Capítulo 40

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Sus sollozos se ahogaban en el espacio formado entre mi cuello y su rostro, podía sentirle temblando bajo mi tacto fruto del llanto cargado de desesperación ante la situación.

Sentía que el nudo que estos meses se formaba en mi garganta comenzaba a desaparecer junto con las lágrimas que enjuagaban mis ojos, no hacía más que dejar fluir el cúmulo de sentimientos que tanto tiempo me estuvo asfixiando.

Nos mantuvimos ahí hasta que ambos sentimos que era suficiente del consuelo en el otro, poco a poco nos soltamos hasta quedar de frente mirándonos a los ojos.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? - pregunto tomándolo del rostro a la par que limpio un pequeño rastro de lágrima de su mejilla con mi pulgar.

-Pensé que mantenerte alejada de esto no te pondría en riesgo, no quería que lo de Ivanna se repitiera. - contesta bajando la mirada.

Asiento intentando comprender su postura, poco a poco suelto su cara para darle su espacio, pero el toma mis manos y las lleva nuevamente a sus mejillas cerrando los ojos.

-Lo lamento, de verdad lo siento mucho Emma, jamás debí permitir que esto ocurriera, lamento haberte hecho esto, lamento no contarte antes lo que ocurría, siento tanto lastimarte constantemente, sé que no merezco nada de ti, pero si es necesario pasaré el resto de mi vida de rodillas rogando por tu perdón porque te amo Emma, te amo como jamás he amado a nadie más, una simple sonrisa tuya tiene la capacidad de hacerme sentir pleno y tranquilo, amo cada parte de ti y si tengo que apartarme para que busques tu felicidad con alguien más entonces lo haré, te dejaré ser feliz y eso bastará para mi, sé que Viktor no es indiferente para ti y si el o alguien más es con quien quieres compartir tu vida lo entiendo, estaré junto a ti de la manera en que tu me permitas y quieras, no merezco más que acatar la decisión que tomes.

Sus palabras golpeaban en mi pecho cada vez más fuerte, el hecho de verle rendirse a la idea de que lo nuestro no podría volver a ser como antes me destrozaba por dentro, el amargo sentimiento que meses atrás se instaló en mi pecho tras su partida comenzaba a inundarme nuevamente, no quería que se fuera otra vez, no quería perderle de nuevo, ya no me permitiría ver al amor de mi vida alejarse de mi.

Con mis manos sobre el hice que levantara la cabeza para que nuestras miradas conectaran nuevamente, me observó con los ojos cargados de miedo ante las palabras que podría pronunciar pero con una pequeña sonrisa queriendo transmitir confianza para no dudar de mi decisión.

-Acabo de recuperarte, ¿de verdad crees que dejaré que te marches de nuevo? - digo apretando ligeramente mi agarre, acción a la que el responde entrelazando nuestros dedos sobre sus mejillas, con la mirada brillante le veo sonreír ligeramente a la par que sus ojos vuelven a cristalizarse un poco, y sin esperar a nada más ambos juntamos nuestros labios en un beso cargado del amor que sentimos por el otro, con esa promesa silenciosa nos permitimos volver a respirar, nuestros corazones parecen reconocerse y acompasarse hasta lograr brindarnos la tranquilidad que ambos ansiábamos.

Nos separamos y nuestras manos aún juntas terminan descansando en nuestros regazos, la sonrisa que desprende Adam hace saltar mi interior de felicidad, lo había extrañado demasiado.

-¿Qué haremos con Vladimir?

Pregunto cuando mi mente vuelve a hacerme pensar en la situación actual.

Le veo fruncir el ceño a la par que pasea su pulgar por mis dedos, evidentemente nervioso por el tema de conversación y el inevitable escenario al que habría que enfrentarse.

-Habrá que hablar con Todd.

Responde volviendo su mirada a la par que yo asiento tranquilamente.

Tomo mi teléfono para llamar a mi hermano cuando unos golpes en la puerta interrumpen dicha acción.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora