Al entrar a la casa, Rose y Ariadna se apresuraron a subir a toda velocidad hasta su cuarto con baúles y jaulas; dejando solos a sus padres, Hugo y a Scorpius, quien estaba muy nervioso y evitaba a toda costa la mirada asesina de Ron.
—Asi que...— Dijo Hermione tratando de romper el hielo.— ¿Qué tal el baile?
—Lily y Louis se pelearon— respondió Hugo tratando de soltar a su pequeña lechuza por la ventana junto a la puerta—. Lily le dio una bofetada y se alejó.
—¿Que Lily le dio una bofetada a Louis?— Preguntó incrédulo Ron apartando la mirada del "invasor"— ¿Por qué?
Hugo se encogió de hombros.
— Él le nos reto a ambos porque no podíamos ir al baile; Lily lo ignoró, Louis la llamó...— vacilo un momento— 'Puta' y obviamente Lily se enfadó y comenzaron a gritarse hasta que ella le dio una bofetada.
Hermione no sabía si castigar a su hijo por ir al baile a pesar de tener doce años, o bien hacer razonar a los Potter y a los Weasley Delacour; lo cual sería prácticamente inútil.
—Ven— se acercó hasta su hijo, que aún luchaba con el broche de la jaula, y le quitó el cerrojo con agilidad—, sabías que no podías ir, Hugo.
—Ya lo sé— respondió Hugo caminando hasta su baúl, que aún estaba junto a la puerta—. Pero Lilu insistió, y además era un baile solamente.
—¿O sea que si Lily se tira de la torre de Astronomía, tú también lo harías?— preguntó severamente Hermione apoyándose en el borde la ventana—. Tu padre y yo no fuimos a un baile sino hasta los catorce y quince años ¿Verdad, Ron?...¿Ron que estás...?
El pelirrojo había acorralado al flacucho rubio hasta la cocina y no le había dado oportunidad a su esposa de replicar.
Se sentó en la silla más cercana que tenía e invitó a Scorpius a sentarse frente a él. El rubio, sabiendo que no tendría otra opción, se sentó con los ojos fijos en los de su futuro suegro.
—Dime, Malfoy— dijo lenta pero gravemente Ron mirando fijamente a Scorpius—. ¿Pretendes algo con alguna de mis hijas?.
—No, señor— respondió Scorpius, se sentía como en un interrogatorio muggle de los que Ariadna tanto hablaba—. Solo con una.
—¿Con quién?— gruñó Ron aún sosteniéndole la mirada—. Es con Aria, ¿cierto?.
Scorpius estaba a punto de decir que tenía algo con Rose cuando un grito les avisó que los esperaban en la sala.
—¡Papá!— se escuchó la voz de Rose desde la sala—. ¡Deja a Scorp en paz y ven a la sala!
—Te salvaste...— susurró Ron entrando a la sala.
La sala era algo simple, pero parecía mucho más acogedora que la mansión Malfoy. Tenía un sofá grande frente a una mesita y dos sofás algo más pequeños; frente a éstos, estaba la chimenea, que tenía en su borde fotos de la familia Weasley y Granger. También había fotos en la pared color durazno claro.
—Ven, Scorpius— Rose invito a Scorpius a que se sentara frente a ella en uno de los sofás pequeños—. Siéntete como en casa, aunque no es la primera vez que vienes.
A pesar de las acogedoras palabras de Rose, las miradas tranquilizadoras de Ariadna y Hermione; Scorpius se sentía como un intruso bajo la mirada crítica de Hugo y Ron. Pero aún así se sentó obediente.
Muy pocas veces iba de vacaciones a la casa de su mejor amiga, solo iba a comer o a pasar las tardes allí. Para descontento suyo, Ron inició con unas preguntas:
— Y bien, Scorpius— se sentó junto a su mujer, hijo e hija en el sofá grande, dejando a Ariadna sentada en el apoya brazos—. ¿Por qué motivo en específico estás aquí?.
—¡Ron!— reclamó Hermione dándole una patada mal disimulada a su esposo.
