Un par de brazos trabajados me estrechan fuertemente, sobresaltada por la acción intento liberarme del agarre, sin poder observar la cara de la persona que me hizo entrar al sitio sin consentimiento mi primer instinto es removerme para salir de ahí, pero una de las voces más conocidas para mí decide hablar revelando su identidad.
-Por favor, solo un poco, sé que no lo merezco, pero no te vayas tan rápido, es lo único que te pido, por favor.
Adam habla casi en un susurro, con su cara hundida en mi hombro su voz suena como una súplica, no puedo verle a los ojos pero puedo asegurar que estos están humedecidos, sus manos se aferran a mi espalda pidiéndome en silencio que no le aparte.
Decido dejarle hacer, pero no intento poner mis manos al rededor de el, si bien sé que le quiero y que lo único que quisiera hacer es aferrarme a su cercanía para siempre, las palabras de Chris resuenan en mi mente una y otra vez.
-Te extrañé, te ves completamente hermosa, como siempre.
El tono de su voz no varía para nada, suena verdaderamente dolido y su agarre se vuelve cada vez más lánguido.
-Lo lamento mucho.
Dice antes de separarse por completo de mi, ante esto, le sigo con la mirada y lucho con mi interior para no atraerle de nuevo y esta vez besarle hasta que todo al rededor desaparezca junto con mis miedos y pensamientos acumulados en los últimos meses.
Simplemente me limito a asentir y verle bajar la mirada soltando un suspiro.
-¿Crees que algún día puedas perdonarme?
-No lo sé
-Lo siento.
***
Sentada en una de las mesas montadas a lo largo del jardín de casa, siendo acompañada por un par de personas que hablan entre sí me pierdo en mis pensamientos, absorta de la gente que se pasea por el lugar, trato de discernir como me siento ante los sucesos de hace unos minutos.
Lo dicho por Viktor y las acciones de Adam hacen que me sienta confundida con ambos, era cierto que durante éstos meses había desarrollado un cariño especial por el ojiazul, pero también era cierto que no sabía si se trataba de algo que me permití que ocurriera después de la partida del ex boxeador o si hubiese ocurrido aún con Adam junto a mi.
Inconscientemente busco con la mirada a ambos chicos, encontrándome primero con Viktor charlando alegre con Grace y Christian, al observar lo bien que se llevan mis amigos con él no puedo evitar sonreír, mis ojos continúan observando alrededor del lugar hasta que encuentro a Adam hablando con Todd, ambos mantienen un semblante serio pero entonces los ojos de mi ex novio se encuentran con los míos y puedo sentir a mi respiración detener su función automática, mi corazón da un pequeño vuelco cuando el contrario esboza una pequeña sonrisa.
No soy consciente del tiempo que pasamos mirándonos de esa manera hasta que alguien toca mi hombro haciéndome salir de aquel trance en el que el par de ojos marrones me tenían sumergida.
-Bailemos hija. - escucho decir a mi padre, el cual, al observarlo directamente me invita a sonriente a acompañarle.
Pone mi mano a través de su brazo ya me lleva hasta el centro de la pista improvisada, no somos los únicos ahí, gracias a lo que sea que está allá arriba pasamos completamente desapercibidos exceptuando a uno que otro amigo de mi papá que al verle le saludan asintiendo con la cabeza.
El guía mis pasos, a sabiendas que no soy lo que podría considerarse una buena bailarina el toma control del ritmo ante la canción y agradezco internamente por ello.
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Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]
RomanceSegunda temporada de "Solo llámame Adam" "¿Crees poder perdonarme?" "No lo sé." "Lo siento." -Con una trayectoria casi impecable y una carrera traída de la tumba, llega una vez más al cuadrilátero para probar suerte. Con 1.88 metros, 83 kilogramos y...