¿Yo? ¿Una Malfoy?

Capítulo 39: El tiempo vuela

Dedicado a: arianadomenicheti
Y a: connybotelloramirez
Otras fieles votadoras y lectoras ❤️

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Pasaron los meses, la audiencia se acercaba, los rumores no paraban, los exámenes llegaron y se fueron en un abrir y cerrar de ojos, el baile de fin de curso pasó en apenas unos minutos cuando eran cuatro horas de baile. El tiempo vuela. El juicio estaba a la vuelta de la esquina... literalmente.

Hace apenas un mes que se había graduado de Hogwarts, y ahora estaba yendo junto a Ron, Hermione, Rose, Hugo, Keyla, Scorpius y Draco hacia el Ministerio; aunque Ariadna no sabía exactamente qué hacía Draco ahí. Viendo que no podría quedarse callada el resto de su vida, habló con Hermione.

—Oye, mamá— Ariadna se acercó a la par de Hermione, y susurró— ¿Qué hace papá...? digo, Draco, ¿qué hace Draco aquí?— Casi nunca lo llamaba «Papá» en público, mucho menos frente a Ron.

—Ya lo verás, solo quiero que no me odies, ¿okay?— Susurró Hermione sonriendo, mirando de reojo a Ariadna—. Ahora vé con tus hermanos, ellos también te necesitan.

Ariadna asintió y se puso junto a sus hermanos justo cuando entraban los adultos en la cabina telefónica y marcaban en número, para después desaparecer bajo tierra.

—Scorp— llamó Rose tomando la mano del rubio—, ¿crees que todo irá bien?— preguntó apoyando la cabeza en el hombro de Scorpius—...tengo miedo.

—No lo sé, Rosie, pero espero que todo salga bien— Susurró Scorpius acariciando el pelo de Rose.

La cabina volvió a su lugar y todos entraron menos Ariadna. Simplemente tenía miedo de lo que podía pasar allí abajo; y las preguntas que pasaban por su cabeza no le dejaban pensar con claridad.

¿Me obligarán a alejarme de los Weasley? Imposible, soy mayor de edad.
¿Dejaré de ser Granger-Weasley, y seré Malfoy-Granger?
¿Qué pasará con Rose, Hugo, James, Albus, Lily, Victoire, Dominique, Louis, Fred, Roxanne, Molly y Lucy?

—¿Aria?— Llamó Hugo suavemente.

—Vamos, Aria... mamá, papá y Ron nos esperan— Llamó Keyla tomando la mano de Ariadna suavemente—. Vamos, Aria, no estás sola en esto.

Ariadna sacudió la cabeza y entró en la cabina luego de asegurarse que no había muggles cerca. Era hora de la audiencia.

***

—Audiencia por custodias , de Hermione Jean Granger y Ronald Billius Weasley, del 31 de junio del año 2021—Dijo Alastor Burke.

»Jueces del Wicengamot: Alastor Ignatius Burke, suplente de la Ministra de Magia Hermione Jean Granger; Helene Jagging, Jefa del Departamento de Registros de Matrimonios Mágicos; Kevin Werer, Jefe del Departamento de Acciones Legales Mágicas. Escribiente del tribunal, Primrose Furk.

Una vez más, Keyla y Ariadna estaban sentadas juntas, pero esta vez fuera de la sala. A pesar de estar fuera, se podía oír de vez en cuando unas palabras del juez. Draco estaba apoyado en una esquina mirando la puerta; Rose tenía la cabeza en el regazo de Scorpius mientras el rubio acariciaba su corto pelo pelirrojo; Hugo estaba sentado junto a ellos mirando el piso; y ella...ella...estaba sentada mirando la pared negra junto a Keyla.

—Ya pasaron cuarenta minutos...- Murmuró Keyla agachando la cabeza—¿Qué tanto hablan?

—Seguramente el tema de las propiedades, y la custodia de Rose y Hugo—Respondió Ariadna en voz baja, sin agregar «Y seguramente el tema de nosotras»— ¿Si mamá y papá se divorcian, yo pasaré automáticamente a ser Malfoy-Granger o seguiré siendo Granger-Weasley?

—Supongo que Granger-Weasley— Susurró Keyla, mirando con impaciencia la puerta-, pero creo que lo sabrás ahora.

Ariadna se volvió rápidamente para ver salir a los jueces del Wicengamot hablando como cotorras, seguidos de sus padres con expresiones serias. Los adolescentes y el adulto se levantaron y esperaron a que los jueces se alejaran para preguntar y opinar sobre el resultado. Ariadna vió por el rabillo del ojo que Draco miraba fijamente a Hermione, y que ésta miraba a sus hijos.

—Ahora...los llamaré por su nombre—Dijo Hermione con un leve rastro de conmoción y alegría en la voz.

»Rosebud Elizabeth Granger-Weasley- Miró a Rose, quien se acercó y la abrazó-, Hugo Billius Granger-Weasley- Hugo imitó la acción de su hermana y abrazó a Hermione-, Keyla Jennifer Malfoy-Granger.

«Okay, esto es nuevo» Pensó Ariadna viendo como su reflejo abrazaba a Hermione.

- Ariadna Meissa Malfoy-Granger.

«¡No, no, no, no!» pensó Ariadna; su respiración estaba levemente agitada, tenía un nudo en la garganta, los ojos le ardían al igual que la naríz.

De pronto se encontraba llorando en brazos de Ron. No quería ni debía ser Malfoy-Granger, era mayor de edad asi que...

—Lamento decirte que no podrás cambiar el apellido—Dijo Draco acercándose lentamente—, es tu apellido oficial.

—¡¿Y tú cómo sabes?!— Saltó Ariadna separándose de Ron— ¡No estuviste ahí dentro, no sabes que es lo que dijeron ahí.

—¡No contestes así, Ariadna!— retó Hermione, frunciendo el entrecejo—. Draco tiene razón, no puedes cambiar tu apellido...

—¡¿Pero por qué?!— Interrumpió Ariadna llorando—¡Siempre fui Granger-Weasley! ¡¿Por qué ser Malfoy-Granger ahora?!.

—¡Porque nos vamos a casar en diez meses!— Gritó Hermione llorando; se sentó en una banca bajo la mirada de todos y siguió llorando.

—¿Tu... tú eres...Lectora compulsiva?—Preguntó Scorpius mirando a Rose asustado, luego volteó a ver a Hermione— ¿Tú... serás mi madrastra?

Hermione sollozó pero asintió sin mirar a nadie. Ariadna miró a Ron, el pelirrojo miraba con odio a Draco y a Hermione. ¿Era ese el motivo del divorcio? ¿El que su madre estaba enamorada de Draco Malfoy?...¿O el hecho de que fuera hija de Malfoy? Ahora estaba más confundida que nunca.

—¿Papá?— Susurró mientras las lágrimas corrían— ¿Qué... qué pasará? La custodia...

—Seguirá tal cual hasta el próximo año, Aria—interrumpió Ron sin mirarla—, o al menos hasta que Hermione se case con Draco.

Agachó la cabeza, sumida en sus pensamientos:

¿Mamá es lectora compulsiva?
¿Rose y Scorpius serán hermanastros?
¿Papá me dejará?
¿Ahora seré Malfoy-Granger de por vida?
¿Viviré en la Mansión?
¿Seguiré llendo a La Madriguera?
¿Qué pensarán los Weasley?

—Aria...- Susurró la voz inconfundible de Keyla—, vamos a charlar un rato.

Ignorando las preguntas de los presentes, siguió a Keyla hasta un pasillo alejado.

—Sé que debe ser difícil para ti— Dijo suavemente Keyla.-, y sé que jamás te voy a entender al cien por cien; pero eres mi otra mitad y te conozco lo suficiente como para saber que piensas en mil cosas a la vez.

Ariadna levantó la vista de sus pies, y abrazó a Keyla. Eran tán diferentes pero iguales a la vez...se volvían locas mutuamente, pero aún así se entendían a la perfección.

—Ya nada es igual...— Susurró sobre la tupida melena de Keyla.

—¿Cómo pretendes que siga igual que antes?...muchas cosas han cambiado desde nuestro cumpleaños del año pasado, así nada podría ser igual— Susurró Keyla—. Debes aprender que si algo cambia, todo podría cambiar. Así como que el tiempo vuela.