—¡Papá!— replicó Ariadna lanzandole una mirada asesina a su padre.
—¡Papá!— suspiró Rose algo sonrojada.
Ron, sin embargo, siguió como si nada.
—¿Y bien?
—Ehhh....— Scorpius miró nervioso a Rose, quién suspiró, se acercó hasta él, y se sentó en el apoya brazos.
—Mamá— Rose miró a su madre, quien pareció entender y se apresuró a darle la mano a Ron—, Aria— Ariadna hizo lo mismo con Hugo. Suspiró—. Scorpius y yo...
Ron comprendió rápidamente lo que su hija menor estaba a punto de decir e hizo ademán de levantarse, pero Hermione se lo impidió y dejó que su hija siguiese hablando:
—Ya sabía que nos matarías— suspiró Rose para el terror de Scorpius, y para tranquilizarlo, le dio la mano—. Si. Scorpius Malfoy y yo, Rosebud Granger-Weasley, somos pareja desde el baile.
Hugo y Ron destacaron su disgusto, y parecido, cuando se les pusieron las orejas rojas y al apretar las mandíbulas; hubieran atacado a Scorpius de no ser por las miradas asesinas y tranquilizadoras a la vez de Hermione y Ariadna.
Scorpius y Rose se encogieron en el sofá, esperando la bomba que nunca llegó. Tanto Ron como Hugo se levantaron y subieron hasta sus cuartos.
—Vaya...— Dijo Ariadna sorprendida por esa reacción—. Me esperaba que te tirara la mesa encima o algo así— admitió mirando a Scorpius, que miraba fijamente las escaleras—. Parece que...
—No te creas, Aria— Interrumpió Hermione mirando con preocupación las escaleras—. Ustedes quédense aquí, yo iré.
Se levantó y se dirigió con paso firme hasta la habitación que compartía con Ron, dejando a los adolescentes solos en silencio.
—En tres...— comenzó a contar Rose después de unos minutos de silencio— Dos...uno...
¡Plam!
Se oyó un portazo, pasos apresurados, gritos y más pasos apresurados:
—¡Ron!— se oyó la voz de Hermione—. ¡Ya no es una niña! Ya va a cumplir quince años, no tiene once.
—¡Sigue siendo muy pequeña, Mione!— Replicaba Ron desde, lo que pensaron las Weasley, la puerta de su habitación—. ¡Y jamás permitiré que una de mis hijas salga con un Malfoy!.
—¡Entiende que él no es como su padre!— Contraatacó Hermione—. ¡Scorpius no es igual a Draco, Ron!...
Las voces se fueron apagando hasta que se oyó otro portazo, y la casa quedó en silencio otra vez.
Adentro, en la habitación de Ron y Hermione; Ron farfullaba mil y una excusas para que Rose, y Ariadna, se alejaran de Scorpius; mientras se paseaba por la habitación con Hermione pisándole los talones.
—Solo escucha, Ronald— Interrumpió Hermione en medio de un argumento muy idiota respecto a que Rose estaba bajo un hechizo y que finalmente Scorpius planeaba romperle el corazón y dejarla muy lejos de ellos—. ¿No crees que Rose es lo suficientemente inteligente como para no salir con alguien que le hará daño?.
—¡Claro que es inteligente! Heredó tu cerebro— Replicó Ron rojo hasta las orejas—. Pero ese Malfoy planea algo, y lo sé.
Hermione suspiró cansada.
— Sabías que éste día llegaría...solo, comportarte y luego haz lo quieras con Rosie.
Salió sin dejarle oportunidad a Ron de replicar, bajó hasta la silenciosa sala, anunció que iba a preparar la comida y dejó la sala tan silenciosa como antes.
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¿Yo? ¿Una Malfoy?
FanfictionAriadne Meissa Granger- Weasley siempre fue diferente a su familia, aunque sea parecida a su madre, no tenía ojos cafés ni ojos azules como los de sus padres, sino que eran de un extraño color gris frío. Con 11 años recién cumplidos su físico comien...