Después de la batalla de Hogwarts, como ya sabemos, Ginny se casó con Harry y tuvieron a James Sirius Potter, Albus Severus Potter y a Lily Luna Potter; además de que Hermione se casó con Ron y tuvieron a Rose Granger-Weasley y a Hugo Granger- Weasley, todo lo que pasó en los libros de J.K Rowling, paso aquí.
Pero Ron y Hermione no solo tuvieron a Rose y a Hugo, también tuvieron a una hija, la mayor: Ariadne Meissa Granger-Weasley, es...de cabello castaño rebelde, piel pálida, alta para su edad, orgullosa, valiente, algo rebelde, inteligente y fiel con quien se lo merece, en otras palabras...es igual a sus padres, menos por un pequeño detalle: sus ojos color gris. Además de tener ese confuso color de ojos, es la más pálida de su familia y no tiene pecas como sus hermanos menores. Además de que siempre anda con la cabeza arriba y camina como si fuera la dueña del mundo, aunque nunca lo hizo a propósito, según ella eso siempre a sido parte de ella.
Nació un 4 de abril del 2004 a la madrugada, un año después de que sus padres se casaron. Le siguió su hermana Rose en el 2006, luego Hugo en 2008. Siendo la mayor era la consentida de sus padres hasta que llegaron sus hermanos y aprendió a quererlos por igual aunque sus padres ya no le prestaban la misma atención que antes.
En el 2015 ingresó a Hogwarts y para sorpresa de sus padres quedó en Slytherin mientras que sus hermanos quedaron en Gryffindor. A los 13 años quedó en el equipo de Slytherin como golpeadora.
Ese mismo año, en el andén nueve y tres cuartos se topó con Scorpius Hyperion Malfoy acompañado de sus padres.
―Hola―saludó Ariadne al chico de 11 años―, soy Ariadne Granger-Weasley. Un placer.
Sólo le había hablado por simple curiosidad, el chico le llamaba la atención. Simplemente se acercó por un extraño presentimiento y en parte porque su padre no dejaba de mirarlo.
―Hola, Ariadne, soy Scorpius Malfoy―saludó Scorpius mirando los ojos de Ariadna―. Nuestros ojos son iguales, ¿cierto, papá?
El padre del chico se acerco y miro a Ariadna, la miro con lo que parecía ser cariño, Ariadna pensó que era raro que un Malfoy la mirara así; ya sabía que los Malfoy eran famosos porque eran ex Mortífagos, además de su actitud fría y distante, conocía la relación que tenía con sus padres y tíos.
―Así es―coincidió asintiendo con la cabeza―. Tal vez sean una variación del azul de su padre, señorita.
―Mi madre dice lo mismo, aunque nadie explica mi palidez―io levemente, en ese momento el conductor llamo para que subieran al tren―. Bueno. Me tengo que ir, espero verte en Slytherin, Scorpius―se volteó hacia su hermana Rose, la niña pelirroja de ojos azules de once años que la esperaba con notables nervios―. ¡Vamos, Rose, o no llegaremos a Hogwarts!
Rose corrió hasta ella con el baúl a rastras y subieron juntas al tren. Pasó parte del viaje pensando que tanto el padre como el hijo eran muy parecidos a ella, Rose le hablaba, le preguntaba cómo era Hogwarts y cómo la trataban a ella. Ariadne le dijo que nadie esperaba mucho de una Weasley, pero que aún así ella demostró ser muy buena alumna y buena en el Quidditch, y que seguramente ella también lo sería.
Cuando el niño Malfoy se acercó al compartimiento con Albus, Rose se levantó, tomó su baúl y se fue a pesar de las protestas de Ariadne y Albus. Cuando se quedaron los tres solos, Albus comentó el parecido entre ella y su nuevo amigo, añadiendo que Ariadne tampoco se parecía mucho a los Weasley, como él y James. Fingió sorprenderse y pasó el resto del viaje pensando en Rose.
Ariadne sabía que era diferente a su familia...menos a su mamá, claro, y no le gustaba que hablaran de eso.
El tiempo pasaba, y ella se parecía cada vez menos a su familia. Rose se había vuelto una chica alta, lista, atlética y bella que seguramente sería muy popular en el futuro; Hugo parecía ir por el mismo camino aunque no fuera atlético; y ni hablar de sus primos y primas. Ella era alta, casi tanto como su padre, su piel seguía pálida, sus ojos grises lanzaban un brillo amenazador, diferente al brillo cálido de su madre, a menudo bromeaban con que era adoptada o hermana de su mejor amigo, Scorpius Malfoy. Eso también le molestaba, pero eran tan parecidos que incluso tenía sueños en los que era una Malfoy y vivía en esa mansión oscura que le provocaba pesadillas a su madre. Fuera de eso, era una más del montón, destacaba solo por ser la hija de la Ministra de Magia y su larga lista de parientes famosos, bueno, el hecho de que fuera jugadora de Quidditch atribuía algo, pero nadie esperaba nada raro o especial de ella, una chica de dieciséis años que no se sentía del todo completa.
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¿Yo? ¿Una Malfoy?
FanfictionAriadne Meissa Granger- Weasley siempre fue diferente a su familia, aunque sea parecida a su madre, no tenía ojos cafés ni ojos azules como los de sus padres, sino que eran de un extraño color gris frío. Con 11 años recién cumplidos su físico comien...