Capitulo 16

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(Emma POV)

Después de escuchar la breve historia de Todd continúo callada, el me imita y suspira para poner en marcha el auto y volver a conducir a casa.

-¿Eso fue todo lo que pasó? -pregunto.

-No. Pasaron un par de cosas más, pero ese día resume muy bien el cómo terminó todo y el porque soy un imbécil.

-No eres imbécil Todd... Solo eres muy influenciable.

Mi hermano se ríe y me mira de reojo para decir.

-En eso nos parecemos bastante, ¿no crees?

Asiento sin hablar y dirijo mi mirada a la calle a través de la ventana, el aire de la ciudad mueve con tranquilidad las copas de los árboles, como una danza apacible las hojas van de izquierda a derecha, dejándose llevar al igual que mi hermano y yo, probablemente el mayor problema de las personas es que pensamos de ese modo, nos olvidamos de nuestra individualidad y solamente seguimos el mismo camino de los otros.

Inconscientemente la imagen de Adam llega a mi mente, la mirada que tenía la última vez que lo ví no era para nada parecida a la que tenía años atrás, ésta vez no tenía el brillo que caracterizaba al Adam de siempre.

Quizás a eso se refería cuando el último día me respondió que ni el sabía quién era.

Llegamos a casa y yo me encierro dentro de mi habitación para permitirme tener mi noche tranquila, desde que estaba en Nueva York una vez al día me tenía permitido verlo nuevamente, en mi cabeza tenía la idea de sacarlo de a poco de mi sistema, pero creo que me auto engañé y simplemente buscaba una excusa para ver su rostro nuevamente.

Durante toda una hora veía las múltiples fotografías que alguna vez tomé de mi prometido.

La primera vez que pasó me sorprendí de lo mucho que lo tenía presente en cada paso que daba, podía asegurar que tenía más fotografías suyas que mías en mi propio móvil.

Tenía una fotografía de la primera vez que durmió en mi casa y se despertó a las 4 de la mañana porque quería hacerme una extraña bebida, en sus propias palabras;

"-No es cualquier bebida Emma, hablo en serio, tu vida va a cambiar después que la pruebes.

-¿Y es necesario que sea a las cuatro de la mañana?

-Necesitas ser más espontánea niña, vamos, confía en mí."

Y así lo hice, esa noche y para siempre confíe en él.
Odiaba admitirlo, pero realmente era el sabor más delicioso que he probado jamás, lo logró mezclando helado, leche y algunas cosas más a las que no les presté atención por estar cayendo del sueño.

La fotografía es del momento exacto en el que Adam averiguaba como funcionaba la licuadora de mamá.

El escándalo que se hizo momentos después de tomar la foto nos hizo reír como locos, él nunca imaginó el ruido que se haría en toda la casa y las quejas que éste traería por parte de mis padres

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El escándalo que se hizo momentos después de tomar la foto nos hizo reír como locos, él nunca imaginó el ruido que se haría en toda la casa y las quejas que éste traería por parte de mis padres.

En otra de las imágenes Adam estaba sosteniendo una brocha y pintura, aquel día estaba redecorando su departamento, estaba tan orgulloso de su creación a pesar de que se notaba bastante que pintaba blanco sobre negro en los marcos de las ventanas, de igual manera se me ocurrió sacar el móvil para capturar el momento y el posó como si fuese a lamer la pintura blanca.

La mayoría de días a su lado eran bastante alegres, Adam tiene el tipo de carácter que te hace sentir en casa, o así era como yo me sentía a su lado.

Seguía bajando por la galería hasta encontrar una de las fotos que me dejaba un sabor agridulce en el corazón, no solo por lo que había en ella, más bien por la historia detrás

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Seguía bajando por la galería hasta encontrar una de las fotos que me dejaba un sabor agridulce en el corazón, no solo por lo que había en ella, más bien por la historia detrás.

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Con un sencillo globo y un moño azul proviniente del regalo de cumpleaños que le hice a mi entonces novio, la tranquila sonrisa ese día escondía un dolor profundo en él.

Al notarle todo el día agobiado pero forzandose a sí mismo a sonreír, después de insistir mucho me confesó el por qué de su actitud, era el primer cumpleaños del él que pasábamos juntos y era bastante extraño que la persona más egocéntrica del mundo no la pasará bien el día en el que se supone eres el centro de atención completamente.
Entonces me contó lo que ocurría con la memoria de su cumpleaños.

"El último cumpleaños que celebré fue en el departamento de enfrente, a los 7 años, el día que mi madre se suicidó."

Cuando me contó aquello las lágrimas salieron de mis ojos, pero la sensación que me recorría dentro no era tristeza, era la ira, el enojo que se apoderaba de mi crecía mientras más pensaba en lo egoísta que había que ser para arruinarle la vida a un simple niño de esa manera, condenado a no festejarse otro cumpleaños por el fantasma del pasado de su horrible madre.

Al volver ésto a mi memoria siento la cara arder nuevamente, ahora la mayor pregunta en mi interior era ¿Si a Adam no le hubiesen hecho tanto daño, el no me hubiera lastimado a mi?

La incógnita da vueltas en mi cabeza durante toda la noche, aún cuando me dispongo a dormir la pregunta está presente.

A menos de 3 horas de mi graduación y en medio de un extraño sueño con ojos avellana mirándome fijamente, el sonido de mi teléfono recibiendo una llamada me sobresalta y me hace abrir los ojos.

Contestando sin reparar en el remitente la voz del otro lado me hace despertar al cien porciento.

-Emma.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora