Capitulo 13

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-Parks.

Dice una dulce voz frente a nosotros, mi mirada pasa de la bella chica que tenemos de frente a mi hermano, quien mira a ésta completamente paralizado.

De pronto pareciera que estoy de más en la escena, ambos mantienen la mirada fija el uno al otro mientras yo les observo confundida.

Ella es la primera en romper contacto visual, con una sonrisa de lado baja la mirada y pasa su mano fugazmente por debajo de su ojo izquierdo, como si frotara su mejilla limpiándose algo.

-Permiso.

Dice sin mirarnos nuevamente, le abrimos espacio entre ambos para que pase sin problemas y a la par que camina dejándonos de lado puedo notar que cruza sus regordetes brazos como si se protegiese de algo.

Nos deja atrás mientras la observamos irse, la fragancia que deja tras de si es completamente exquisita, toda ella parece que brillara, pareciera el tipo de persona que tiene luz propia, sin embargo, por alguna razón que no comprendo, después de mirar a mi hermano el brillo en su mirada iba disminuyendo de a poco.

-¿Qué acaba de pasar? - pregunto en dirección a Todd.

El, aún sin pronunciar una palabra, se limita a observar a la misteriosa chica alejarse cada vez más de nosotros.

-¿Quién es ella Todd?.

Me acerco a él tratando de llamar su atención.

-Maddie.

Intento hacer memoria de las múltiples conquistas de mi hermano, pero no consigo recordar a ninguna Maddie, probablemente la conociera después de mi accidente.

-¿Maddie y tú son amigos?.

Pregunto intentando aprovechar el trance en el que está mi hermano mayor.

-Lo dudo, soy un imbécil.

Ante sus palabras quedo perpleja, no estoy acostumbrada a que él se denomine de tal manera, quiero decir, una cosa es que yo lo diga, pero soy su hermana y puedo hacerlo, que él lo diga no me hace nada de gracia.

-¿Qué fue lo que pasó? - pregunto siguiendo su mirada a una calle sin rastros de la chica ahora conocida como Maddie.

Todd sacude si cabeza y habla a la par que comienza a caminar en sentido contrario a la calle que observamos.

-Andando, se hace tarde, ya tengo lo que necesito.

Yo le sigo el paso lo más rápido que puedo y me acoplo a él, hago un comentario acerca de su repentino estado de ánimo pero pareciera que no me escucha nuevamente, una vez más vuelve a su mundo y me deja hablando sola como hacía unos minutos.

Noto que sus manos se mueven inquietas, su ceño fruncido se hace cada vez más prominente confirme avanzamos al estacionamiento.

Niega fugazmente con la cabeza, sus manos se encogen en puños cerrados, abre nuevamente sus palmas limpiándose lo que creo es sudor en su chaqueta negra.

Su comportamiento es completamente extraño, pareciera nervioso, pero no nervioso por lo recién vivido, más bien pareciera nervioso por situaciones ya pasadas.

Al llegar al auto ambos subimos y nos abrochamos los cinturones de seguridad, en cuanto el mio hace clic Todd enciende el motor y arranca como un poseso.

Aferro mis manos al cuero del asiento y comienzo a gritarle que se detenga, pero el hace caso omiso y continúa conduciendo por la ciudad ente el tráfico y las calles medianamente vacías.

-TODD NO QUIERO VOLVER A MORIR!

Ésta vez mi grito de pánico hace que mi hermano pise el freno y detenga el vehículo.

-¿¿A caso estás mal de la cabeza?? ¿Quién eres tu Todd? Hablo en serio, te comportas como un absoluto imbécil.

Continúo hablando mientras trato de controlar mi respiración, mi acompañante se limita a bajar la cabeza y pedir perdón.

-No sé que me pasó. - dice con la mirada perdida en el volante del coche.

-Lo que sea que estés pensando, no lo arreglarás matándonos.

Mis palabras están llenas de ira, genuinamente me siento decepcionada de mi hermano, jamás había hecho semejante falta de responsabilidad.

-Creo que ver a Maddie... Madison, me alteró un poco. - al decir el nombre de la chica se corrige a si mismo negando con la cabeza.

-Si no me dices ahora mismo el por qué de toda ésta absurda situación te juro que llamaré a la policía para que te arresten... O aún mejor, llamaré a mamá para que venga por nosotros.

Mis últimas palabras hacen despertar el pánico en mi hermano, sus grandes ojos azules me miran suplicando en silencio que no haga tal cosa, siempre hemos sabido que no importa la situación, mamá es peor que la policía.

-Habla. - digo una última vez y me cruzo de brazos mirándolo.

-No quiero discutir al respecto.

Articula por fin mi hermano mientras baja la mirada y se rasca la nuca visiblemente incómodo.

-Te la fallaste y jamás la volviste a llamar. - sentencio creyendo que esa es la causa por la que él se siente de tal manera. -Todd, eso ciertamente te convierte en un imbécil, pero no lo arreglarás si....

-Me enamoré de ella.

Dice e interrumpe mis palabras, dejándome boquiabierta ante semejante confesión.

-Muy bien... ¿Y qué fue lo que pasó?.

Hablo intentando tener calma ante la situación, no es la primera vez que él decía haberse enamorado, pero era la primera vez que lo veía tan cohibido ante la presencia de una chica, así que hago mi esfuerzo por parecer relajada y lograr que él se sienta cómodo hablando.

-No quiero pensar en ello Emma, deja que yo lo resuelva solo.

-¿Recuerdas cuando me pediste que no hubiera secretos entre nosotros?. Digo mirándolo y ésta vez noto sus ojos abrirse en alerta pero sin mirar en mi dirección. -No quiero que nos ocultemos nada Todd. - mientras continúo hablando veo que pasa saliva y aprieta los labios con la vista al frente.

-Por supuesto que no te escondo nada. - dice levantando los hombros y girando la cabeza en dirección a su ventanilla.

-Entonces cuéntame. - exijo nuevamente mientras voltea hacia mi y suspira rindiéndose ante mi petición.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora