V E I N T I O C H O

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– No sé qué hacer, Kai. – dije con el teléfono pegado a la oreja dejándome caer sobre la cama. – Siento que va a ser siempre así ¿sabes? Empiezo a cansarme de tener que perdonar todos sus errores.

– ¿Piensas que puedes llegar a tener algo serio con él? – preguntó mi amigo intentando sacar algún tipo de conclusión.

– No, y aun así me esfuerzo por demostrarle – paré para procesar yo misma las palabras que estaba apunto de soltar. – que voy a estar siempre ahí para él.

– Eso es un poco masoca ¿no crees?

El silencio se adueñó de la conversación durante un minuto.

– Creo que mañana iré al concierto y tomaré una decisión de una vez por todas.

– Sabes que voy a estar ahí para apoyarte pase lo que pase, ¿verdad?

– Claro que lo sé, eres el mejor amigo que puede existir. – contesté bajando el volumen de mi voz como si temiese que alguien más escuchase esa declaración.

Hablar con Kai siempre me hacía sentir mejor, al menos durante el rato que escuchaba su voz y sus palabras de cariño. Cuando colgué a mi amigo decidí llamar a mi madre para invitarla a ella y a su novio al concierto que durante los dos meses anteriores tanta ilusión me hacía, y que sin embargo en ese momento era más bien una pesadilla.

Claramente no pensaba incluir el pequeño detalle de que Min Yoongi estaría allí, – o eso me había prometido – no si quería que ella aceptase el plan. Harper, quien aprovechaba todas las oportunidades para dejar ver la clase y el gusto que tenía, aceptó emocionada. Busqué la mejor excusa para cortar esa conversación rápidamente y así deshacerme de mi madre, la cual no paraba de hablar como si fuese un monólogo de lo más aburrido.

Al día siguiente conseguí mantener a raya todos los pensamientos sobre lo que estaba a punto de pasar esa misma tarde, hasta que un mensaje de Yoongi diciendo que esperaba verme allí lo arruinó todo. De pronto mi cabeza se llenó de las mismas dudas de siempre y como no, sin respuesta alguna.

– ¿A dónde vas tan arreglada? – preguntó Maddie extrañada al verme salir de mi habitación lista para salir.

– Al concierto del conservatorio. – dije poco emocionada, lo cual Maddie notó. – Se supone que hoy Yoongi va a conocer a mi madre.

– Te veo muy ilusionada. – la ironía en las palabras de mi amiga era más que evidente.

– Es el mejor día de mi vida sin lugar a duda.

Y así, con ese falso optimismo y una gran sonrisa forzada, salí por la puerta no sin antes calzarme mis tacones negros y agarrar las primeras deportivas que tenía a mano, las cuales necesitaría para conducir. Recogí a mi madre y a su pareja en la puerta de su hotel quince minutos después.

– ¿No tenías otra cosa que ponerte? – preguntó mi madre con pena al analizar mi atuendo.

– Por supuesto que sí, pero este vestido me gusta mucho más. – contesté intentando que mi tono fuese lo más agradable posible.

– Parece que vas a un funeral. – volvió a reprochar haciendo referencia al color negro del vestido.

– Esto es mucho peor, créeme. – dije en voz baja, quedando totalmente silenciada a oídos de mi madre gracias a la música que salía por los altavoces.

En el momento que llegamos a las puertas del auditorio sentí como todo el mundo caía sobre mi y en el fondo admití lo mucho que entendía a Yoongi a pesar de que, al contrarío que él, yo iba a afrontar mi miedo. Nos acercamos a la entrada y le enseñé las tres entradas a la persona encargada de validarlas. No pude evitar buscar con la mirada a Jin y Hobi, quienes estaba segura de que habrían ido para apoyar a su amigo.

Shetland (Min Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora