Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)

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-Soutenu, soutenu, pique, pique, pique doble, pirueta en passe, chasse, pirueta en coupé, chasse, grand jete. ¡No admito menos de 3 piruetas de cada una! ¡Vamos, por parejas!

La profesora, esbelta, con el pelo recogido en una coleta baja y ataviada con un body de licra y un pantalón gris ancho de algodón puso la música en la tablet, resonando esta en toda la clase a través de los altavoces, y se sentó en la banqueta, mientras observaba y chequeaba a los alumnos que, por parejas, iban de una punta a otra de la clase (por ello, a este entrenamiento se le llamaba "diagonal" y era vital para aprender la técnica de la danza) haciendo los ejercicios citados.

Si hubiera sido ballet, Jimin se habría mostrado más nervioso y desconfiado, pero siendo jazz lírico se encontraba en su salsa. Si bien la base de este tipo de baile era el ballet, requiriendo así aprender mucha de esa técnica, las formas de este no eran tan rígidas. El ballet requería de una precisión exacta; el jazz lírico, sin embargo, era más descolocado, desenfadado, pasional, y por algo era su estilo favorito, junto con el contemporáneo.

-No, Jessica. Atrás. Repite.

La profesora hizo una señal con el dedo para que la alumna se colocase de nuevo en la posición de salida y repitiese la diagonal. Ella tragó fuerte, visiblemente tensa, y obedeció. La muchacha iba bien, hasta que llegaba la tanda de 3 piruetas en passe, que realizó 2 y a la tercera se desequilibró. La técnica de la pirueta era de las más difíciles en la danza. Si no tenías la suerte de tener una técnica de giro innata, requiriendo apenas aprender unas cuantas colocaciones de brazos y piernas, estabas jodido. Requería años de práctica diaria aprender a hacer una, 2, 3 o más piruetas perfectas. Jimin se había resbalado infinitas veces, incluso llevándose en varias de ellas algún objeto por delante. Desventajas de usar cualquier estancia como sala de ensayo.

-Mal. Repite.

La chica inspiró hondo. El rubio la observó agitar las manos en el camino, de nuevo, a la posición inicial, intentando relajar sus nervios, y es que la palabra "repite" era directamente proporcional al grado de ansiedad en mucha gente. También porque implicaba encontrarte solo frente a las miradas de desaprobación y orgullo del resto, y sólo unas pocas de compasión, mientras tu estabas ahí en medio, tropezando en la misma piedra una y otra vez. Para otros, sin embargo, los más seguros y competitivos, esa era la manera de hacerles crecer y superarse. Si no salía en ese momento, a la salida les esperaba un espejo, un desafío entre ellos y su reflejo, e intentar una y otra vez hasta lograrlo. Esto podía llevar meses. Y estaba bien, esa era la actitud, pero una desgastante actitud que no siempre ni para todo el mundo era fácil llevar.

-No. Otra vez.

-No puedo... -Su voz se quebró, sus palabras siendo ahora la esencia de la desesperación e impotencia. Aquellos sentimientos tan conocidos y fieles compañeros en ese mundo.

-Esa frase está prohibida en mi clase. Llevas así 2 años. Tu misma te saboteas con esa actitud. Cuanto menos creas que puedes, menos harás. -La chica la miraba con congoja, asintiendo a sus palabras, con los ojos visiblemente aguados. Sí, conocía esa postura. Entendía todas sus palabras a la perfección. Simples y concisas. Pero la inseguridad y el miedo se pegaban como babosas muchas veces, alimentándose de la confianza en uno mismo, consumiéndolo. Era fácil entender el mensaje pero dificil desquitarse de esas alimañas. -Jimin, hazlo tu solo, por favor.

Jimin obedeció sin rechistar. En ballet hubieran aflorado los nervios al sentirse el centro de todos en un campo que no acababa de dominar, pero tratándose de este estilo, llegó a la otra punta de la clase sin problemas, libre de correcciones por parte de la maestra.