Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)

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-"Tiririri... floor. When they... screaming, they'll be breaking down the door". Más rápido, ¿ves?

Hoseok tarareaba y canturreaba, con la espalda contra la pared, guitarra en mano y siguiendo los acordes de la canción con precisión, mientras Dong-Sun, sentado de forma desgarbada sobre un gran altavoz, intentaba seguirle el ritmo, así como sus directrices.

Al líder y teclista le había rechinado un poco esa parte del tema durante el ensayo y ese era el motivo por el que, durante un descanso posterior, se encontraban esos 2 ahora practicando, intentando mejorarlo y haciendo otros pequeños apuntes de la canción. Se supone que él debía encontrarse poniendo atención a ello, pero la realidad es que estaba más enfrascado en juguetear con la cadena de plata que colgaba de su muñeca. En eso y en darle vueltas a otros asuntos, como ese de cabello rubio, cuerpo de infarto y aura aplastante a tantos niveles, y cuyo nombre e imagen aparecía en su cabeza ya más veces de las que toleraba.

"¿Sabes cuándo? Cuando me digas por qué tenías tantas prisa en echarme, ¿te parece?"

A veces pensaba en por qué coño se había tenido que complicar tanto. Dejar que las cosas siguieran su curso hubiera sido más fácil: sí, el baile habría dificultado las cosas, al menos al principio, pero la realidad es que Jimin habría seguido en ambos mundos, así hasta que cantase más y bailase menos. Habrían follado igual, muchas veces; habrían tenido fiestas salvajes, habrían viajado, tocado en mil y un sitios y, con su talento desbordante y ese atractivo innato que cargaba, junto con su música, habrían llegado lejos seguramente. Bueno, quizás él más adelante hubiera renegado de ese mundo, habría abandonado y tendrían que haber buscado otro cantante, pero con un pie puesto en el podio y la fama a los hombros. Aunque este breve resumen le había sonado tan egoísta e interesado que Yoongi no sabía si habría estado agusto consigo mismo a lo largo del tiempo.

Por eso, aquí estaba, sin un realmente valioso cantante y sin Jimin a la vez, asqueado por haberse implicado con alguien más de la cuenta. Eso no ocurría desde hacía... Unos 3 años, cuando miraba a Hoseok con otros ojos y aún esperaba, a veces, honestidad y amabilidad por parte de la gente. Esa chispa que había recuperado después de echar a perder la suya. Luego ese interruptor se había apagado de nuevo y, en buena parte, había sido más feliz. Porque cuando no pensabas demasiado en las consecuencias y actuabas, sin más; cuando no tenías en cuenta los sentimientos, ni las medidas de esto o aquello; cuando sólo caminabas, sin fijarte en dónde ponías los pies o nadabas contra la corriente; cuando no esperabas nada de nadie, eras más feliz. Al menos eso había aprendido en los últimos años.

Hasta que llegó él. Y, con él, su propia sombra, aquella olvidada hasta ahora.

-A este no le metes tanta prisa.

Jungkook había aparecido a su lado, devolviéndole al plano físico.

-Este tiene más tiempo que el anterior y el próximo concierto no es tan grande como el que le tocó a él.

Yoongi ahora sí prestó atención a ese pequeño ensayo privado entre guitarrista y cantante, que habían empezado el tema desde el principio.

-Al anterior.

-Sí

-A Jimin, dirás.

Su nombre le provocó una especie de vibración interna, como el platillo de batería que sigue tintineando tras ser golpeado. Algo sutil y estimulante.