Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]

Capitulo 9

Frente a frente sentados en un restaurante a unas calles del departamento y después de no cruzar palabra fuera de la ducha estábamos esperando que alguno dijera algo para comenzar con lo inminente.

La puesta de sol a espaldas de Adam absorbía casi toda mi atención a propósito, una parte de mi se negaba a mirarlo, me dolía en sobre manera no poder entender lo que había ocurrido con él durante todo el tiempo que estuvimos separados, sus ojos eran atentos a mi, pero sabía que dentro de su cabeza había casi tantas cosas como en la mía.

Su semblante era serio y después de haber estado ambos llorando lucía como si hubiera envejecido en unos minutos, al estar ahí noté la sombra de barba que éste tenía, en conjunto con su cabello dentro de una gorra hacia atrás, una hoodie negra y un conjunto de colgantes en el cuello, no podía creer como había cambiado y ni si quiera lo había notado, era la misma persona, pero con un pequeña diferencia, éste chico había madurado y ahora tenía un mayor poder adquisitivo.

Sin notarlo poco a poco se iba convirtiendo en lo que una vez él tanto había criticado y sin lugar a dudas se veía cansado de ello.

-¿Quién eres? - sale de mi boca sin pensarlo.

Su expresión partió aún más mi corazón, el simplemente me miró como si fuera algún extraño que crees conocer de hace tiempo, negando con la cabeza rompió con el contacto visual y habló casi en un susurro.

-Ya no lo sé.

Inconscientemente mis ojos se cristalizaron una vez más, pero ésta vez me negué a derramar más lágrimas, mi mirada se fijó en mis propias manos, donde en mi dedo anular yacía el anillo de promesa que él me había dado casi dos años atrás. Lo tomé entre mis dedos de la mano contraria y con el palpitante vacío de mi pecho me lo saqué para sostenerlo.

Adam se dió cuenta de lo que hacía y me miró atento a mis movimientos hasta que habló.

-No quiero ésta vida. - dijo con su labio inferior temblando. -No hay día en el que no me sienta como una mierda Emma, no estoy hecho para tu mundo y me odio por eso. Pero no puedo continuar mintiéndome a mí mismo.

Podía sentir en mi interior la desesperación y la tristeza apoderándose de cada rincón de mi ser, era como si algo me hubiera robado la capacidad de habla y en su lugar dejara un hueco enorme en mi.

-No quiero perderte. - continuó. -Eres lo mejor que me ha pasado antes y ahora, pero no puedo más Emma...

Y ahí, en aquel rincón de la ciudad, Adam se puso de pie con los ojos cerrados y pronunció las palabras que me había temido escuchar alguna vez de su boca.

-Adiós Emma. 

Me miró una última vez y se dio la vuelta para salir por la puerta del lugar y desaparecer entre la gente, no miró atrás ni una sola vez. Me dejó ahí sentada y con el corazón roto.

la presión en mi mano aumentaba a cada segundo, mi palma resguardaba el pequeño aro símbolo de todo lo que alguna vez fue mi relación con Adam, los sentimientos que alguna vez nos profesamos yacían ahora entre mis manos sin un sentido, mis ahora temblorosas manos se entrelazaron para intentar mantener la estabilidad en mi ser, dentro de mí pedía que solamente se tratara de una despedida temporal, deseaba que cuando yo regresara a casa él estuviera esperando por mi, pero los acontecimientos me han mostrado que no siempre se puede tener lo que se desea.

Adam me dejó, literalmente se fue de mi vida.

Los pequeños rayos de sol que aún estaban presentes entraban por la ventana y tocaban la mesa que tenía delante, acerqué mi mano hacia la luz que se posaba en la mantelería y el calor que emanaba estaba allí, pero no lograba sentirlo, el frío que me recorría por todo el cuerpo era mucho mayor, recorriendo mi ser desde dentro, proviniente del enorme hueco que se había formado en el interior de mi pecho.