Los pisos estaban marcados, el siguiente era el mío, esperamos pacientemente sin que nadie rompiera el silencio hasta que un pitido irrumpió el ambiente anunciando que habíamos llegado al siguiente destino.
Cuando bajé me giré para repetir la acción de mi hermano pero los movimientos del pelilargo me detuvieron.
-Te acompaño. - Viktor también bajo del ascensor tomando mi equipaje.
Le seguí con la mirada hasta que llegó a mi lado para después ver a Adam.
El se limitó a mirarme con una pregunta silenciosa en los ojos, yo asentí indicando que estaba bien y el soltó un pequeño suspiro asintiendo hacia mi de vuelta, presionó un botón y las puertas se cerraron llevándolo a su piso.
-Vamos. -escuché a mi lado.
Caminé junto al médico a lo largo del pasillo para buscar mi habitación, hasta que la localicé y agradecí la ayuda escuchando una respuesta por su parte.
-No hay de que. - respondió sonriendo mientras que tomaba un mechón de mi cabello y lo pasaba tras mi oreja. -¿Alguna vez te he dicho lo mucho que me gusta tu cabello?.
-Si, un par de veces.
Digo sonriente, puedo sentir mis mejillas un poco rojas ante el comentario y su cercanía.
-Bien, pues me aseguraré de decírtelo siempre que pueda, eres muy hermosa Emma. - continúo hablando con su mano en mi rostro, lentamente trazaba un camino desde mi oreja hasta mi mandíbula con sus dedos en una caricia suave.
Ante el toque yo le devuelvo la sonrisa, recargo mi mejilla en sus dedos y el toma la iniciativa para acercarnos.
Pasa su mano al rededor de mi cintura y yo le imito para abrazarle y agradecerle de manera silenciosa el cumplido, pero el es más rápido y con los mismos dedos que continúan en mi rostro el me toma de la barbilla para levantarme y mantener nuestras miradas, el gesto me toma un poco por sorpresa pero no me aparto.
-Haría lo que fuera para verte siempre sonreír.
Sus palabras y acciones me llenan el corazón con una emoción agradable, ese es el efecto que tiene Viktor en las personas, es muy fácil estar con el y a la vez siempre es una experiencia distinta.
-Pero por ahora tengo que irme, no quiero problemas con tu hermano. - termina diciendo mientras deja un suave toque con su índice en mi nariz para después apartarse y tomar su equipaje.
-Gracias de nuevo Viktor.
Le digo mientras se aleja, recibiendo como respuesta un gesto pidiéndome entrar de una vez a mi habitación.
Hago caso y entro cerrando la puerta tras de mi con una sonrisa en el rostro, el lugar me deja encantada, amplio, con enormes ventanas y unas vistas al río impresionantes, más que un simple cuarto de hotel esto parece más un pequeño departamento, con una sala de estar y un centro de entretenimiento en medio de éste, el recibidor se extiende a lo largo del lugar con la habitación y el baño divididos por muros, aún así el lugar parece más amplio de lo que probablemente es.
Recorro curiosa el espacio hasta el vestidor, abro mi maleta dispuesta a tomar algo de ropa para salir a alta mar, estaba segura de que debía usar un traje de baño, tan cerca de las olas y con Todd al lado era casi seguro que terminásemos en el agua.
Comienzo a separar mis pertenencias para sacarlas del equipaje y sentir un poco más familiar el espacio, lleno una que otra percha con ropa y escojo finalmente lo que usaré para la salida al océano, no puedo evitar sonreír pensando en lo emocionante de la experiencia al lado de personas que aprecio tanto y mientras tomo la ropa para ponérmela algo en mi cama llama mi atención.
Una especie de tarjeta encima de una flor están sobre los edredones blancos, puestos ahí en medio aquella planta que pareciera silvestre descansa rompiendo con el inmaculado espacio, la curiosa flor parece una campana, de color violeta pálido con un impresionante tallo bajo ella la tomo entre mis manos para verla de cerca y repaso mentalmente todas las especies de matorrales que tiene papá en casa, pero finalmente me parece no conocer de nada a la curiosa flor.
De igual manera tomo la tarjeta pensando en que probablemente sea un recibimiento por parte del hotel, estos cuartos parecen ser bastante caros y un detalle como naturaleza muerta no me sorprendería.
En la nota simplemente reza;
~Belladona para tí~
Disfruta de tus vacaciones, Emma.Decido no tomarle gran importancia, la idea de la cortesía del hotel es suficiente para usar como excusa por el detalle, decido dejar nuevamente sobre la cama los objetos y continuar con lo mío, más tarde le preguntaré a los chicos que clase de detalle recibieron ellos.
Media hora después mientras espero por el ascensor hasta que se detiene y puedo subir, esperando a que las puertas se cierren y comience el descenso, una mano detiene el mismo para subir en él también.
-Gracias. - dice observando como pulso el botón para bajar una vez que el está dentro.
Las puertas se cierran completamente y un ligero movimiento nos hace saber que estamos bajando entre las plantas del edificio.
-¿Bonito día, no crees?.
Habla en chico junto a mi.
-La verdad si, bastante agradable.
Respondo sonriente, le veo a la cara por primera vez y un par de ojos azules me devuelven la mirada.
-Buen día para hacer cosas afuera, ¿no te parece?.
Pregunta con una sonrisa de lado. Estoy segura que lo he visto antes.
-Si, desde luego.
Esos ojos, sé que los vi en algún lugar.
-Yo planeo salir a observar una que otra ave.
-Disculpa que pregunte... - digo sin tomar importancia a sus actividades para entretenimiento. -¿No estuviste hoy en el aeropuerto?.
Ante esto, el gira su rostro para quedar de perfil ante mi, sin borrar su sonrisa, niega con la cabeza a la par que el ascensor se detiene para abrir sus puertas me responde diciendo.
-No, que tengas un buen día.
El es el primero en salir, pero antes de desaparecer entre las personas que esperan en el lobby me mira una ultima vez a los ojos para decir.
-Nos vemos pronto, Emma.
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Vuelve a mí, Adam [COMPLETA]
RomanceSegunda temporada de "Solo llámame Adam" "¿Crees poder perdonarme?" "No lo sé." "Lo siento." -Con una trayectoria casi impecable y una carrera traída de la tumba, llega una vez más al cuadrilátero para probar suerte. Con 1.88 metros, 83 kilogramos y...