(Todd POV)
(Maddie en multimedia)Por quinta vez consecutiva en la semana parecía que había encontrado el sitio ideal para dedicarme a simplemente existir lejos de las personas. Alejado del resto de los estudiantes y detrás de una muralla de abetos que adornan el campus de la universidad puedo escuchar mis propios pensamientos y dejar de sonreír fingiendo que siempre está todo bien.
Durante los últimos meses la situación de las chicas que se piensan que soy un pedazo de carne andante me había dificultado tener momentos a solas para concentrarme en los deberes, no puedo culpar a nadie más que a mí mismo por ponerme en semejante escenario, pude haber terminado con la bola de nieve que inminentemente caería en pendiente después de años paseando por la universidad como si fuera superior a los demás, al final resultó que todos terminaron creyendo eso, a excepción de mi.
Dejo de lado la autocompasión y tomo de dentro de mi mochila el libro de texto que había estado posponiendo durante el último semestre, junto a él tomo también una manzana verde que yo mismo me llevé de la encimera de la cocina ésta mañana, en lo que respecta a comida mi familia y yo tenemos puntos de vista un tanto diferentes, por alguna extraña razón ellos se creen que las manzanas rojas son mejores que las verdes, sinceramente me cansa el discutir con ellos cuando se hace la compra, es por eso que yo mismo me encargo de proveerme cada semana con los alimentos que para ellos no tiene sentido tener en casa.
Mientras doy un mordisco considerable a la fruta puedo escuchar el sonido de las hojas secas siendo pisadas acercándose en mi dirección, dejo de masticar por completo y ruego a los cielos que solo sea mi paranoia y no sea nadie que venga a interrumpir mi paz.
Pero los pasos no se detuvieron, al contrario, parecía que cada vez estaban más cerca, sin embargo, a último momento cambiaron de dirección, se escuchaban aún, pero ya no se movían directamente a mi.
De entre los arbustos que rodeaban los robustos troncos de los árboles unas piernas gruesas se hacen camino entre las hojas hasta llegar al otro lado del césped.
Mientras una chica tomaba asiento recargada en las raíces de un árbol yo tenía la mirada fija en ella, observando sus movimientos, atento a saber si no me había seguido hasta aquí o algo como lo ocurrido en los últimos años, pero ella simplemente se dedicaba a sus cosas, no levantaba la mirada ni buscaba a alguien.
Aun desconfiado pero decidido a que no me arrebatarían otro sitio para descansar en paz decido volver a mi lectura, lanzando miradas de vez en cuando hacia a la desconocida el tiempo pasaba considerablemente rápido, hubo un momento que dejé de darle importancia al hecho de no estar a solas, cuando menos me di cuenta la lectura me había enfrascado por completo hasta que la alarma de mi móvil sonó sacándome de mi pequeño mundo y anunciando que era hora de la última clase del día, dirigí mi mirada una última vez en dirección a la desconocida pero ésta ya no se encontraba ahí, el lugar estaba completamente vació a excepción de mi, desconcertado me pongo de pie y me dirijo a los edificios de la universidad.
Cruzando sonrisas con las personas del departamento de administración me abro paso entre el barullo, sin darme cuenta tengo un pesado brazo rodeándome el cuello.
-No entiendo como te la pasas huyendo de todo ésto. -habla a mi lado George, compañero y amigo mío desde que teníamos 12.
-Necesitaba respirar. - contesto risueño a la par que guiño un ojo a las chicas en nuestro camino.
-Seguro, para nada pienso que te fuiste a aprovechar el tiempo con Mia.
Al escucharlo decir el nombre de mi ahora ex novia, no puedo evitar pasar saliva amargamente.
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Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]
RomanceSegunda temporada de "Solo llámame Adam" "¿Crees poder perdonarme?" "No lo sé." "Lo siento." -Con una trayectoria casi impecable y una carrera traída de la tumba, llega una vez más al cuadrilátero para probar suerte. Con 1.88 metros, 83 kilogramos y...