Capítulo 37

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Acercándonos lentamente puedo comenzar a sentir su aliento en mis labios, ambos somos conscientes de la tensión que nos rodea, comienzo a creer que pensamos de la misma manera al verle buscar aprobación en mis ojos antes de seguir con aquello.

Asiento lentamente y paso mis manos por la nuca de Viktor, sintiendo sus largos cabellos cubrir mis dedos mientras le atraigo hasta por fin sentir nuestros labios colisionar en un profundo beso, sus manos me rodean y me invitan a ponerme encima de el sin despegarnos un ápice, me dejo guiar hasta quedar a horcadas sobre el, con una pierna a cada lado de las suyas recargo mi cuerpo en su regazo a la par que sus manos se clavan ligeramente en mis caderas, la lucha de nuestras bocas no cesa y a cada segundo que pasa me doy cuenta de la tremenda energía que desprendemos juntos.

Con los ojos cerrados me dejo hacer cuando el termina el beso para bajar sus labios por mi cuello, soy testigo de mi cuerpo perdiendo la razón mientras le tomo de la raíz de sus cabellos para acercarle más a mí, sus manos no dejan de moverse a lo largo de mi figura, puedo sentirle recorrer cada parte de mi espalda y mi cintura a través de la ropa, sus caricias comienzan a hacerme perder el aliento imaginándome como serían las mismas en otros sitios de mi cuerpo y sin las prendas de por medio.

Comienzo a tener dificultad para respirar gracias a que lentamente me pierdo en su tacto, los besos que deposita en la extensión de piel al descubierto bajo mi barbilla a lo largo de mi garganta se sienten como si dejaran una marca de fuego grabada y mi cuerpo corresponde buscando aun más cercanía entre nuestros torsos, en medio de aquella escena mi boca suelta su nombre.

-Adam.

Digo casi perdida en el éxtasis del deseo en el que me encuentro sin ser consciente del horrible e incómodo momento que protagonizo.

Siento que Viktor se tensa bajo mi cuerpo y deja de besar mi piel para separarse ligeramente, me busca con la mirada y con el ceño fruncido, sin dar crédito a lo que acaba de pasar.

Reflexiono lo ocurrido y mi cara se llena de vergüenza por mi fallo, abro los ojos y boqueo intentando que me salga una excusa pero mi cerebro no es capaz de procesar mis acciones con una respuesta lógica, el contrario se limita a soltar un grave suspiro y cerrar los ojos para dejar caer la cabeza en el respaldo del sillón.

De pronto me siento terriblemente mal e intento moverme para quitarme de encima y liberar a Viktor, pero este me detiene sin mirarme nuevamente, simplemente con sus manos en mis antebrazos para hablar.

-Quédate solo un poco más, por favor.

Suplica casi en un susurro, a lo cual accedo acercándome a su pecho para abrazarle sin saber muy bien cómo disculparme.

El tiempo corre y entre nosotros la distancia no cambia, aún encima de el con sus brazos rodeando mi espalda comienzo a sentir que me deja ir e intenta ayudarme a bajar de encima, poniéndonos de pie nos dedicamos a mirarnos intentando que el contrario sea el que tenga la iniciativa, y el problema no es que yo no quisiera tomar la palabra, la realidad era que me daba miedo hablar y arruinar aún más la situación.

Luego de unos minutos que se sienten como una eternidad Viktor se acerca poco a poco a mi nuevamente, acercando su rostro al mío hasta sentirle chocar nuestras narices, quedándose ahí por un momento antes de dejar salir un suspiro y alejarse nuevamente.

Le veo darme la espalda y salir por la puerta de mi habitación, sin mirar atrás una sola vez y sin decir una sola palabra, simplemente sale sin intervención de ninguno de los los.

Tras verle irse y sintiéndome miserable por la torpeza que tengo, me dejo caer en el sofá nuevamente, con las manos cubriéndome los ojos dejo que mi cerebro me reprenda por haber hecho semejante acto vergonzoso, intentando buscar una respuesta a mis acciones pero sin conseguir responder dicho predicamento.

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora