Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)

24

Jungkook abrió el armario y miró con una ceja alzada y cara de "Tienes que estar de coña" aquella exposición de ropa colorida de.motivos abstractos, demasiado alegre para su alma oscura.

-¿Esta es tu venganza o algo...?

-¿Venganza? -Repitió Jimin, distraído con el móvil.

-Cállate y elige algo. -Taehyung se encontraba dando vueltas por la habitación, ordenando algunos enseres y cogiendo otros aquí y allá.

-Acércate, Jimin, y mira esto. -El rubio, sentado sobre la cama que ahora pertenecería al bajista por 3 días, dejó el móvil y se acercó al armario.

Miró por encima, con curiosidad, y descolgó una percha, de donde colgaba una camisa fina negra con motivos de palmeras.

-Qué divino, ponte esto.

-Pero... -Jimin colgó la percha mientras Jungkook descolgó otra. Esta vez era un pantalón ancho a la altura de la rodilla con motivos en marrón, granate y amarillo. -Pero vamos a ver, Tae, ¿por qué te compras ropa de vieja? -Jimin estalló en risas mientras el castaño dejó lo que estaba haciendo y le miró con enfado. -Quiero decir... ¿Es un fetiche o algo? -Jimin reía tirado sobre la cama.

-¿Tú eres tonto? Esa ropa es perfecta para la playa. Es del estilo, fina y no da calor, no como toda esa ropa negra que tienes. Si te pones eso vas a parecer un murciélago asado. Y esas botas... -Tae señaló aquellos 2 zapatos negros con unas plataformas dignas de aplastar sandías con ellas. -¿Me explicas cómo vas a ir a la playa con esos 2 mostrencos?

-Bueno, me traje otras zapatillas normales. -El pelinegro colgó la percha de nuevo. -Pero es que a ver, cuando me dijiste que debía ponerme otra ropa para que no me reconocieran en la playa, por si habían llamado a la policía y estuvieran rondando por ahí, no imaginaba esto.

-¿Y qué cojones imaginabas?

-Pues no sé, yo había traído esta otra ropa. -Y Jungkook cogió de una silla cercana un pantalón ancho negro con bolsillos y una camiseta de manga corta del mismo color.

-¡Pero si es casi lo mismo que llevas puesto!

Jimin, que ya había conseguido calmar su risa persistente, soltó una nueva carcajada. Parecían un matrimonio.

-No, no. Este pantalón tiene bolsillos y además iba a llevar este gorro. -Y cogió el accesorio, colocándoselo y mostrándolo. Era un gorro negro con alas tipo pesquero.

Tae tardó unos segundos en reaccionar, antes de palmearse la cara con una mano.

-Ay dios... Dame fuerzas...

Jimin se había incorporado un poco para mirar, antes de caer de medio lado sobre la cama, ya lagrimeando.

Los chicos por fin estaban instalados en el piso, tras haber pasado por la mirada escrutinadora y de total desconfianza del casero, que les prestó 2 copias de llaves y se marchó bajo el aviso de que, a la salida, quería el piso en el mismo estado en que había sido prestado. Los chicos le aseguraron que sí, que sin problema, pero la realidad es que ninguno contaba al 100% con ello.

El piso no era muy grande, pero sí sencillo y confortable. Apenas una estancia de paredes beige con suelos de parqué de dudosa calidad y algo desgastados y zonas de moqueta negras, sin muchos más muebles ni decoración que los necesarios. Uno de los menos costosos cerca de la costa. Desde el ventanal del salón se podía apreciar, semiescondida entre algunos edificios, la playa, pero la distancia no permitía distinguir el sonido del oleaje. No buscaron excesivas comodidades para el poco tiempo que pasarían allí, que buena parte de él sería bebiendo o durmiendo. Si sólo hubiera tenido una nevera, un retrete y unas camas, les habría bastado.