T R E S

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Durante el fin de semana Hobi se dedicó a pasarme las fotos que nos habíamos sacado, la mayoría haciendo el idiota. Me contó la increíble resaca que tenía y me pidió que le llevase sopa, cosa que no hice.

Y de nuevo volvía a ser lunes. Mi rutina era exactamente la misma todos los días. Salí corriendo de mi casa en un intento de llegar a tiempo a la universidad, deseando llegar a la primera hora y ver a mi compañero. Conseguí llegar a clase antes de que el profesor apareciese. Hobi no estaba, y no sabía si planeaba ir ya que ni siquiera le llegaban los mensajes.

Finalmente la clase pasó y seguía sin haber señales de Hobi. El resto del día fue exactamente igual, aburrido. Me encontré con Mark en uno de los descansos entre clases y estuvimos hablando un rato, eso fue lo más destacable de la mañana.

Llegó el fin de la última clase del día, esperé a que todos mis compañeros salieran para hacerlo yo también. Al salir a la calle vi a alguien conocido sentado en un banco. No sé por qué lo hice, pero decidí acercarme.

–Hola. –dije llamando la atención de Yoongi.

–¿Dónde está Hobi? –contestó él apartando la mirada.

–Me encantaría saberlo. –Me senté en el banco dejando bastante espacio entre nosotros.

–¿No ha ido a clase? –Sus ojos se encontraron con los míos y por primera vez no me parecía tan frío como las otras veces. Yo negué con la cabeza. –Será...

–¿Sin llaves otra vez? –dije yo haciendo que él levantase los hombros a modo de respuesta. –¿Sabes? No es tan difícil, simplemente las coges y ya está.

–Vaya, gracias por el consejo que no te he pedido. –Se levantó y metió las manos en los bolsillos.

–¿Tienes dónde ir acaso?

–¿Qué te importa?

–Tienes razón, no sé por qué me molesto en ser amable contigo, eres un capullo. –Harta de la situación me levanté dispuesta a irme.

–Está bien –dijo haciendo que me girase para mirarle. – Dejaré que me invites a comer. Total, Hobi no contesta.

–¿En qué momento he dicho que te invitaría? –Mi pregunta fue en vano, ya que Yoongi había empezado a andar y probablemente no me había escuchado siquiera.

Acabamos comiendo en un restaurante tranquilo. La situación ya de por sí era incómoda, pero por mucho que intentara mejorarla era imposible. Yoongi evitaba a toda costa hablar, y sobre todo de él mismo. Durante el camino al restaurante ni siquiera me había esperado, simplemente le había seguido confiando en su criterio.

–Vale, entonces ¿dónde estudias? –dije observandole mientras cogía un poco de arroz y me lo llevaba a la boca.

–En un edificio.

–¡Venga ya, va en serio!

–Doy clases en un edificio, no en mitad del campo. –contestó de forma cortante, como a cada pregunta que le hacía.

–No sé para que intento nada, es imposible hablar contigo. –Eso lo dije más bien para mí, pero al parecer me escuchó.

–Entonces, deja de intentarlo.

–Pero es que no sé nada de ti.

–¿Y para qué necesitas saberlo? –Yo me quedé mirándole fijamente sin saber qué contestar. ¿Por qué quería saber cosas de él si se comportaba así conmigo?

–¿Te caí mal aquel día? –Cuando solté esa pregunta inmediatamente me maldije a mi misma.

–Me caes mal ahora, no sabes estar callada. –dijo él, cansado de la situación.

Shetland (Min Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora