Capitulo 10

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La pantalla frente a mi mostraba una serie de enunciados que conformaban la última parte de mi examen final, la separación de mi título universitario y el ahora constaba de un par de párrafos, después de responderlos estaría oficialmente del otro lado, mi trabajo final había sido aceptado y junto con mis créditos de las prácticas en Nueva York no hacía falta mayor esfuerzo para terminar con la universidad.

Una vez enviadas las respuestas el aire que estaba guardando salió a manera de un suspiro, gire mi cabeza hacia mi mejor amiga quien estaba sentada en otro de los ordenadores dentro del aula y le sonreí aliviada haciéndole saber que ya estaba hecho, ella me recibió con una sonrisa aún mayor.

La campana sonó haciéndonos saber que el tiempo se había agotado, los estudiantes nos pusimos de pie y los aplicadores nos felicitaban a la par que salíamos del espacio, Grace tomó mi brazo y juntas caminamos una ultima vez por el campus que nos vio crecer los últimos 5 años de nuestras vidas, aquel podría ser el último día que pisáramos las instalaciones de la universidad de Boston.

-Parece un sueño pecas. - dijo mi amiga a mi lado mientras observaba el edificio que dejábamos a nuestras espaldas. 

-Es bastante irreal. - le respondí sonriendo orgullosa de todo el camino recorrido hasta ahora.

-No creo extrañar ni un poco el área administrativa de aquí, hasta nunca archivos vejestorios! - gritó en dirección al edificio donde fue obligada a cumplir con sus tareas de pasante durante medio año.

Avanzábamos a la par que íbamos riendo y hablando de los recuerdos graciosos que vivimos en el campus.

-Oh! mira, aún está allí el monumento del culto a Todd!
Apuntó con el índice la pelinegra a una señalética creada frente al espacio para aparcar en el estacionamiento donde las chicas de años menores habían estado día tras día guardando el lugar para el deportivo de mi hermano durante su último año en la escuela.

La rectoría había sido obligada a colocar un letrero que señalara el espacio abierto a cualquier estudiante, sin embargo las fanáticas de lo que mi amiga y yo llamábamos "Culto a Todd" lo vandalizaron para borrar el mensaje original y en su lugar escribieron el nombre de mi hermano dejando en claro que poco les importaba las acciones de la institución para detenerlas.

-Eran increíbles. - habla Grace mientras reímos. -Debiste haberlas visto éste año, mientras tu estabas en la gran manzana ellas daban vueltas como buitres por el edificio pensando que lo volverían a ver por aquí.

Sacudo mi cabeza negando a la par que avanzamos hablando al respecto de la graduación.

-¿Vendrá Viktor? - preguntó abriendo la puerta de su más reciente regalo de cumpleaños.

Un Bugatti Divo 2021, un precioso auto negro con apariencia de ser parte de una colección de algún excéntrico millonario nos aguardaba para llevarnos a casa.

-No sé cómo te acostumbras a cruzar la ciudad con algo que llama tanto la atención. - digo cerrando la puerta aérea y mirando al frente apenas escucho los seguros.

-Evita la pregunta todo lo que quieras pecas, pero tarde o temprano tendrás que enfrentar la realidad.

Grace no dijo nada más y arrancó el motor del auto con un botón, el viaje fue casi por completo silencioso, a excepción de los momentos en los que tarareabamos las canciones que salían de los parlantes.

Cuando mi amiga estacionó frente a la reja de mi casa me giré para mirarla y responder a su pregunta.

-Lo invitaré.

-Bien, entonces hazlo, tiene menos de dos días para llegar, de seguro el señor vitaminas de dinosaurio tiene una agenda ocupada en el hospital.

Ambas reímos ante el comentario, ella lo llamaba así a partir del día que se enteró que Viktor cuando dejé Nueva York me enviaba cada semana unas flores y una dotación de vitaminas con formas de animales prehistóricos multicolores, insistió en hacerlo ya que se preocupaba de mi estado anímico, según el, mientras más sana y fuerte estuviera, más rápido se pasaría mi dolor (sin mencionar que insistía cado dos por tres presentarme a alguno de sus amigos expertos en psicología).

-Es una buena persona Emma.

El comentario de Grace parecía tener algo más que un simple halago hacia mi amigo.

-No todos son iguales.

Ahí estaba, entendía perfectamente el punto al que quería llegar.

-Grace. - mi voz no dejó pie a qué continuara hablando, en su lugar, me miró expectante a mis palabras. -No estoy lista, no aún.

Ella se limitó a asentir y disculparse por el comentario, una vez que nos despedimos con la promesa de vernos al día siguiente para comprar el vestido para el gran día, crucé la reja y caminé el largo jardín que mi papá había estado cuidando con tanto esmero los últimos años.

Me sorprendía cada vez más la fortaleza que crecía en el, a medida que pasaban los meses el simplemente parecía recuperarse como de milagro, nadie dudaría que alguna vez tuvo una barra de metal en el pecho que casi le cuesta la vida.

-Una flor de mayo, para mí pequeña flor de Julio.

Conforme me acercaba a la puerta mi papá me tendía una pequeña flor blanca con tonos rosados, la tomé de sus manos y lo abracé dejándome envolver por él.

-Gracias papá.

-Todas mis flores son para ti y tu madre Emma, ustedes y Todd son mi razón para vivir. - hablaba mientras nos separabamos y ponía un mechón de cabello tras de mi oreja. -Quizás no sea un canasto de tulipanes, pero hago mi mayor esfuerzo por hacerte sonreír, después de todo, creo que tu madre ya es un caso perdido.

Al decir ésto último me guiñó un ojo y regresó a su caminata por el lugar.

Viktor.

Había llegado el cargamento nuevo y una repentina sonrisa salió de mi boca al imaginarme la escena de mi mamá emocionada por tener flores frescas que no vinieran de los arbustos de la casa.

Apenas pasé el umbral de la puerta me recibió un aroma exquisito acompañado de un suspiro enorme de mamá, sus manos juntas bajo la barbilla la hacían parecer una adolescente enamorada.

-Tulipanes!!

Dijo poniéndose a mi lado.

-Ésta casa jamás había visto tulipanes hija.

-¿Y a qué se debe la ocasión? - pregunté haciéndome tonta para jugar un poco con sus nervios.

-Debes invitarlo a tu graduación. - sentenció mi mamá ignorando por completo mis palabras.

-Lo sé.

-Es un gran chico, quiere cuidar de ti.

-Lo sé.

-Ésta intentando agradarte de verdad.

-Lo sé.

-Déjalo ir Emma.

- ...

Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora