Capítulo 39

6.3K 462 38
                                    

-Necesito que me hables con la verdad Adam.

-Lo haré.

-Hablo en serio.

-También yo.

Ambos mantenemos la mirada fija en el contrario, conscientes de que aquella charla podría ser el principio del final entre nosotros o una segunda oportunidad decidimos comenzar lo antes posible.

-¿Por qué te fuiste?. - pregunto con mis brazos rodeándome el cuerpo, en un intento de protegerme de lo que fuera que está a punto de decir, quizás aquel presentimiento de que todo pudiera ir mal está solo en mi mente, pero no lo descarto para no llevarme más sorpresas desagradables, en la misma posición espero pacientemente a que responda.

-No, tengo que contarte todo lo que está pasando, si te dijera lo que ocurrió en ese punto entonces estaría ocultándote más, así que te contaré lo que ocurre desde el principio, ¿Te parece bien?

-Está bien.

Respondo con el ceño fruncido, pensando que aquello no es más que la excusa que usaría para no responder directamente a mi incógnita, pero entonces comienza a relatar lo acontecido que daría sentido a los últimos meses y poco a poco comienzo a sentir que necesito tomar asiento o de lo contrario me desmayaría ahí mismo.

-Hace unos años, cuando era parte de los protegidos de Ivánok, el tipo que dirigía el gimnasio de peleas clandestino, conocí a una chica, Ivanna, yo tenía 18 años recién cumplidos, ella era mayor que yo por uno o dos años, nos conocimos en uno de mis medios empleos, comenzamos a salir de vez en cuando y las cosas escalaron demasiado rápido, ella iba a verme pelear casi siempre hasta que un día tras meses de relación ella desapareció por un tiempo, volví a verla una noche que llegaba a mi departamento, estaba esperándome dentro y lucía aterrada, no dejaba de mirar sobre su hombro y me pedía perdón, no entendía a que se refería o que era lo que la tenía tan asustada. Me confesó que no nos conocimos por casualidad, me contó que Vladimir, el hijo de Ivánok era su familia, al parecer ella tenía deudas que pagar y el ofreció ayudarla si hacía que la policía me acusara de tráfico de drogas para que me encerraran.

-¿Vladimir le pidió que te arrestaran?. - pregunto intentando seguir el hilo de la situación.

Adam asiente y continua hablando sin quitar su mirada de la mía.

-El conocía gente peligrosa Emma, yo nunca le caí bien y quería hacerme daño, sabía que el dinero de las peleas era el único ingreso estable que tenía, ese lugar era mi vida y haría lo imposible para quedarme dentro, si eso implicaba pelear y ganarle al hijo del dueño, lo haría, si yo perdía eso significaba que me echarían del lugar, si el perdía su padre le pagaba entrenamientos en Rusia para prepararlo hasta que lograra vencerme, puedo entender el odio que generó hacia mi, pero no tenía otra opción.

-Eras un niño.

Comento con un nudo en mi garganta, imaginándome a un joven Adam dando todo de si para conservar lo poco que tenía a base de sangre, sudor y esfuerzo.

-¿Qué pasó con Ivanna?. - pregunto intentando que siga la historia.

-Nunca lo supe con seguridad, después de que me contara aquello le pedí que fuera a denunciar a su primo, pero ella solo negó diciendo que no tenía idea de la clase de persona que era, dijo que sabía que no saldría viva de estados unidos y que tampoco podría regresar a Rusia en ese entonces, confesarme todo sería su ultimo acto de buena fe según decía, estaba convencida de que Vladimir la atraparía y le haría daño por los tratos que no supo manejar, ser sincera conmigo era su manera de redimirse un poco. Nunca volví a verla, yo avisé a la policía de los negocios de Vladimir con la información que me había dado Ivanna, también puse una denuncia de su desaparición, pero jamás la encontraron, simplemente me convencí a mi mismo durante estos años de que regresó a Rusia a salvo, que quizás logró escapar de todo lo que la atormentaba y que al fin es feliz.

Escucharlo decir aquello me hace sentir un vacío en el pecho pues el recuerdo del aviso de desaparición extranjero que hacía días había llegado a casa junto con la versión completamente diferente por parte del soviético invade mi mente de pronto, haciendo que quiera cuestionarle sobre aquello, pero el se adelanta con una mueca en el rostro.

-Sé lo que viste, ese cartel de persona desaparecida, ella es Ivanna, sé que es muy probable que ya no esté con vida, pero dentro de mi espero que no sea así, simplemente quiero pensar que logró escapar de todo...

-¿Qué pasó después?. - pregunto para desviar sus pensamientos tortuosos.

-Vladimir no se detuvo, los años seguían pasando y el intentaba una y otra vez terminar con mi carrera, después de que te conocí, el día que fuiste a verme pelear contra el, puedo recordar perfectamente sus palabras, estábamos arriba del cuadrilátero y se me acercó para decir "¿A ella también tendré que matarla para que aprendas la lección?", ese día estaba dispuesto a matarlo, creí que lo había entendido, a los pocos meses se fue del país y creí que no lo vería nuevamente... hasta ese día en Europa, faltaba poco menos de dos semanas para que regresara a casa contigo cuando un día Todd me llamó para informarme que las acciones en las empresas en las que había invertido junto con el comenzaban a devaluarse por rumores extraños acerca de mi, decían de todo para desprestigiarme y hacerme quedar mal, jamás se manejaron de mala manera y nunca dejaron de ser beneficiosas, pero tu hermano y yo decidimos retirar mi parte para evitar daños colaterales a tu familia, tenía que borrarme de la escena para no perjudicar a los Parks Emma, sabía que el estaba detrás de esto cuando Christian me dijo que había regresado a Estados Unidos. Para cuando yo llegué era demasiado tarde para evitar hacerte daño, el te envió fotografías de Ivanna y mías de hace años, quería verme sufrir sin ti, el sabía que te amo y que eres el único motivo por el cual ansío despertar todos los días, yo sabía que si no me alejaba de ti correrías riesgo, no podía permitir que te hiciera daño Emma, jamás me perdonaría si te hubiera hecho algo, no podía arriesgarme y decidí dejarte para que no te metiera en esto. Pero eso no le bastó, sabía que aunque no estuviéramos juntos tu eras mi felicidad, y ahí es cuando comencé a investigarlo, compré el viejo gimnasio de su padre y conseguí algo de tiempo despistando mis movimientos, no sabía que hacer para mantenerte a salvo, me estaba volviendo loco al no saber cuál sería su siguiente movimiento, se había atrevido a buscarte directamente en las puertas de tu hogar, ese aviso de persona desparecida no era otra cosa que una amenaza, Todd estaba al tanto de la situación pero no podíamos hacer nada ya que la policía halagaba que no existía tal riesgo ya que jamás se supo nada de Ivanna, no quería dejarte Emma, pero no podía arriesgarme a perderte y a lastimar a tu familia, este viaje a Portugal tendría que haber sido para tus vacaciones, un tiempo para que disfrutaras, no estaba en mis planes que Todd y yo te contáramos al respecto de esta locura, Vladimir tiene una orden de arresto y es buscado por tráfico y estafa, creímos que la policía sería más rápida y emitiría la orden antes, pensaba que adelantar el viaje sería el as bajo la manga para evitar que nos hiciera daño, jamás pensé que le daría tiempo de seguirnos hasta acá, no tienes idea del miedo que me inundó cuando tu hermano me dijo que Vladimir habló contigo anoche, sé que debí haberte contado todo antes, pero yo... n-no sabía qué decirte, yo no...yo... lo lamento tanto Emma.

Y tras decir aquello Adam comenzó a sollozar intentando aguantar las lágrimas que amenazaban con salir desde hace un rato, estaba dejándose llevar por el notable dolor que le invadía, soltaba grandes suspiros entre lágrimas, tenía sus manos en puño quitando furioso las lágrimas que caían en sus mejillas, se le veía completamente enojado consigo mismo, aquel semblante de seguridad y pasividad se veía ahora muy lejano a su expresión actual, con la mandíbula apretada su cuerpo se movía ligeramente por los espasmos causados por el llanto, no soporté verle en ese estado más y me lancé a sus brazos cubriéndole bajo mi cabeza sin poder evitar que de mis ojos también se escapara un llanto cargado de ira por las injusticias de la vida y la impotencia que se acumulaba en mi interior ante la situación, fue ahí cuando ambos dejamos por fin caer las murallas que construimos durante los últimos meses dando rienda suelta a nuestros interiores de expresarse libremente y refugiarse en el alma del otro.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora