El tiempo vuela. Esa simple frase la ocupaba siempre que veía a sus hijos correr por el jardín de su nueva casa en los terrenos de Hogwarts.
Habían pasado ya ocho años de su boda. Dylan y Ariadna decidieron tener hijos al tercer año. El mayor, Liam, tenía cinco años y medio; era de cabello negro-castaño, como el de su padre, pero tenía los ojos de Ariadna. La menor, Andrea, tenía casi cuatro años; tenía el cabello castaño revuelto y ojos del tiempo, como los de su padre, aunque su cabello estaba más oscuro que el de Ariadna.
Se correteaban por el pequeño jardín de casa mientras el gato estaba recostado a la par de Ariadna, que acariciaba su plano vientre. Esa tarde le daría la noticia. Era un día soleado con algunas nubes blancas, para ser otoño el tiempo era perfecto; Liam corría con un palo en la mano y fingía lanzar hechizos hacia Andrea, quien fingía caer muerta o quedarse congelada.
De pronto, el gato negro y blanco paró las orejas y saltó de la banca hacia un hombre que se acercaba hacia los niños.
—¡Liam, Andrea, llegó papá!— Llamó Ariadna levantándose; los niños comenzaron a correr como una snitch para luego abrazar las piernas de Dylan—. Hola, amor—besó a Dylan y bajó la vista hacia sus hijos—. La ducha los está esperando, la tía Keyla, el tío Kevin, la tía Rose, el tío Scorpius, el tío Hugo, la tia Amara, la tía Evelyn y el tío Gale vendrán a cenar en unas horas con sus primos.
Los niños rieron y desaparecieron por la puerta trasera de la casa que antaño fue de Hagrid, su padrino. Luego volteó a ver a su marido.
—¿Por qué pediste el día, Aria?— preguntó Dylan mientras caminaban con el gato detrás hacia la casa— ¿Te sientes mal?.
—Tus hijos me están agotando— Suspiró Ariadna sonriendo—, tus tres hijos me agotan mucho.
—Pero si tenemos...— Comenzó a decir Dylan, luego abrió los ojos de par en par y miró a Ariadna, pero ella solo miraba al frente con una sonrisa—, es broma, ¿no?
—Sorpresa—Se limitó a decir Ariadna volteado para ver a Dylan, pero éste estaba muy serio. Las lágrimas no tardaron en salir al pensar que Dylan no querría otro hijo—. Humm... sé que no tenemos espacio, que...
—¡¿Bromeas?!— Rió Dylan tomando las caderas de Ariadna y levantándola del suelo— ¡No importa el maldito espacio, ya pensaremos en eso!—Dio una vuelta sobre sí mismo con Ariadna riendo—¡Mi mujer me va a dar otro hijo!
—¡Dylan, me estoy mareando!—Dijo Ariadna entre risas— ¡Dylan, tengo que bañar a los niños y...! ¡Dylan, ya basta!
Dylan paró rápidamente bajo la mirada amenazadora de Ariadna.
—Pensándolo bien... tú te encargas de que los niños y yo preparo las cosas para la cena— Ordenó entrando a la casa— ¡Niños, papá los va a bañar!
—Mami— Llamó Andrea señalando a Ariadna—, yo quielo a mami.
—Y mami también te quiere, Andrea—Dijo Dylan cargando a su hija—. Pero mami ahora está ocupada, tiene que limpiar para que tus tíos y tías vengan a cenar, ¿o acaso no quieres ver a Etamin?
—¡Sí quielo!—Exclamó Andrea sonriendo de lado—¡Vamos, Liam, papi nos va a bañal!
Ariadna rio mientras tomaba la escoba y comenzaba la limpieza. Cuando ya faltaba media hora para las visitas, vio que la mitad de la casa estaba impecable, pero la otra no.
—Qué diablos—Sacó su varita y apuntó a la cocina— ¡Fregotego!—Las cosas se limpiaron por sí solas. En menos de diez minutos ya estaba preparando la cena con los niños bien limpitos y vestidos.
ESTÁS LEYENDO
¿Yo? ¿Una Malfoy?
FanfictionAriadne Meissa Granger- Weasley siempre fue diferente a su familia, aunque sea parecida a su madre, no tenía ojos cafés ni ojos azules como los de sus padres, sino que eran de un extraño color gris frío. Con 11 años recién cumplidos su físico comien...