— Nunca había visto un unicornio...—opinó un chico de Slytherin en el almuerzo—. Son muy hermosos.
—Si, pero de seguro lo hizo porque es el padrino de su mejor alumna: Ariadna Granger-Weasley—dijo una chica de cuarto año.
—Si, claro—dijo una voz a sus espaldas—. De seguro lo hizo a petición de Ariadna.
—Ehh, hola...Ariadna—saludaron nerviosos—. Justo estábamos hablando de ti.
—¿Qué acaso no les enseñaron que no deben hablar a espaldas de la gente?—chasqueó la lengua con desaprobación mientras se cruzaba de brazos—. Qué malos, pero deben saber que aunque sea la mejor en clases, y que además, sea la ahijada de Hagrid, no significa que yo también tenga beneficios.
Se dio la vuelta y se sentó en medio de Scorpius y Alexandra, que al parecer estaban en medio de una grave discusión sobre quién le daría el mejor regalo a Ariadna por su cumpleaños.
—¿No sabes nada de Rose y Hugo?—preguntó Alexandra tratando de cambiar de tema.
—No, tampoco he recibido cartas de mis padres ni de mis amigos muggles, ni de mis tíos—se quejó Ariadna.
Justo en ese momento entraron unas cien lechuzas con paquetes y aterrizaron junto a sus dueños. Ariadna buscaba su lechuza blanca, pero no la vio sino hasta que casi choca con otra lechuza marrón.
—¡Aquí, Cookie!—gritó entre tanto alboroto para que Cookie la pudiera ver.
—¡Adivina quiénes somos!—dijeron dos voces cubriéndole los ojos con las manos.
—¿Hugo?¿Rose?—preguntó quitando lentamente las manos de sus hermanos—¡Pensé que se habían olvidado de mi cumpleaños!.
—Cómo olvidarlo—dijo Rose abrazando a su hermana—. Todos los cuatro de abril desde que llegaste a Hogwarts, Hagrid nos prepara a todos los cursos que hacen su asignatura alguna clase con una criatura mágica muy importante.
—Feliz cumpleaños, Aria—abrazo Hugo a su hermana—. Mira, ahí viene Cookie.
Efectivamente Cookie se había apoyado en la mesa con un gran fajo de cartas en el pico, Ariadna se acerco y le sacó el fajo, Cookie le picoteo el dedo de forma cariñosa, tomó un trozo de pan y se fue por donde llegó.
—Esta es de mamá y papá—dijo pasando una carta y un pequeño sobre a Rose—. Este es de tío Harry y tía Ginny—siguió pasando sobres y cartas—. Estos son de la familia Weasley, estos de amigos muggles, este del señor Malfoy, este de los abuelos Granger y este es de Hagrid.
Apartaron un lugar en la mesa y se pusieron a revisar las cartas y paquetes que tenia, su madre le dio una remera mangas cortas de su equipo de Quidditch favorito, su padre le dio un collar con una pequeña serpiente grabada, su tío Harry le dio una pulsera de plata con su inicial grabada, su tía Ginny le dio una remera mangas largas color verde esmeralda, sus abuelos Weasley le dieron una caja de pastelitos y un suéter Weasley, sus tíos Weasley le dieron cajas de bromas, ropa, aretes y fotos de la familia junta, sus pocos amigos muggles le dieron unos cuantos libros de amor, aventuras y cosas así, su abuela Jean le dio una foto de toda su familia reunida, el señor Malfoy le dio una foto de sus padres en su primer día de clases, antes de la selección; a Ariadna le pareció extraño, pero igualmente la guardo en su túnica. En las cartas habían felicitaciones y buenos deseos, ya era una muchacha de 16 años. El último que abrieron fue el de Hagrid.
"Ya recibiste tu regalo, pero aún falta la próxima clase del jueves...feliz cumpleaños Ariadna.
Hagrid"
Sonrió.
—¿Qué clase de criatura nos mostrará Hagrid?—preguntó mirando a sus hermanos.
— Algo raro, peligroso y peludo—respondió Hugo guardando las cartas en la mochila de su hermana—. Eso es seguro.
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¿Yo? ¿Una Malfoy?
FanfictionAriadne Meissa Granger- Weasley siempre fue diferente a su familia, aunque sea parecida a su madre, no tenía ojos cafés ni ojos azules como los de sus padres, sino que eran de un extraño color gris frío. Con 11 años recién cumplidos su físico comien...