¡Castigada!. Ella, la inteligente y...bueno, bella no era la palabra que la describiría en ese momento; pero la más lista de su clase, Ariadna Granger-Weasley, estaba castigada por primera vez en todo su quinto año.
G-E-N-I-A-L.
Literalmente la semana para Ariadna pasó muy lenta con solo pensar en el castigo que cumpliría por dos jodidas semanas por solo defenderse de las insoportables burlas de sus insoportables compañeras de cuarto. Y de repente ya no supo en qué momento terminó todos los exámenes...seguramente reprobaría cada uno, si reprobaba no tendría empleo, si no tendría empleo no tendría una economía estable, y ni no tendría dinero...no tendría futuro.
—¿Aria?...No, chicos, parece que está volando.
— Entonces ahora puedo decir lo que quiera.
— ¡Oye, Aria! Creo que estoy embarazada
—Aria, eres adoptada.
— Ariadna, eres la otra melliza y eres mi media hermana.
—¡¿Que yo qué?!—Preguntó Ariadna cuando pudo comprender las palabras de sus amigos, quienes ahora estaban riendo como locos—¿Alex?¿Embarazada?...— parpadeó desconcertada—. ¿Yo?¿Una Malfoy?.
Ninguno le prestaba atención, estaban muy ocupados riéndose de la cara de Ariadna hasta que ella les tiró la mochila encima.
Estaban en la sala común de Slytherin y Ariadna no había prestado atención a lo que hablaban los demás y volaba sin darse cuenta que ellos llevaban unos 10 minutos diciéndole cosas sin sentido y optó por tirarles la mochila de Albus, quien estaba estudiando en un sillón cercano. Lo poco que se podía ver por la ventana del techo por la cual entraban las lechuzas con el correo, daba señales de que corría viento cálido y el sol brillaba en el ocaso, acompañados de unas risas femeninas remojandose en las orillas del lago negro.
—Son un dúo de idiotas—dijo molesta.
— Mejor dicho— Interrumpió Albus riendo—: Trío de idiotas. Cuando vi que estabas prácticamente volando, se me ocurrió decir que eres adoptada.
—¡Es increíble que seas mi primo, Al!— Exclamó Ariadna riendo levemente por lo idiota que podía llegar a ser Albus.
—Oye, yo no heredé la inteligencia de mi madre— Albus se encogió de hombros—. Tengo su temperamento, actitud, ganas de molestar a James.
— ¿No era que James te molestaba a ti?— preguntó divertida Alexandra.
—Me vale— Se limitó a decir Albus y los cuatro comenzaron a reír como locos.
En la fresca sala común todos los que estaban adentro (que eran muchos por el calor insoportable), los miraban como si tuvieran un virus mortal, y algunos retrocedían un poco negando con la cabeza.
—¿Tú no tienes que ir con madame Pince?— Preguntó Scorpius mirando seriamente a Ariadna.
—¡Merlín!—La castaña se levantó rápidamente y busco a tientas su mochila— ¡Nos vemos cuando termine!.
Salió por la puerta de la sala común y comenzó a correr lo más rapido que podía hasta la biblioteca; respiraba agitada y entrecortadamente pero logró llegar junto a Madame Pince a la puerta de la biblioteca.
—Veo que es igual de impuntual qué su padre—le reprochó la mujer con cara de buitre—. Pase. Debe pulir y ubicar cada libro—Señaló una gran pila de libros sobre una mesa—. Puede comenzar, yo le indicaré cuando terminar.
Ariadna suspiró y comenzó a limpiar; mientras observaba los títulos de los libros, tarareaba una vieja canción muggle que su madre le cantaba cuando era niña.
» La la...la la
Recuérdame.
Hoy me tengo que ir, mi amor, recuérdame.
No llores por favor,
Te llevo en mi corazón y cerca me tendrás.
Hasta que en mis brazos tu estés...
recuérdame...
Hoy me tengo que ir, mi amor, recuérdame.
Si mí guitarra oyes llorar,ella con su triste canto te acompañará.
Hasta que en mis brazos tu estés...
Recuérdame «Solo se la cantaba a ella, nunca se la oyó cantar a Rose o a Hugo, esa canción era sólo para ella. Miró el gran viejo reloj de madera apoyado en la pared, sólo habían pasado quince minutos. Lo miraba de vez en cuando...treinta minutos, cuarenta...una hora...una hora y media.
—Ya pasaron dos jodidas horas y yo aquí—Murmuró lo suficientemente bajo para que la bibliotecaria no la oyera—. Aunque podría ser peor.
"Historia de la magia moderna"
"Cuidado de dragones: guía básica"
"Plantas acuáticas mágicas"
"Transformaciones para principiantes"
"Historia de Hogwarts"
"Encantamientos básicos"Ya se comenzaba a aburrir cuando escuchó el sonido más glorioso que pudo oír: "Tong, Tong, Tong". El reloj marco las siete de la tarde, indicando la hora de la cena.
—Continuará la semana que viene— Anunció madame Pince con cara de disgusto—. Para prepararse para el baile de mañana.
El baile se celebraría un día domingo y el próximo lunes no había ninguna clase porque seguramente muchos se quedarían hasta muy tarde en el baile.
Ariadna sonrió, tomó su mochila, se sacudió y se fue con la misma velocidad con la que llegó. En el gran comedor, sus amigos la saludaban desde la mesa de Slytherin y le habían guardado un lugar; Ariadna miró a la mesa de Gryffindor, Hugo la saludó con una sonrisa, Lily igual y James la saludó con un movimiento de cabeza; buscó con la mirada a Rose, la encontró entre su grupo de amigas, tenía el corto cabello pelirrojo despeinado y enmarañado. La saludó con la mano, pero Rose ni se molestó en mirarla.
Se acercó la mesa y se sentó pesadamente.
—¿Qué te hizo hacer?— preguntaron Alexandra y Albus al unísono.
—Solo pulir y acomodar— contestó Ariadna acordándose para tomar el plato de pollo—. Continuaré la próxima semana por el estúpido baile.
—¡Te vas a ver divina con ese vestido!—Exclamó Alexandra ignorando las miradas curiosas de Albus y Scorpius—. Y ustedes no la verán sino hasta el baile— reprochó.
—Ohh—se quejaron ambos chicos levantado los brazos—. No se vale.
—Es de mala suerte ver a una chica antes del baile—Dijo lógicamente Alexandra metiéndose un trozo de pastel de calabaza a la boca—. Afi fe fo la vefan anfes del baile.
—¿Qué?— preguntó divertida Ariadna—. Solo es de mala suerte ver la novia antes de la boda. Y me recuerdas a mi padre hablando con la boca llena.
Alexandra logro tragar lo que tenía en la boca y dijo:
—Dije «no la verán antes del baile»
—Claaro—Scorpius dio un leve empujón a Alexandra y el resto de la cena se la pasaron dándose patadas bajo la mesa.
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¿Yo? ¿Una Malfoy?
FanfictionAriadne Meissa Granger- Weasley siempre fue diferente a su familia, aunque sea parecida a su madre, no tenía ojos cafés ni ojos azules como los de sus padres, sino que eran de un extraño color gris frío. Con 11 años recién cumplidos su físico comien...