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Dejaron atrás a aquellos 2 fortachones y ambos chicos caminaron en silencio, sólo arrastrando sus cuerpos a lo largo de las calles poco iluminadas, ocupados en sus propios pensamientos, que en estos momentos sólo estaban puestos en su propia integridad física y la de aquel que tenían al lado.

Sólo un "No" se hizo eco entre ellos cuando Yoongi se negó en redondo a que el menor fuese a su casa, solo y en esas condiciones, y este simplemente se dejó llevar, sin muchas más fuerzas para seguir peleando, ni siquiera con palabras.

Holly les dió la bienvenida cuando cruzaron la puerta, ajena a todo el mal que los jóvenes traían consigo.

Aún con el dolor contínuo y latente que sacudía su cuerpo, Jimin se agachó con esfuerzo para acariciarle la cabeza, teniendo que dejar el acto a los pocos segundos. Por primera vez había reparado en su mano, cuyos nudillos lucían magullados, de un tono que empezaba a volverse granate. Si así estaba su mano, no quería saber cómo estarían esas otras zonas del cuerpo que habían sufrido más el ataque.

Observó a Yoongi caminar con pocas más fuerzas que él y sentarse con cuidado en uno de los sofás, quejicoso y con una de sus manos sobre su costado derecho.

-¿Estás bien? -Jimin siguió sus pasos con preocupación y se paró de pie en frente de él.

-Sí, tranquilo. No soy yo el mal herido.

-¿Cómo que no? ¿Qué tienes en el costado? -El rubio se arrodilló frente a él con dificultad. Seguramente un anciano lo habría hecho con menos problemas.

-No importa. Fué una patada. Quizás tenga una pequeña fisura en una costilla.

-Déjame ver. -Subió su camiseta hasta descubrir la zona. El costado mostraba un ligero tono amoratado sobre la piel lívida. Las costillas sobresalían un poco bajo aquella escasa capa de grasa, pero no parecían tener deformidades. Igualmente Jimin pensó que sería mejor descartar lesiones. -Quizás deberíamos ir a un hospital.

-No es nada. Hielo y antiinflamatorios. -Yoongi se bajó la camiseta de nuevo con cuidado. -Me importa más cómo estás tu.

El teclista le miró desde su posición, recibiendo una imagen de un Jimin de ojos cristalinos, su cara cubierta por parches de piel más enrojecidos, amoratados a la altura del ojo izquierdo y el pómulo derecho. Los labios hinchados, así como el resto de su rostro. Un muñeco roto que hizo a Yoongi sobrecogerse al ver la más pura maldad del ser humano siendo descargada tan gratuitamente sobre alguien inocente. Y aún con todas esas rasgaduras y manchas en su piel de seda, Jimin seguía manteniendo su belleza particular.

-¿Llamarán a la policía? -Preguntó el menor, lo que hizo que Yoongi despertara de una especie de trance.

-No lo harán. A estos tipos no les conviene tener a la policía cerca, creeme.

Jimin desvió la mirada hacia un lado, pensativo.

-¿Y si vuelven a por alguno de nosotros?

-No se atreverán. -Intentó tranquilizarle Yoongi. -Oye -Cambió de tema, haciendo que Jimin fijase en él su atención de vuelta. Necesitaba saberlo. Necesitaba saberlo todo, porque si en ese callejón habían sucedido más cosas de las que él pensaba, tendría más cuentas que echar. -¿Te han...?

Al principio el menor no sabía a qué se refería, pero cayendo en la cuenta por la situación vergonzosa en la que Yoongi le había encontrado, supuso rápido a qué se refería.

Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora