-¿Wallace?
Pregunto en el teléfono al escuchar la voz del hombre que se encarga de cuidar la gran reja que rodea la casa.
-Siento mucho despertarte a ésta hora, pero me temo que hay un joven aquí que insiste en hablar contigo, dice que es tu amigo y necesita decirte algo.
-¿Un joven?. - al preguntar mi corazón se acelera un poco y una pequeña esperanza comienza a crecer en mi. -Voy en seguida.
Digo y cuelgo el teléfono, sin pensarlo dos veces salgo de la cama con una agilidad impresionante, bajo las escaleras corriendo para abrir la puerta principal y bajar por el camino hasta el enrejado, la sonrisa en mi rostro se borra a cada paso que doy, algo aquí no cuadraba, del otro lado de la caseta en la entrada de la propiedad, unos cabellos rubios brillaban con la tenue luz que recibía por encima.
Al acercarme más tranquila, con la sonrisa completamente desvanecida, reparo en unos ojos azules que me miran atentamente.
Cruzo los brazos desconfiada, no viene a mi memoria conocer de antes al chico que espera completamente erguido al otro lado y un mal presentimiento recorre mi espalda.
Mientras llego a unos centímetros de distancia, dejando a Wallace y a la reja en medio de ambos, el misterioso hombre frente a mi sonríe de oreja a oreja y con sus manos en los bolsillos de la chaqueta da un paso adelante para estar más cerca.
El encargado de resguardar mi hogar se mueve ligeramente hacia el y atento a mi reacción pregunta.-¿Es amigo tuyo Emma?
Yo niego con la cabeza a la par que lo observo con mayor detenimiento, sus rasgos toscos no vienen a mi memoria, sus ojos azul oscuro y su cabello rubio no logra caer en algún recuerdo de mi mente.
-Entonces no puedo permitirle entrar. - habla Wallace hacia el hombre que le supera en estatura.
Éste se limita a soltar una pequeña risita y da un paso atrás.
-Descuida anciano, no necesito entrar, ya tengo todo lo que quería, adiós Emma.
Dice mientras me mira fijamente y da la media vuelta para desaparecer caminando en la oscuridad de la noche, el ofendido Wallace pone llave celosamente a la caseta mientras me dice.
-Siento mucho ésto, el insistía en verte diciendo que se conocían, no sabía que hacer, pero descuida, llamaré a la policía para que estemos más tranquilos.
Le doy las gracias por llamarme a mi y no a papá para no alterar su estado, nos despedimos y vuelvo tranquilamente a la casa, intentando recordar de dónde es que me parecía tan familiar el acento ruso y la pinta de aquel chico.
Al llegar al portal de la casa me encuentro con un sobre debajo de la puerta, lo miro extrañada y me pregunto si todo el tiempo estuvo ahí, cuando salí como una loca no reparé en ello.
Desisto de seguir con los juegos mentales y simplemente lo tomo para entrar en la casa.
Al tomarlo en mis manos y examinarlo me doy cuenta de que no contiene un destinatario, lo dejo pasar y doy por hecho que probablemente sea algún estudio médico de mis padres, lo dejo en la mesa camino a las escaleras y subo bostezando hasta mi habitación.
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Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]
RomanceSegunda temporada de "Solo llámame Adam" "¿Crees poder perdonarme?" "No lo sé." "Lo siento." -Con una trayectoria casi impecable y una carrera traída de la tumba, llega una vez más al cuadrilátero para probar suerte. Con 1.88 metros, 83 kilogramos y...