Capítulo 27: ¿Te arrepientes?

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Dedicado a: Nela_Malfoy
Otra fiel votadora y lectora (no me pediste nada pero aún así te la doy por lo buena que soy, ahre).

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Pasaron tres días en la madriguera, y aún quedaba uno más. Poco a poco Keyla se fue acostumbrando (y los demás también) al loco y alborotado estilo de vida de los Weasley; pero Ariadna aún seguía pensando en lo que sus tíos habían dicho «Solo las aceptamos por el bien de Aria»...¿Acaso eso significaba que no la querían realmente por ser hija de un Malfoy, y no una Weasley de sangre? era algo realmente estúpido.

«No creo que fueran tan buenos actores» Pensó viendo a sus tíos y tías preparar la mesa en el jardín. «Nadie sería capaz de fingir tanto amor a una persona»

Esa misma tarde, poco después del almuerzo; formuló a su madre la pregunta que no la dejaba dormir por las noches.

—¿Mamá?— Llamó Ariadna sentándose a su lado—, ¿podemos hablar un poco?.

—Claro, hija— Asunto Hermione levantándose y alejándose de la mesa rumbo a un árbol lejano.

Se sentaron en el pie de éste y se quedaron mirando como los demás limpiaban la mesa.

—¿Quiénes más saben de Keyla y yo?— Preguntó Ariadna sin mirarla—. Digo...que soy una...una...

—Malfoy— completó Hermione suspirando pesadamente—. Cuando me enteré que estaba embarazada, yo sabía que no eran de tu padre...porque éramos recién casados y no queríamos apresurarnos demasiado. Ron las aceptó a pesar de no ser sus hijas, ya que prácticamente estaba borracha cuando pasó, y estaba muy enojada con él; dijo que no le importaría, y que les contaría a los Weasley— Dejó una pausa, como esperando que Ariadna dijera algo, pero viendo que ésta no decía nada, siguió:—. Ellos lo aceptaron, o eso creía yo.

» Todos querían que ustedes fueran hijas de Ron, entendieron que estaba borracha y enojada, y que no pensaba con claridad en esos momentos; pero no entendieron cuando dije que las quería tener, cuando dije que me haría responsable; ya no era una niña y podría mantenerlas con o sin Draco...pero estoy completamente segura de que si ésto me hubiese pasado cuando era mucho más joven, no hubiera dudado en abortar. Pero como ya era mayor, estaba casada y tenía un buen empleo, me negué a abortarlas; esa fue la gota que colmó el vaso.

» Hubo algún tiempo en el que no me hablaron, pensaban que debía abortar, simplemente olvidar y embarazarme de Ronald...pero yo no quería, y era mi cuerpo, yo debía decidir. Cuando nacieron, llegamos a un acuerdo con Draco: una de ustedes debía ir con él y una con nosotros; pero revelar la verdad cuando cumpliesen 16, no antes ni después.

—¿Los Weasley realmente me quieren o solo porque...?— preguntó Ariadna mirando el césped rebelde que rodeaba el árbol.

—Yo creía que no te querrían, o que fingirían— Interrumpió Hermione—. Pero después noté que realmente te querían tanto como tú a ellos. Una vez me dijeron que después de algunos meses comprendieron que ustedes no tenían la culpa de nada, nadie tenía la culpa...bueno, tal vez la estúpida camarera que no dejaba de juguetear con Ron y el hombre que no dejaba de seguirme (eso ocasionó la pelea entre yo y tu padre), pero bueno. Ellos aprendieron a quererte, Weasley o no.

El corazón de Ariadna latía con fuerza ¡Sí la querían!.

—¿Somos un... error?— preguntó arrancando un pequeño pedazo de césped.

—Claro que no— Respondió Hermione arrugando la nariz.

—No planeabas quedarte embarazada.

—¿Qué?— preguntó incrédula Hermione.

—Lo dijiste cuando llegamos, después de que Keyla mencionara al tío Fred— Aclaró Ariadna un tanto molesta—. Dijiste que no planeabas embarazarte.

—¿Acaso todos planeamos todo en la vida? No— Dijo Hermione—. Nadie planea nada. Yo jamás planee pelearme con tu padre, ni emborracharme, ni ir a un hotel, ni...— Inspiró hondo—, hacer nada con Draco. No lo planee, pero no me arrepiento.

—¿Por?— Preguntó Ariadna secamente.

—Porque el hurón albino me dio dos hermosas, inteligentes, valientes y muy talentosas hijas— Admitió Hermione, le temblaba levemente la voz—. Me arrepiento de muchas cosas, Ariadna, pero no me arrepiento de tenerlas...tal vez me arrepienta de quien es su padre, pero no me arrepiento de ustedes.

—¿Te arrepientes de enamorarte de él en Hogwarts?— Preguntó molesta Ariadna, ahora la miraba a la cara sin expresión alguna—. Dijiste que lo "amabas" cuando eras adolescente.

—Era algo tonta respecto a los sentimientos— Respondió Hermione un poco tensa—, hubo un tiempo en el que pensé que... estaba "enamorada", pero me dí cuenta de que era una especie de obsesión con él. Luego me fijé más en tu padre y aquí estamos.

—¿Por qué no nos dijiste antes? Nos habrías ahorrado mucho— Replicó Ariadna arrugando la nariz.

—Ese era el acuerdo...

—Sí, pero me lo podrías haber dicho antes— Interrumpió Ariadna— ¡No tienes ni idea de lo que sentí!

Hermione la miró en silencio. Ariadna se levantó y la dejó sola en el pié del árbol.

—¿Y a ti que te pasa?— Dijo una voz familiar a sus espaldas.

Se volteó y encontró a Rose y a Keyla agitadas.

—¿Y a ustedes qué les pasó?— preguntó Ariadna levantando una ceja.

—Carrera entre los demás, James ganó— Respondió Rose un poco enojada—. Pero no evadas nuestra pregunta, Ariadna.

Ariadna inhaló profundamente, estaba por decirles sus problemas cuando oyeron a Molly gritar:

—¡¿Malfoy?!...¡¿Qué demonios haces aquí después de lo que le hiciste a Rose?! ¡¡LARGO!!.

Scorpius Malfoy caminaba con seguridad hacia las hermanas con Molly y Hugo detrás.

—¡Rose!— Llamó el rubio, la pelirroja volteó hacia cualquier dirección menos a Scorpius— ¡Rosebud! ¡Rose!.

—Haga lo que haga, diga lo que diga, no lo escuches, Rosie— susurró Keyla mirando a Scorpius—. Ya me encargo yo de él.

—Que tú... ¿Qué?— preguntó desconcertada Ariadna, pero Keyla estaba caminando con desición.

—¡Oye, Scorp!— Dijo Keyla batiendo la mano hacia Scorpius— ¡Scorpius!...¿Qué haces aquí? ¡No me digas que vienes a hacer las pases con Rose porque no...!

—Quiero hablar con Aria y Rose, Keyla, no te vale de nada fingir. No soy estúpido— Interrumpió Scorpius, dejando a Keyla a media frase.

—Demonios...— Murmuró Keyla acercándose a Ariana y Rose—. No pude hacer nada, solo quedaría que hablemos con él.

—No quedo nada que hablar con Malfoy— dijo secamente Rose—. Vamos, iremos a preguntar a la abuela Molly si podemos ir al pueblo muggle.

—¿Y qué haremos exactamente allí?— preguntó Ariadna caminando junto a Rose hacía la madriguera con Keyla detrás.

—¿Recuerdas el cine y la heladería?— Ariadna asintió—, bueno pues mamá me sugirió que invitara a las primas y a ustedes al pueblo (ya sabes cómo se alegran los muggles del cine al ver a la gran familia), y me pareció buena idea.

—¿Vamos?— Preguntó Ariadna mirando sobre su hombro a Keyla, ésta asintió— ¡Excelente! les aviso a las primas y vamos antes de que Scorpius nos siga.

¿Yo? ¿Una Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora