Capitulo 12

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Dice la voz de Christian al otro lado de la línea, yo lo saludo de igual manera y me preparo mentalmente para lo que se viene.

Hace tan solo unos días Grace me convenció de pedirle a su novio que me ayudase a saber el por qué de las actitudes de Adam, el prometió que intentaría ponerse de acuerdo y hasta ahora no había tenido noticias de su parte.

-Se desvaneció. No tengo la menor idea de dónde está. Hace meses que no hablo con él y pensaba que quería tomarse un tiempo a solas, pero después de tanto tiempo sigue igual, no responde mis mensajes y nadie en el gimnasio sabe algo de él. Lo lamento mucho Emma.

¿De verdad desapareció como si nada?

Escenarios en mi mente empiezan a surgir haciendo que mi imaginación vuele con las posibilidades de el paradero del que alguna vez fue mi prometido.

¿A caso volvió a Europa? Si ese es el caso, ¿Regresó con la chica de "su pasado"?

La idea me revuelve el estómago y el recordar las imágenes que llegaron a mí no hacen más que clavar aun más profundo una dolorosa daga en mi pecho. Pero no le señalo ésta posibilidad a mi amigo, las fotografías no se las mostré a él o a Grace en ningún momento, creo que al final de todo, prefiero que la imagen de Adam no sea la de un infiel.

-Gracias Christian, no te preocupes más, creo que el mensaje es bastante claro, si no quiere que sepa nada de él, así será.

Digo en el teléfono con un nudo en la garganta.

-Ésto no está nada bien, tú lo sabes Emma, ¿qué ocurrió en Nueva York? Así no es Adam.

El sonido de alguien llamando a la puerta de mi habitación me distrae del tema que hablamos.

-Me tengo que ir Christian, te veré en la graduación.

Nos despedimos y grito a quien sea que esté del otro lado que puede pasar.
Mi hermano abre la puerta y se recarga en el marco mirándome expectante.

-¿Alguna novedad? - pregunta con los labios apretados.

-No... No quiero hablar de eso. - niego con la cabeza poniéndome de pie para llegar a él.

Éste me tiende los brazos y me da un reconfortante abrazo fraternal que se siente como cuando éramos niños y yo caía de la bicicleta, Todd siempre corría hasta mi y me abrazaba para hacerme saber que no debía tener miedo a volver a subir e intentarlo de nueva cuenta.

-Sabes que jamás haría algo para lastimarte, cierto enana?.

Sus palabras me confunden y me separó un poco para verlo a los ojos, pero asiento con obviedad, se que jamás sería capaz de hacerme daño, así como yo nunca podría causarle ningún tipo de dolor.

-Bien. Ahora, el asunto verdaderamente importante. - habla y se separa de mí para poner sus brazos en jarras. -¿Un traje verde? ¿Es una broma?.

Al decir esas palabras me hace soltar una carcajada que sin dudas escucha Wallace otro lado de la propiedad.

-No pasaré por eso otra vez. - continúa diciendo a la par que ríe conmigo.

No necesitaba preguntar a lo que se refería, sabía de antemano que las fans de mi hermano llenaron internet con suposiciones de cómo se vestiría para la graduación, no sabían que él iría por su hermana (o de saberlo, probablemente sería un detalle poco importante) estaban seguras de que asistiría porque es el orador invitado de la universidad para dar el discurso a los recién egresados con el testimonio de lo que pasa al salir al mundo real.

Entre las muchas especulaciones acerca de la vestimenta de mi hermano mayor, una de las más populares era la de un traje verde esmeralda, las chicas y chicos que aseguraban ese color como uno de los más favorecedores para él, desconocían la historia detrás de esa gama tonal en específico.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora