-Jiwon
"Hola, Jimin. ¿Cómo estás? No nos pudimos despedir antes de las vacaciones, tuve algunas cosas... Me sabe mal que nuestra última conversación acabase así. Espero que podamos hablar pronto."
"¿Jimin?"
"Bueno, cuando puedas me dices. Cuídate."
-Yoongi
"Podrías haber preguntado antes de traer a nadie a casa."
"¿Ocupado como para leerme?"
"Qué pena, porque entonces tendré que entrar a decírtelo y no te va a gustar."
Ambos mensajes eran de anoche, ambos los estaba viendo ahora, bajo el sol infernal. El de Jiwon había sido más temprano, pero la fiesta y lo que vino con la fiesta y luego la desaparición de Jungkook le habían distraído como para contestarle. Ah y su ligue. La realidad era que ultimamente era dificil hablar con Jiwon, bien porque no se daba la conversación, bien porque no le salía, bien porque esta acababa en mal puerto. Le había parecido ver los mensajes pero no había prestado demasiada atención con tantos estímulos en forma de eventos y personas (indeseables, o no, demasiado deseables a decir verdad) en su cabeza. Le respondería luego, cuando estuviese más despierto y parase el incesante martilleo en su cabeza, y pudiese hidratarse un poco, pues su lengua parecía hecha de cuero y bilis.
Hablando de fiestas y sabores de boca... ¿Hoseok se le había insinuado? Recordaba su dedo entre sus propios labios, con la pequeña pastilla contra su lengua, y esa sonrisa maliciosa. Y su mirada insinuante. Cómo, incluso sin ser alguien demasiado bienvenido en su vida, había deseado por momentos besarle con ganas en ese baño. ¿Qué jodida locura era esa?
Jimin hizo una nota mental: "cuidado con tener cerca a Hoseok estando ebrio". Bastante liadas estaban ya las cosas, no quería más problemas dignos de Telenovela.
Y el mensaje de Yoongi... Él sabía perfectamente que estaba a otro tema, apartado del móvil. Pensar en tener que lidiar con él y esa tensión el resto del día le quitó las ganas de levantarse de la cama. Y ahora también estaba la audición... Todo se le juntaba en la cabeza y el no saber muy bien cómo enfrentarse a aquello le estaba generando ansiedad.
Ultimamente solía despertarse y, si iba con tiempo, trasteaba en el móvil. Más bien, cotilleaba comentarios. Las redes sociales le habían abierto un nuevo mundo de ocio: encontrarse a gente interesada en el grupo, ver cómo crecía poco a poco el número de followers y los comentarios, siendo una buena parte de chicas dejando en claro sus intenciones y gustos sexuales (incluso más de una y uno se había atrevido a enviar mensajes privados más directos, pudiendo contar hasta 23 ofertas de sexo) y de algunos chicos, que tendían más a reflejar su apoyo en frases tan breves como "Go!", "You rock!" y manitas con cuernos. Todo eso le transmitía un chute de energía y optimismo más que bienvenido antes de empezar el día. Pero hoy ni siquiera tenía ganas de eso, más que de cerrar los ojos y que el mundo siguiese girando sin él, pero su corazón no iba a ser compasivo y aún bombeaba pesado con aquellas inesperadas preocupaciones.
Que no iba a poder dormir más era un hecho, y un deber, así que Jimin se encaminó a la cocina, esperando que un café le hiciese pensar con claridad. Y ponerse en marcha, porque ahora sí tenía un camino claro que debía tomar.
Para su sorpresa, en la terraza se encontraba Namjoon, en camiseta de tirantes blanca y pantalón corto negro, sentado con las piernas estiradas sobre otra silla, descalzo ("qué largo que es"). Jimin ya daba por hecho que sería el único despierto hasta, por lo menos, las 4 de la tarde. Eso que bebía era... ¿Un botellín de cerveza? ¿Qué clase de desayuno era ese? Jimin sintió una sensación nauseosa de tan sólo pensar en alcohol. Su estómago se quejó. Hoy lo tenía prohibido.
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Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)
Fiksi PenggemarYoongi, un serio teclista y líder del grupo rockero Shadow, necesitará con urgencia nuevo cantante. Entonces aparecerá Jimin, un joven carismático y cargado de talento que acabará poniendo a prueba todos sus límites. En esta historia el estricto mun...