir del cuarto. Entré al baño y busqué a oscuras mi mejor desmaquillante para lavar mi cara aún maquillada antes de ir al salón. Me preparé un té, cogí una de mis pastillas para las migrañas, me senté en el sofá y agarré una de las mantas para taparme. Intenté no pensar en todo lo que había pasado en las últimas horas ni cómo habíamos llegado hasta ese punto. No sabía si temblaba del frío o por los nervios que se habían desatado en mi estómago al pensar en Min Yoongi descansando plácidamente en mi cama. Tras un rato, Yoongi se despertó y salió del cuarto, escuché cómo abría el grifo del baño y poco después me llamaba desde el pasillo con voz ronca.
– ¿Estás bien? – preguntó sentándose a mi lado en el sofá. – ¿Por qué te has ido?
– No podía dormir. – contesté como si aquello no escondiera otro motivo.
– ¿Se puede saber por qué? – preguntó mirándome preocupado.
– No es nada. – tras decir eso, me reprendí mentalmente. – ¿Qué ha significado lo de antes?
– ¿Necesitas definirlo? – noté como su respiración se volvía más profunda, como si esa conversación le diese pánico.
– Necesito saber qué somos, sí. – me llevé la taza de té a los labios para beber antes de continuar hablando. – Quiero saber qué tengo que decirle a la gente cuando me pregunta por ti.
– Sabes que no me gusta usar esos términos.
– Bueno, yo diría más bien que te da pánico cualquier tipo de lazo afectivo, pero sí.
– Lilly... – empezó a decir antes de pararse a pensar. – Podemos decir que somos amigos que hacen este tipo de cosas.
– ¿Amigos con derecho? – Yoongi asintió lentamente mientras analizaba mi expresión.
Necesité sopesar todas las razones por las que aquello no saldría bien, empezando por la falta de comunicación por parte de Yoongi y acabando por el hecho de que yo sabía que aquello tenía fecha de caducidad.
– ¿Te parece mal?
– Sé como acaba todo eso, Yoongi. – contesté evitando mirarle a la cara. – Nos hemos encontrado esta noche a tu ex novia, ¿recuerdas?
– Lilly, esa historia es totalmente distinta. – dijo como si yo supiese la verdad.
– Tienes razón, nosotros ni siquiera seríamos eso. – contraataqué desesperada por hacerle entender que no podía ser.
– Escuchame, Lilly. – su voz firme hizo que todo mi cuerpo se paralizase. – Soyeon y yo no estuvimos saliendo. Como ya te dije, su mejor amiga y Namjoon sí. Nos presentaron en una fiesta y acabamos haciéndolo en el baño del local. No pasó nada más entre nosotros, pero ella se obsesionó conmigo, y cuando Namjoon conoció a Vittoria y cortó con su amiga no volví a saber nada de ella.
Me quedé sin palabras tras escuchar la verdadera historia y sentí como si me hubieran quitado un peso de encima. Yoongi llevó una de sus manos a mi rodilla y mis ojos se clavaron en ella. Mi mente me mandó un mensaje muy claro: no queríamos perderlo.
– Es todo lo que te puedo ofrecer Lilly, si me pides más voy a necesitar salir corriendo. – el volumen de su voz era bajo, como si no pudiese decir aquello más alto.
– Está bien, me conformaré con eso. – intenté sonar convencida, pero todo lo que estaba pasando era demasiado agridulce.
Yoongi me quitó la taza de las manos y la dejó en la mesita que teníamos enfrente. Se acercó a mí, acarició mis mejillas con sus manos y después me regaló un beso lento, lleno de intensidad.
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Shetland (Min Yoongi)
Romance¿Serías capaz de aguantar a una persona tan borde? Lilly Williams pensaba qué lo tenia claro, a Yoongi no.