Burn it || Yoonmin || (EN EMISIÓN)

25

El ambiente empezaba a ser cargante y Yoongi no sabía si eso se debía más a la particular e indeseable situación frente a él que a la pequeña pista, que había comenzado a ser llenada de cuerpos de todas las formas y tamaños que oscilaban de un lado a otro al ritmo de la música, unos mejor que otros. Aún sin estar comprimidos, tenían el espacio justo entre ellos para tener cierta libertad de movimientos e ir a agarrarse o restregarse contra el que quisieran, no como otras veces en las que la gente está tan pegada que no le queda otra que aguantar el paquete de el de atrás casi pegado en el culo o las tetas de la de al lado rebotando contra el brazo o la espalda.

Y aunque aquello hubiese estado hasta los topes y sólo hubiese podido ver desde más arriba apenas un montón de cabecitas saltonas en la pista, estaba seguro de que no habría perdido de vista las de aquellos dos. Pero las luces aún tenían libertad para colarse en los huecos libres creados entre las personas, así que Yoongi, desde la barra en un nivel ligeramente más alto que la pista, podía ver mucho más allá que sus cabecitas y las sonrisas cómplices o los labios moviéndose cerca del oído del otro. Podía ver el fluir de sus cuerpos uno tan cerca del contrario, al principio cada uno por su cuenta, sólo haciéndose notar, como aquellos pájaros macho que muestran su plumaje a una hembra curiosa. Ambos se movían de forma distinta. Para su sorpresa, Hoseok lo hacía muy bien, el equilibrio perfecto entre rudeza y sensualidad, mientras Jimin era más delicado y las ondulaciones de su cuerpo, sutilmente excitantes y dolorosas. Parecía que había encontrado la horma de su zapato, un nuevo e imprevisto compañero para sus bailes. Luego habían tomado más contacto el uno con el otro y ahora es cuando se encontraban apenas moviéndose en un balanceo de derecha a izquierda, siguiendo malamente el ritmo de la música, como un vals hecho a las 6 de la mañana tras una noche de juerga. Torpe y mal ejecutado pero divertido para ellos, eso reflejaban la curvatura de sus labios. No podría decir hasta qué punto bromeaban o realmente se estaban dejando llevar demasiado cuando una mano de Hoseok se agarró con sutileza a la cintura de Jimin mientras este juntaba sus muñecas por detrás de la nuca del mayor. Eso hizo que el borde de la camiseta del cantante se elevase uno o 2 centímetros. No podía verlo bien pero Hoseok seguramente ahora estaría tocando parte de piel incluso y sintiendo bajo sus yemas su cálida temperatura o la firmeza del hueso de su cadera.

Quizás era Yoongi el que estaba exagerando, dejándose llevar demsiado por su cruel imaginación. Quizás no era para tanto, sólo un bailoteo entre amigos (¿cuándo se habían hecho amigos?) pero sintió la bilis ácida en su garganta. Su deseo de que consiguieran llevarse bien le estaba explotando en la cara de forma desagradable, de una manera en que nunca se habría esperado.

Yoongi les había visto salir juntos del baño y cómo, con el paso de los minutos, lucían cada vez más desinhibidos, sin haberse acercado a  por bebidas, porque él no se había movido de allí y, de ser así, lo habría visto. Así que probablemente algo más que sólo mear había pasado en ese baño. Eran varias las opciones que se le ocurrían y ninguna era de su agrado. Agradeció que Namjoon le hiciese apartar su vista de allí y girarse hacia la barra para ponerle un chupito de tequila frente a sus ojos, porque problablemente esa sería la única manera que tendría de tragar todo aquello.

La música cambió de nuevo de una rítmica a otra más electrónica y rápida que retumbó en sus tímpanos de forma desagradable, pero al menos aquella era poco apta para bailar agarrados, así que mientras Yoongi degustaba una rodaja de limón tras aquella quemazón proveniente del alcohol, esperaba que aquellos dos en la pista se hubiesen soltado por fin. O quizás estaban liándose ya. No quería verlo ni pensar en ello. Cuando Yoongi había decidido que lo mejor para los 2 era alejarse de Jimin, no esperaba que el tiro le fuese a salir por la culata de esa manera. Tampoco esperaba que aquello resultase tan pesado de sobrellevar. Tampoco sabía hasta qué punto Hoseok estaba actuando desinteresadamente con Jimin y se estuviese dedicando a utilizarle para joderle a él, a Yoongi. Tras aquel último rechazo hacia el guitarrista, precisamente el día que fue a ver a Jimin al teatro, él había lucido muy tirante. Sí era cierto que ahora se empezaba a llevar mejor con Jimin, demasiado bien para su gusto, pero empezaba a dudar de que Hoseok sospechase algo entre ellos y, por lo tanto, Yoongi ahora sospechaba de esa supuesta recién nacida amistad o tregua o como la llamasen. Al final sí parecía un dorama después de todo y, de una manera o de otra, ya fuese por atracción o por sobreprotección hacia él, "pasar" de Jimin estaba resultando jodidamente dificil.